Claudio Almonte: armador incansable en la cardiología de RD

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Claudio Almonte Germán, derecha, junto a su mentor Carlos Lamarche Rey

Claudio Almonte Germán -vegano por nacimiento y sancristobero por adopción- es hoy una de las figuras más destacadas del sector cardiológico dominicano, que el 2021 cuenta con alrededor de 650 profesionales.

Tiene la particularidad, escasa en nuestro medio, de ser multifacético, es decir, de sobresalir en diferentes áreas, por lo que se ha convertido en un referente a la hora de hablarse de cardiología.

Cuando se está frente a frente a él se encara no solo al médico clínico, sino también al propulsor de centros de diagnósticos, al maestro de medicina, al investigador y al escritor.

Recientemente fue distinguido por el Colegio Médico Dominicano (CMD), junto al doctor Hilario Pérez Reyes, ginecólogo, con el galardón “Maestro de la medicina Dominicana 2021”, otorgado en ocasión del Día del Médico.

¿Cuáles son los orígenes de este activista de la salud -de estatura mediana y lenguaje sin estridencia- muy laborioso en sus lugares de trabajo de Santo Domingo y San Cristóbal?.

Sin mucho esfuerzo hemos podido determinar que nació en 1952 en Rincón,  La Vega, como parte de una humilde familia campesina cuyo cabeza era agricultor. Fue el más pequeño de siete hermanos y pudo estudiar en forma continua al punto de graduarse de bachiller en La Vega.

Durante sus estudios secundarios tuvo afinidad con las ciencias naturales y siempre pensó en estudiar medicina, para lo cual se trasladó a Santo Domingo e inscribió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Estudiaba de 7 de la mañana a 4 de la tarde y al salir trabajaba hasta las 11 de la noche como auxiliar en el Secretario Técnico de la Presidencia, donde ganaba para mantenerse en la Capital de la república.

Primeros pasos 

Se graduó de médico en octubre de 1980 y de inmediato pasó a hacer pasantía en el hospital Rafael J. Mañón, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), radicado en San Cristóbal. Luego concursó para hacer en el hospital Salvador B. Gautier, de Santo Domingo, primero la residencia de Medicina Interna  y después la de Cardiología, que tomaban tres años cada una.

Uno de los libros del doctor Claudio Almonte Germán

“Allí me encontré con el doctor Carlos Lamarche Rey, que fue mentor y guía para nosotros aprender no solo medicina y cardiología, sino cosas de la vida. El fue un padre para mi”, cuenta Almonte Germán.

Culminó la especialización en Cardiología en  1987 y por recomendación de Lamarche Rey prontamente pasó a especializarse durante dos años en cardiología y ecocardiografía en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, de México, al que acudía la mayoría de dominicanos que iban al exterior a seguir estudios en este ramo.

Al regresar se integró al staff del hospital Salvador B. Gautier, donde hizo medicina interna y cardiología con el cargo de médico ayudante. Al ser pensionado en el 2000 el doctor Lamarche Rey, Almonte Germán lo sustituye en la dirección del Departamento de Cardiología, pasando   diez años en el puesto.

Enseñanza 

En el 2010, Almonte Germán fue pensionado de la parte asistencial de ese hospital, por muchos años el principal del IDSS, pero se mantuvo integrado como docente en el área de enseñanza. Y es que en ese mismo año,  siguiendo los lineamientos y protocolos, se sometió desde el Salvador B. Gautier al Ministerio de Salud Pública el proyecto de Residencia de Ecocardiografía y Ultrasonido. Fue aprobado y en diez años se han formado como ecocardiografistas  47 médicos cardiólogos que están diseminados en el territorio nacional.

Almonte, propulsor principal de esa Residencia, ha sido y sigue siendo el coordinador de la misma. Después de ella se han establecido Residencias de Ecocardiografía en el Instituto Dominicano de Cardiología, de Santo Domingo, y en Santiago.

Promotor 

En lo que al segmento privado se refiere, Almonte German fue de los ideólogos y motores del Centro Diagnóstico Especializado Cedisa, que opera desde 1993 en la calle Pedro Ignacio Espaillat, frente al palacio de Bellas Artes, en el sector Gazcue. Establecido por un grupo de médicos, la mayoría cardiólogos, Cedisa es el mayor centro de diagnósticos por imágenes de la Capital dominicana.

