Los Verdes: De la indignacion a un cambio politico

Vamos todos a la marcha del millón del Domingo 12 de Agosto a las 9AM. Ven vestido de verde, trae tus pancartas y fotos de los corruptos, empuña la bandera tricolor, levanta los letreros y vocifera las consignas contra este flagelo que nos arruina. La Marcha Verde es un sentimiento social y ético que ni el gobierno ni la oposición corrupta pueden destruir con mentiras ni campañas ni bocinas pagadas.

Aunque, no nos hagan caso, sigan sordos y mudos y no hayan consecuencias jurídicas y aunque el PRM intente inútilmente de adueñarse de MV, debemos seguir marchando y rechazar el expediente de Odebrecht, exigir la desitución del procurador, impugnar el acuerdo de descargo de la empresa, requerir auditoria al soborno, solicitar la investigación de los 3 presidentes involucrados, reclamar la inclusión de los que faltan en el expediente, pedir una investigación seria de Punta Catalina y también de los pagos de Odebrecht en las campañas.

Pero la función básica de Marcha Verde (MV) como movimiento social es enfrentar la corrupción no solo de este gobierno sino también de todos los gobiernos que hemos tenido en 50 años, así como también denunciar a los farsantes que tratan de sacar ventajas políticas para allanarle el camino a los mismos tramposos de siempre.

La propuesta de un programa mínimo de reformas y la formación de un frente opositor como se está planteando a lo interno de los verdes y que lo acaba de hacer público Luis Abinader, no debe ser la tarea de los verde. Debe estudiarse pues raya en el oportunismo político. Eso de que hay que sacar esta plaga morada para dejar pasar a quien sea no forma parte de los objetivos claves de MV.

Esos amigos que están promoviendo dicho frente político o ciudadano para enfrentar al PLD al lado de partidos corruptos, son los mismos que ayer se opusieron al manifiesto ciudadano de Bartolome Pujal que plantea la constituyente y que Marcha Verde se convierta en un partido como lo hizo PODEMOS en España.

Los corruptos no solo están en el gobierno, o en el sector empresarial. Hay corrupción en las instituciones públicas, en el Congreso, en la Justicia y en los Ayuntamientos. Entre los 222 congresistas que reciben prebendas y dádivas, solo el Diputado Fidelio Despradel de Al País no acepta este ingreso irregular.

En la justicia están todos los partido con un mercado de jueces, fiscales y abogados. No hay una sola alcaldía que salga libre de pecado en las auditorias por anomalías de regidores y alcaldes. La lucha contra la corrupción debe ser contra todos los corruptos vengan de donde vengan, sin importar su estatus. Tanto la oposición como el gobierno central y el municipal están traficando con mermeladas.

Aliarse a las viejas cúpulas políticas para enfrentar la corrupción es renunciar a los principios y al decoro. Aunque lo nieguen, seria un apoyo a las exenciones fiscales, a las pensiones de los funcionarios, a los contratos irregulares de concesión privados, al robo de las ARS y de las AFP, a las botellas, al saqueo de nuestros recursos naturales y al soborno y sobre valuación en la construcción de obras.

Esos grupos aunque cambian de nombres, son los mismos. Se hacen los graciosos en el discurso y por cuestiones políticas pero en la practica, todos apoyan la política de reparto, privatización y corrupción neoliberal. El mismo PRM montó un discurso contra la corrupción en las elecciones pasadas y no solo nombró a dedos sus candidatos sino que también prefirió escoger chóferes delincuentes con dinero como candidatos y descartar personas honestas sin recursos.

Debemos ser cuidadoso con el origen del movimiento verde. Surgimos tras la desintegración del grupo de la sociedad civil Justicia Fiscal pero no podemos repetir sus errores infantiles. Estamos obligados a luchar, educar y lograr metas con el legado de Duarte. Aquellas luchas de concentraciones y juicios populares contra los corruptos de Leonel Fernandez, no lograron sus objetivos porque fue politizada y este grupo terminó influenciado por el PRD-PRM.

Se puede repetir la historia. La mayoría en el colectivo verde esta inclinado a favorecer al PRM. Este partido así como el PLD, el PRSC, y el PRD son partes del sistema de injusticia y desigualdad. Están desprestigiados, no tienen propuestas, todos son cómplices, sus discursos son puras mentiras, y su practica es clientelar. Son negociantes, oportunistas, entreguistas, represivos y deshonestos.

No es que estemos planteando la pureza ética de los políticos para servir al país pero en honor a la verdad en un gobierno controlado por el el PRM, ligado al PRSC, o al PRD nunca se va a investigar a los presidente, a Senadores y Diputados, ni a Jueces ni a Síndicos los cuales podrían estar involucrados en sonados casos de corrupción.

No hay un solo partido de turno que en nuestro país no haya utilizado el gobierno para nombrar a dedos fiscales y jueces políticos para protegerse de futuros expedientes. Esta practica no es nueva, viene de todos los gobiernos anteriores. Es antietico que un partido lleno de corruptos y vulnerable pretenda enfrentar la corrupción.

La Marcha Verde como movimiento social contra la corrupción y la impunidad debe seguir cumpliendo su papel de elevar el nivel de conciencia de los dominicanos, procurar que en un futuro gobierno que la justicia y el congreso sean independientes, y que los demás cambios se den junto al ciudadano, sobre la base de un cambio de rumbo.

Lo correcto es que sigamos como movimiento social pero si por consenso de las asambleas populares y el colectivo verde se va a cambiar de estrategia, que sea de los verde que surja un partido honesto, transformador, y ético para impulsar vía la constituyente las grandes transformaciones de la democracia participativa.

Sigamos esperanzado y con energía porque el futuro es nuestro. Ante la segura masificación de la marcha, ante la sordera del gobierno y ante los intentos de la oposición de utilizarnos, debe el colectivo verde reflexionar sobre si hacemos como los mejicanos de acudir al voto popular para pasar: de la indignación a un cambio político.