Gramática política o la L de Leonel

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El autor es periodista. Reside en Santo Domingo.

La Junta Central Electoral ha aprobado el cambio de nombre al que  se
denominara Partido de los Trabajadores Dominicanos para que en lo
adelante sea llamado  Fuerza del Pueblo. Esta organización pasa a
tener como principal dirigente al doctor Leonel Fernández,
expresidente de la República, renunciante del PLD.

Con la  batahola de las elecciones primarias del 6 de octubre, que
Fernández no acepta haber sido derrotado por el candidato del
Gobierno, emergió  una agrupación denominada La Fuerza del Pueblo
cuyas siglas LFP coinciden  con las del lema “Leonel Fernández
Presidente”.  Este hecho representa un buen aporte a la definición del
caudillismo.

Esa modalidad de dirección política conlleva que cada movimiento gira
en torno a una persona  -el caudillo- que llega a creer que está por
encima de todo y de todos. La historia dominicana  cuenta con ejemplos
muy evidentes de este tipo de dirigentes, casi todos constituidos en
tiranos, algunos de ellos sacados del poder por la gracia del plomo.

Los medios de comunicación habían incurrido en vacilaciones al momento
de citar el partido de Fernández, pues tanto  escribieron con el
artículo  en mayúscula -La” Fuerza del Pueblo-  como en minúscula: “la
Fuerza…”. No es común que el artículo sea parte del nombre de una
institución, aunque se coloque delante del mismo.

Escribimos, por ejemplo, la Organización de Estados Americanos, la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Partido Revolucionario
Moderno…Pero las letras iniciales de los artículos “la” y “el” no se
afilian a las siglas de esas entidades. La “L” de Leonel entraba con
fórceps   en el nombre  La Fuerza del Pueblo.

El pasado miércoles  18, la prensa  informó que el  Pleno de la Junta
Central Electoral (JCE) aprobó la noche anterior  el cambio de nombre
del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD) a la Fuerza del
Pueblo. La decisión resta la contribución al caudillismo evidenciada
con las siglas LFP,  las cuales  denotan que  el líder y el partido
son lo mismo.

Fuerza del Pueblo entra en el reducido grupo de organizaciones
políticas que no han incorporado el sustantivo “partido” a su nombre,
como  son los casos de Alianza País, Alianza por la Democracia  y
Dominicanos por el Cambio. Para muchos otros, la palabra Partido (con
mayúscula) es parte de su nombre y de sus siglas: PRM, PLD, PRSC,
PRSD…

Los caudillos del pasado   derivaron de sus apellidos la calificación
de sus seguidores: santanistas, baecistas, jimenistas, trujillistas.
Excepción fueron los de  Horacio Vásquez; horacistas. Los  adeptos de
los caudillos actuales se  identifican a partir del nombre de pila:
danilistas, hipolitistas, leonelistas. Pero  Fuerza del Pueblo se
queda sin la L de Leonel.

JPM
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Roque Zabala
Roque Zabala
4 Años hace

Roque Zabala
Buen articulo profesor, pero la peor parte es el reforzamiento del caudillismo, una corriente negativa que es la base principal de los males de la política vernácula y que muchos daños sigue creando e impidiendo el desarrollo de un país rico, pero pobremente administrado que en el siglo XXI sigue repitiendo los males del pasado.

Solo Domingyez
Solo Domingyez
4 Años hace

La marca no se hace por el nombre, sino por el trato y por el servicio que usted la ofrezca o la maneje. Una marca se coloca en el mercado por el buen servicio que se le dé a la clientela. Eso es así, la marca Cocacola es grande por el servicio dado por esa marca, PLF, nació un partido grande por el trato dado a los ciudadanos por Leonel Fernández.

Fernando A. De León, Manhattan, New York.
Fernando A. De León, Manhattan, New York.
Responder a  Solo Domingyez
4 Años hace

Que tupé el de este señor llamado Domíguez. Hay estar vivos para oír y leer-como se dice-sandeces y barrabasadas.