Tiempo después, ya en el nuevo siglo, Almonte Germán estuvo en primera línea entre los fundadores del Centro Cardiovascular Santo Domingo, entidad de cardiología intervencionista en la que se hace cateterismo, angioplastia, ablación por radio frecuencia, estudios electrofisiológicos, crio-ablacion, arteriografía cerebral y colocación de stent, marcapasos y  des+fibriladores implantables, entre otros procedimientos.

El Centro Cardiovascular Santo Domingo -ubicado en la calle Abelardo Rodríguez Urdaneta esquina Mahatma Gandhi, en Gazcue, tuvo un desarrollo lento en su primera etapa, pero en los últimos cinco años -al asumir Almonte Germán su dirección in situ- ha despegado y se encuentra en situación exitosa.

El cardiólogo vegano-sancristobero,  quien luce incansable,  pasa ahí todas las mañanas atento a los  más

Claudio Almonte Germán y el periodista José Pimentel Muñoz

mínimos detalles de esta unidad, dotada de equipos modernos y personal joven con formación de primera.

Pero de tarde se traslada a San Cristóbal, donde está lo que considera su “bunker”, constituido por consultorio en la vetusta Clínica San Cristóbal -en proceso de ampliación- y su oficina en el  Centro Diagnóstico San Cristóbal (CEDISANC), del que ha sido inspirador número uno.

Cedisanc, primer centro de diagnóstico por imágenes de la región Sur, sigue la misma línea del capitaleño Cedisa, tiene ya dos sedes en San Cristóbal y se encuentra en franco crecimiento con el concurso de una pléyade de médicos.

Almonte Germán, de quien sus conocidos cercanos no se explican cómo tiene fuerzas físicas y mentales para tanto ajetreo diario, se expresa muy complacido de mantener vínculos estrechos con la comunidad de San Cristóbal y lo justifica diciendo que allí inició la práctica médica en el hospital Rafael J. Mañón, conoció a su esposa Nancy Ortiz Lachapelle y nació su hijo Roberto Claudio, quien le ha seguido los pasos en la medicina.

“San Cristóbal es mi preferencia”, deja claro este médico, que fue presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología en el período 1993-1995, lo que le permitió aflorar en el importante sector cardiológico nacional.

Investigador  

Pero su labor no se ha limitado al campo asistencial y docente ni a cumplir la función de bujía de encendido de centros de diagnósticos, sino que ha ido más allá. En efecto, ha sido investigador, participando en la elaboración (solo o en grupo) de múltiples trabajos que han contribuido decisivamente a un mejor conocimiento de la realidad dominicana sobre la enfermedad coronaria y el establecimiento de políticas públicas para la mejora de la salud de la población. Están entre esos trabajos el Registro Nacional de Infarto Agudo al Miocardio en República Dominicana,  el estudio Factores de Riesgos Cardiovasculares en RD (Efricard)  y el estudio Disponibilidad de Cardiólogos en la Republica Dominicana.

Ha sido dictante de conferencias y asistente a decenas de simposios y congresos en el país y el exterior; organizador de eventos (cuatro veces presidente del comité organizador del Congreso Dominicano de Cardiología) y editor  de la revista Archivos Dominicanos de Cardiología.

Ha editado varios libros que marcan pautas al conocimiento y contribuyen a la organización de servicios de salud, entre los que destacan: Cardiología en Atención Primaria, Ecocardiografía Clínica, De la Clínica a la Ecocardiografía, Infarto Agudo al Miocardio en República Dominicana, Cardiología en Atención Primaria, Lecciones de Clínica y Medicina Critica, Hipertensión Arterial Sistémica: Cuaderno de Trabajo, y el más reciente la tercera edición de “De La Clínica a la Ecocardiografía”.

A los 69 años de edad, en pleno ejercicio profesional, Almonte Germán expresa su “agradecimiento a Dios que me ha dado fuerzas para participar en todos estos grupos siempre con un equilibrio físico, mental y espiritual, consciente de que nadie hace nada para  sí mismo, que todo es para servirle a otros y consciente de que con amor todo florece”.

josepimentelmunoz@hotmail.com 

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Cruz y Raya
Cruz y Raya
2 Años hace

Cuando se quiere se puede.Un paradigma el cardiólogo,las juventudes de hoy,especialmente en las escuelas,deben conocer éste ejemplo de superación personal,para el bien de la sociedad.

Hector Ramirez
Hector Ramirez
2 Años hace

Excelente persona y profesional de la medicina, tengo el gusto de conocerlo, y lo he tratado varias veces