Fidel Castro Ruz: Desmitificando un mito

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EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York

El pasado sábado 23 del mes y año en curso, el Dr. Miguel Espaillat Grullón escribió en este medio, un artículo de carácter  apologético titulado: «Fidel y nuestra América-Vs- Imperialismo», con  una  vibrante glorificación de la figura de Fidel  Alejandro  Castro Ruz  que,  para los seres que amamos la libertad y la democracia, simboliza la estirpe de un dictador, asesino, mentiroso, resentido y corrupto. Además de encarnar el más protervo de los líderes  comunista nacido en la América Latina.

Lo insólito del articulista citado, es que se hizo «un ciudadano estadounidense» y juró defender la bandera de las barras y las estrellas,   amparado bajo el manto de la inmensa democracia y libertad que se vive en los Estados Unidos y a sabiendas de que,  sus pensamientos, corazón y alma son tan izquierdistas y rojo como la sangre que derramó en Cuba el sátrapa  que alaba,  tanto para la toma  del  poder y a lo largo del mismo,  en la que una vez fue llamada «La perla de las Antillas» y que él arruinó con su experimento socialista.

Creo y pienso que, en la vida de los seres humanos  y sobre todo, cuando se incursiona  en la política,  tiene más peso  y valor su conducta y ejemplo que lo que dice o piensa. Lo primero es tangible, lo segundo es variable, hipotético, subjetivo y las palabras  pueden diluirse con el viento. Y he  aquí  en donde adquiere vigencia el refrán que dice: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces». Fue la razón por la cual el crítico y novelista francés Jean-Baptiste Alphonse Karr manifestó una vez: » Todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene; el que aparenta y el que cree tener».

En consecuencia, con ese trabajo de opinión  que nos legó el citado articulista y basado en la frase de Alphonse Karr,  podemos inferir  que  las tres variedades del carácter del Dr.  Miguel  Espaillat Grullón son:  a) La que realmente tiene:  apoya y fomenta a los tiranos y sus dictaduras;  b) la que aparenta tener: parecer un demócrata, pero realmente es un comunista converso y confeso que se aprovecha de un sistema político libre, generoso y democrático como el de los Estados Unidos y, por último,  c) La que cree tener:  creerse  un perfecto progresista y tolerante,  siendo todo lo contrario,  pues aboga por regímenes totalitarios represivos y  esclavistas  como los de Cuba, Venezuela, China, Corea del Norte y Nicaragua.

Pero,  aquí el tema que quiero desarrollar no es la conducta cínica y descarada del Dr. Espaillat Grullón,  sino la figura que él exalta de manera petulante y totalmente contrario a los hechos registrados en esa misma historia que el líder cubano dijo que «lo absolvería».  Esa historia que  Fidel Castro usara como alegato en su propia defensa  que asumió cuando era juzgado  por los asaltos a los cuarteles de Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel Céspedes en Bayamo,  es  la que ya lo ha condenado por sus crímenes, abusos y su régimen de terror implantado en la tierra de José Antonio de la Caridad Maceo y Grajales  «El Titán de Bronce»,  el patriota cubano que irónicamente, el padre de Fidel Castro participó en su eliminación en combate.

En ese tenor,  me referiré al real Fidel Castro Ruz:  el asesino, el dictador, el mentiroso, el ególatra,  el corrupto,  el resentido y en fin, el que engañó a Cuba.  Es al farsante y no al mito que pretenden crear y magnificar alabarderos como el Dr. Espaillat Grullón en contra de la historia y de  los hechos que el propio líder comunista  ha forjado con su proceder y su tiranía. Vamos a conocer pues, al Fidel Castro verdadero  y en cada una de sus facetas y no al mito que nos quieren vender:

1.- El asesino

Fidel Castro fue un asesino innato y su primer doble crimen lo cometió en La Habana, el 22 de febrero de 1948 en un domingo de carnaval, cuando mató a balazos a Manolo Castro y a su amigo Carlos Ignacio Puchol. La razón? Que el primero le había ganado en unas elecciones la dirigencia de un grupo universitario y la egolatría de Castro no pude resistir tal desafío a su persona. (Ver foto de diario de la época): https://zoevaldes.files.wordpress.com/2012/02/img_0968.jpeg

Después de tomar el poder en Cuba, se calcula que unos 10 mil cubanos perecieron por fusilamientos en los llamados «paredones de la revolución», en las ergástulas cubanas, por torturas, desapariciones y por  diversas causas, las cuales son típicas en los regímenes comunistas. Aparte de ello, se estiman que hubieron unos 20 mil los presos políticos,  solo por el hecho de disentir de su gobierno y alrededor de tres millones de exiliados por el mundo,  principalmente,  en la ciudad de Miami en los Estados Unidos.   Ese es uno de los «legados» político de tirano ya fallecido.

2.- El dictador

Se define como aquella persona que se caracteriza por abusar del poder o la autoridad que detenta y que gusta de tratar duramente al resto de las personas haciendo valer esa prerrogativa indicada. Hoy en día  tiranías como la de Cuba, se cobijan bajo una forma denominada «dictadura constitucional», que consiste en una forma de gobierno que aparenta respetar la carta magna, pero en la práctica el poder está concentrado de modo total en las manos de una sola persona: el dictador. Eso hizo Fidel Castro hasta el día en que traspasó el poder a su hermano por enfermedad y  como si Cuba fuera una monarquía y no una república.

