Al PRM: Las elecciones se ganan en la JCE
Durante extensos períodos de tiempo, se ha argumentado que las elecciones se ganan y se pierden en las mesas electorales y en el órgano electoral.
Esta plataforma argumentar se toma como válida, en razón de que rara vez se ha contado con un árbitro independiente, para los procesos electorales.
Quien debería ser el tercero imparcial, la Junta Central Electoral (JCE), transita el camino lastimoso de la complacencia, para quien ostenta el poder.
Cuando existen vínculos monetarios, directamente con el gobierno, directos entre cercanos familiares y quienes dirigen el órgano electoral, es de fácil cálculo obtener los resultados frente a cualquier reclamo legítimo de los partidos de oposición o la sociedad misma, en búsqueda de democracia.
De forma inconspicua se intentan establecer normas y acciones, que en vez de fortalecer la democracia, participan en las tramas basadas en el amiguismo y en el interés de unos pocos.
Con respecto a la JCE y sus Jueces Titulares cada día es notorio el nivel de descredito que los arropa. Su nivel de complicidad con acciones dudosas, en procesos altamente cuestionados los coloca en lugares penosos, para sus apellidos y trayectoria social.
Muchas veces actúan de esa forma exponentes, que teníamos por honorables, bajo la gracia financiera o las promesas de canonjías para propios y terceros. Éste caso no es la excepción. Los comportamientos desoldados en contra de la democracia y en favor del poder, nos permiten ver cuál era el verdadero objetivo de los ¿Honorables? Por formar parte del órgano electoral.
Esto solo debe servir de base para que los partidos de oposición, principalmente el PRM, entiendan que en este país, donde los escrúpulos hace tiempo fueron enterrados por el partido oficial, se gana en la junta y se pierde en ella.
Hasta ahora solo he observado a los miembros de La Fuerza del Pueblo (LFP) actual de forma contundente, en contra de maniobras que pretende el poder realizar. Si el PRM no vislumbra lo que vendrá querrá quejarse pero no hallará quien le gana el coro.
JPM