OPINION: El peso de las Mipymes, industrias y zonas francas

imagen
EL AUTOR es escritor y dirigente del PLD. Reside en Santo Domingo.

El sector industrial juega un rol de primer orden a favor del desarrollo, el crecimiento económico sostenible, la estabilidad, la competitividad, la paz social y el bienestar general en la República Dominicana.
De igual manera -las zonas francas, que actualmente ocupan 72 parques, con más de 673 empresas y una generación de 163 mil 800 empleos directos, y las MIPYMES, que registran 1.4 millones de  unidades y aportan unos 2.2 millones 166 mil 491  empleos- desempeñan un rol fundamental en el desarrollo de la nación. En zonas francas, el país es el líder en America Latina.
El peso del sector manufacturero y sus aportes a la economía local son extraordinarios e inocultables. El mismo ocupa un sólido segundo lugar como mayor generador de empleos, riquezas y contribución en las recaudaciones impositivas nacionales.
El sector industrial dominicano contribuye con entre un 34.3 por ciento y un 25.8 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB), aporta el 34.1 por ciento de los ingresos fiscales, genera el 20.2 por ciento de los empleos decentes, permanentes, formales y de calidad; reporta ventas por el orden de un 28 por ciento y representa el 65 por ciento de las exportaciones.
De igual manera, la manufactura local dominicana es –después del sector servicios- la que más aporta a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).
En su rol de actores importantes en el mercado eléctrico local, las 129 empresas que en la actualidad cuentan con la condición de “Usuarios no Regulados” del sistema energético nacional –las cuales consumen más de 200 megavatios- representan entre el 12 y 15 por ciento del consumo eléctrico y aproximadamente el 25% de la energía cobrada.
El sector Industrias de la República Dominicana –de cuyo II Congreso celebrado en abril de 2012 salieron importantes propuestas para robustecer el mismo- está compuesto por cuatro ramas de actividades productivas, como son: la explotación de minas y canteras, la manufactura de zonas francas, construcción y la manufactura local, que es sin duda la rama de actividad que mayor aporte hace de todas.
En el país –según el Banco Central y las direcciones generales de Aduanas (DGA) y de Impuestos Internos (DGII) se han identificado unas 13, 987 industrias manufactureras, que generan 301 mil 952 empleos directos. De ellas 514 son grandes empresas, 738 son medianas empresas, 3,914 son pequeñas empresas y 8,669 micro empresas.
Unas 620 empresas se encuentran actualmente operando en el país bajo la Ley 8-90 de Zonas Francas, aportan 160 mil empleos directos y generan 60,000 millones de pesos que ingresan a la economía nacional, mientras que alrededor de 914 industrias están registradas bajo la Ley 392-07 de ProIndustria y generan unos 112,888 empleos directos, de los cuales el 57.82%, es decir 65, 274, están localizados en la región metropolitana.
De las empresas calificadas y registradas por Proindustria, el 22% son grandes industrias, 27% son medianas, 31 pequeñas y un 12% son micro industrias.
Del II Congreso de la Industria salieron propuestas y recomendaciones puntuales para hacer el sector más competitivo e incremente sus exportaciones. Algunas de ellas ya han sido puestas en vigencia por el gobierno central y por varias de las instituciones estatales responsables. El año pasado el Poder Ejecutivo emitió el decreto 72-14 mediante el cual oficializa la Mesa Presidencial de Seguimiento a las propuestas del referido Congreso.
En franca, puntual y permanente coordinación con las asociaciones que aglutinan a los sectores productivos, el gobierno ha estado trabajando e impulsando medidas a favor de los mismos. Y lo ha hecho tomando en cuenta el sabio consejo de David Fischman en su obra “El Camino del Líder”, cuando señala lo siguiente: “Descubra el gusto de trabajar en equipo y dejará de trabajar por el resto de su vida.”
Es innegable que en lo que va de Gobierno, el presidente de la República, licenciado Danilo Medina, ha encaminado una serie de iniciativas (financiamientos, acceso a las compras estatales, asistencia técnica y búsqueda de mercados) tendentes a dinamizar los sectores productivos del país, en especial las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) y la agricultura, y tiene en carpeta un vigoroso Programa de apoyo a la industria local.
Para no dejar nada al azar, el Programa –obviamente- contempla los cuatro principios fundamentales para tener éxitos de que habla F. Arthur Klarck en su obra “El Pasaporte al Éxito,” que son: Meta, Plan, Acción y Perseverancia; así como en los cinco puntos que señala Robín Sharma en su libro “El Santo, El Surfista y El Ejecutivo,” a saber, Articular una visión, desarrollar una estrategia, hacer un contrato con uno mismo, Medir los resultados, celebrar los logros.
Ese Plan toma en cuenta las propuestas surgidas del 2do Congreso de la Industria Nacional –organizado por las asociaciones de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y el Consejo Nacional de Competitividad (CNC)-, así como las iniciativas evacuadas del 4to Congreso Nacional MIPYMES, montado por la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME.
Pero el plan ha de ser tenaz y perseverante como señala Arthur Klarck, ya que también Winston Churchill observa que “el verdadero secreto del éxito está en la perseverancia”, mientras que Juan Bosch asegura que “la tenacidad debe ser la divisa de los que desean destacarse en cualquier actividad privada o pública.
jpm
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
2 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios
juan perez
juan perez
6 Años hace

Por más pymes y empresas que inventen, mientras el traidor danilo siga trayendo masivamente desempleados de otros paises, a los trabajadores dominicanos solo les queda pasar hambre, así el desempleo no se detendrá

Hector Lopez
Hector Lopez
6 Años hace

Estadísticas de la Ley 56-07? Una ley que aglutina a fabricantes dentro del marco de los textiles y los calzados, de suma importancia para la creación de empleos en la R. D. y de la cual no se dice nada.