Decir amigo, en Rumano

De la mano de Erickson Taveras Castro, incansable y abnegado luchador por las mejores causas de su noroeste añorado, hemos recalado en recónditos lugares, escalado altitudes y volado con las alas de la fantasía, siguiendo los latidos de su enfebrecido corazón. 

Unas veces en los polvorientos caminos y las atestadas callejas de Neiba, Galván u otros puntos del Sur profundo. Otras tantas en la costera y romántica ciudad de Monte Cristi, que está celosamente resguardada por el dromedario dormilón que se sumerge con sutil elegancia en las aguas del Atlántico; Y, con más frecuencia, en las ardientes tierras de Dajabón, aquí llanuras, allá serranías, en donde, con las gestas de Beller, Sabana Larga y Capotillo, se consolidó la soberanía y se puso a prueba el espíritu libertario de las comunidades fronterizas de la República Dominicana. 

Con Erickson, también, en una alucinante noche de un gélido febrero, sorteamos las desiertas calles de un New York inundado por las nieves de una tormenta apocalíptica, mientras buscábamos, ambos, el apoyo de voces solidarias que quisiesen sumarse a una nueva cruzada en pro de la frontera dominicana y su gente humilde. 

Dando curso a las señales anotadas en su abultada bitácora, este inquieto capitán se ha lanzado, de un tiempo a esta parte, por los mares y océanos que conducen hasta los territorios infinitos conocidos como ‘el Viejo Mundo’, en la ardua tarea de sopesar opciones, ofertas y posibilidades de desarrollo para seguir apoyando a nuestra gente. 

De tal suerte, le vimos anclado en tierras de Rumanía, en la parte central del continente europeo, enfundado en ropaje típico, desandando añejas vías y conociendo poblados por los que nunca antes un noroestano nuestro anduvo, disfrutando delicatessen y curiosos manjares y empapándose de los valores culturales de aquellas tierras;  Y, lo que es más, hurgando en cada entrevista o  encuentro social cuánto de utilidad podría aprovecharse en beneficio del desarrollo social y económico de la frontera dominico haitiana.

En tan arduos afanes y extensas cabalgatas nuestro insigne Quijote de los nuevos tiempos no habría de estar solo: Un dispuesto y aherrojado escudero, rumano, por demás, habría de franquearle las puertas y acompañarle por tan ignotos territorios, haciendo la noble labor de guía, traductor o lazarillo. De este viajero de la historia hemos de contar muchas cosas, en su momento; bástenos decir, por ahora, que en uno de sus caprichosos viajes por el Caribe, adoptó nuestra tierra como su segunda patria y se aplatanó en el noroeste, al igual que otros alucinados visitantes que le precedieron en el tiempo. Y se quedó entre nosotros, aunque de manera itinerante, dadas sus múltiples ocupaciones en diferentes lugares del mundo.

Responde al nombre de Calín Daniel Cruceru, pero de preferencia todos le llamamos con el breve y fraternal apelativo de Calín. 

(A diferencia del fiel compañero de penurias y vivencias de don Alonso Quijano, éste que nos ocupa mantiene una más esbelta figura, es cuidadoso en el manejo de las palabras y no se arredra ante nada ni ante nadie, a la hora de defender sus convicciones. Pero, al igual que a Sancho Panza, por momentos le escuecen las tripas al observar la obstinación, ardor y templanza con que su hidalgo caballero defiende a capa y espada la puesta en práctica de visionarios proyectos e iniciativas, sin dejarse arrastrar por engañifas ni tener que enfrentar a fantasmas encubiertos en molinos de viento u otras peligrosas asechanzas). 

Y he aquí que, puestos a un lado el lánguido Rocinante y el dócil y paciente Rucio, aprovisionados con las facilidades y la tecnología de los nuevos tiempos y reforzados con poderes fácticos de más luces, credibilidad y solvencia que lo que fuese estampado en las ambiciosas Estipulaciones y acuerdos de dudoso logro y cumplimiento que acompañaron los afanes de aquel delirante marinero genovés que zarpó del puerto de Palos de Moguer en una neblinosa mañana del viernes 3 de agosto de 1492, en esta ocasión la pareja de emprendedores paladines llegan, de vuelta a la Patria y con las alforjas llenas de ideas y proyectos  que bien podrían convertirse en realidad con un poco de fe y la integración de inversionistas y empresarios que puedan disponer sus esfuerzos, capacidades y recursos para lograr el desarrollo de la región. 

Junto a ellos llega, también, una avanzada de empresarios e inversionistas que forman parte de la recién creada Cámara de Comercio Dominico Rumana, entidad que busca solidificar los nexos comerciales, la hermandad y la solidaridad entre nuestras respectivas naciones. Un sinnúmero de proyectos están siendo sopesados, en estos momentos, por personas versadas en la materia y con sobrada experiencia en tales asuntos. Se habla de establecer, en un lugar adecuado de la frontera, una planta procesadora de pulpa de mango y otros frutales de producción masiva en la región, con la finalidad de producir una exquisita bebida alcohólica, con el aroma embrujador y afrodisiaco de la frontera, entre otras iniciativas y proyectos que ya se encuentran en carpeta. 

Es dable pensar que, a la luz de la legislación y reglamentaciones que regulan las actividades del orden agro industrial, en el curso de los meses por venir estaremos siendo testigos de la puesta en marcha de alentadores y novedosos proyectos de desarrollo, que redundarán  positivamente en beneficio de nuestra gente, dado el hecho de que han de emplear una gran cantidad de mano de obra ociosa proveniente, mayormente, de nuestras comunidades. 

Como se ve, además, del interesante y pintoresco prontuario de valores históricos, folclóricos y artísticos que enriquecen el patrimonio cultural del pueblo de Rumanía, en los próximos días, meses y años estaremos en contacto directo con gente de buena voluntad de esa hermana nación, que nos visita con la intención de conocernos, para compartir inquietudes y conocimientos y, de manera principal, para impulsar objetivos comunes, en beneficio de nuestros países. 

Y en éste, como en otros múltiples logros y conquistas, hemos de reconocer la enérgica y diligente acción de Erickson Taveras Castro, un activista cultural y comunitario que ha dedicado su vida entera en la búsqueda de reivindicaciones en beneficio de su gente. 

Enhorabuena!

jpm-am