Qué caracteriza a una dictadura? Lo siguiente: a) Se tratan de eternizar en el poder, b) la división de poderes dejan de funcionar y se someten al dictador, c) se sustentan en el apoyo militar, d) desconocen los derechos de los ciudadanos, e) eliminan los partidos políticos, excepto el suyo, f) erradican las elecciones participativas, g) acortan el libre tránsito de viajar de sus ciudadanos, h) privan de su libertad a cualquier persona, i) suspenden los medios de comunicación, j) controlan mediante el terror a la población. Acaso no nos recuerda estas características lo que ha sucedido  en Cuba durante seis décadas?

3.-El mentiroso

Fidel Castro fue un mitómano y sería prolijo enumerar todas las mentiras que les dijo al pueblo cubano, por lo tanto, escogeré las más patéticas y con las cuales, aunado a una gran oratoria y un sofisma convincente, logró que el pueblo cubano de  la época creyese en sus palabras y lo vieran como un nuevo adalid que conduciría a la nación cubana al progreso y el desarrollo.  Veamos:

  1. a) «Restauraré la Constitución de 1940, convocaré a elecciones libres, democráticas y con varios partidos y sólo gobernaré por un año». 26 de julio 1957, Revista Bohemia.
  2. b) «Habrá libertad para los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra nuestro y nos critican». 1ro. de enero de 1959.
  3. c) «Sé que están preocupados de si somos comunistas. Quiero que quede bien claro, no somos comunistas» Declaraciones de prensa, La Habana, 13 enero 1959.
  4. d) «Cuba producirá más naranjas que la Florida. De eso no hay duda». 6 de agosto de 1968.
  5. e) «En 1970 la isla tendrá 5 mil expertos en ganadería y 8 millones de vacas y terneras productoras de leche. Habrá tanta leche que se podrá llenar la Bahía de La Habana con leche». 23 agosto 1966
  6. f) «El pueblo de Cuba alcanzará el nivel de vida más alto que ningún país del mundo» La Habana, 13 de marzo de 1959.

El resentido

Hay un dato curioso en la vida de muchos de los líderes comunistas: su incursión en la política deriva de un resentimiento, un trauma familiar o social y  Fidel Castro no iba a ser la excepción. Veamos:

El perfil sicológico de Fidel Castro se caracterizó por ser de una patología violenta, represiva, de frialdad  y carente de sentimientos, debido entre otras cosas, a un sustrato de identidad de nacimiento, una doble familia, un doble nombre, vivencias que marcaron su infancia y la futura existencia de un dictador  que explica su personalidad transgresora.

Su padre el gallego Angel María Castro Argiz nunca tuvo una buena relación con Fidel y eso marcó un profundo odio de éste hacia su progenitor, que vino a profundizarse cuando le negó su apellido durante 17 años. Lina Ruz la madre de Fidel fue a trabajar como sirvienta a la casa de la Sra. María Luisa Argota y de su relación con su patrón nacieron los hermanos Castro, lo que provocó el divorcio de la esposa de su padre. A Fidel lo bautizaron así en honor a un  amigo de su progenitor llamado Fidel Pino Santos.

Para acallar los rumores de sus hijos extramaritales, su padre envió a tres de ellos a vivir en  la casa de su amigo, el cónsul haitiano en Santiago de Cuba, Hippólite Hibbert y su mujer Emercianne. Estos  internaron a Fidel en un campamento infantil haitiano a los cuatro años. A esa edad, tuvo que enfrentar el trauma de tener dos familias, dos parejas de padres, dos hogares y lidiar con su condición de hijo ilegítimo. Su calvario (hoy bulling) comenzó más luego en el Colegio La Salle,  de niños de familias pudientes que lo humillaron por su origen de hijo bastado, por ser de una criada analfabeta y al no estar bautizado, lo llamaban «judío».

Esos traumas poco digeribles para un niño y que no puede entenderlos, generó en Fidel un aliciente en fijarse como meta buscar la gloria y el poder a manera de compensación sicológica,  para  vengarse de todos los que lo humillaron. De ahí provino su megalomanía y su delirio de grandeza. Basado en las humillaciones, su padre lo sacó del colegio a los ocho años y lo internó en el De Dolores de Santiago de Cuba. Su madre para aminorar las burlas, optó por bautizarlo, siendo la pareja haitiana sus padrinos y lo hicieron con el nombre de Fidel Hipólito Ruz. Finalmente,  el 11 de diciembre de 1943, su padre le dio su apellido a los 17 años de edad. Pero,  las humillaciones y burlas en su vida formativa, dejaron ya sus huellas imborrables que marcaron su vida dando al monstruo que conoció Cuba y el mundo. Posteriormente, Fidel se quitó el nombre de Hipólito y se puso Alejandro,  para «emular» al inmenso Alejandro Magno el rey de Macedonia.

Si en algo coincidieron Fidel Castro y Ptolomeo XXI de Alejandría, es que ambos tuvieron que hacer un esfuerzo inaudito para llegar al poder,  superar esa rémora de su ilegitimidad al nacer,  que en ambas épocas era un fardo social muy pesado y con la necesidad imperiosa del reconocimiento social y sentimental.

A grandes rasgos, éste es el verdadero Fidel Alejandro Castro Ruz: el violento, el traumatizado, el criminal, el tirano, el mentiroso patológico  y el verdugo de un pueblo,  en el cual descargó su odio y los resentimientos que albergaba en su alma llena de venganza,  motivadas por la ofensas recibidas a lo largo de su infancia.

 

Fidel y nuestra América – Vs- imperialismo

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