Ingeniería, una profesión degradada y sub-utilizada
Por EURIS MENDEZ
Es cierto que la profesión de ingeniero es muy raramente un utópico de seria discusión pública. No es un tema que encontremos en discusión en paneles televisivos y en reuniones sociales, mucho menos existe algún programa radial o televisivo que se centre en el trabajo cotidiano de los ingenieros, en cambio hay un sin números de programas radiales y televisivos sobre las actividades de los médicos, abogados, políticos, cocineros, artistas y hasta de los reggaetoneros, esto sin la intención de denigrar a nadie.
Me atrevo a decir sin lugar a equivocarme que gran parte de la población en general, no tiene muchas veces la más mínima idea de lo que hacen los ingenieros cotidianamente. Considerando que si uno hiciera una pequeña encuesta, solicitándoles a las personas encuestadas, una descripción de lo que hacemos cotidianamente nosotros los ingenieros, se comprobaría que un alto porcentaje de ellas, no sabe o al menos no lograría describir lo solicitado.
En cambio uno puede apostar que todos los encuestados podrían describir con más facilidad lo que hace cotidianamente un médico, un artista, un profesor o bien un político, esto es debido a un gran desconocimiento de lo que realmente somos o lo que hacemos.
Pero somos nosotros, los ingenieros reales, los que día a día estamos trabajando para concebir los computadores, los puentes, las carreteras, las obras hidráulicas, los edificios, los aviones, los proyectos agro-industriales y tantas otras cosas que afectan y benefician nuestra vida cotidiana, somos nosotros a los que nos desconocen y nos consideran personas anónimas.
Muchas personas, no saben, ni comprenden, que de nosotros dependen en gran parte el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra sociedad, de disponer en gran medida de una buena calidad de nuestra ingeniería. Hay que explicar, que la ingeniería es el conjunto de conocimientos científicos adquiridos durante una etapa de preparación, estudios, formación, etc., aplicados a la invención, que luego perfeccionamos, utilizando técnicas para la solución de problemas que afectan directamente a los seres humanos en su actividad cotidiana; es decir lo que somos, lo que hemos aprendido, no es nada ‘’empírico’’.
Según estudios, la Academia de Ingeniería de EE.UU. reconoce que 20 desarrollos tecnológicos han contribuido al mejoramiento de la calidad de vida durante el transcurso del siglo XX. En todos estos desarrollos tecnológicos estuvo presente el trabajo de Ingenieros a través de su labor en proyectos de innovación tecnológica. En estos proyectos concurrió la interacción entre las Ciencias Básicas y la Ingeniería.
Para resaltar algunos de los aportes hechos por los ingenieros que van desde la creación del papel de baño, alimentos, producción agrícolas, carreteras, presas, acueductos, edificaciones, tecnología, salubridad, medicina, economía, electricidad, genética, etc., es decir a nosotros los ingenieros se nos debe todo el avance tecnológico que hoy en día goza la humanidad.
Pero si bien es cierto que hemos creado y desarrollado toda la tecnología del mundo a beneficio de la humanidad, nos planteamos una gran interrogante que viene a cuestionar la labor de nosotros los ingenieros. Siendo nosotros los responsables de realizar las aplicaciones de estos inventos científicos, con desarrollos de innovación logradas a través de los proyectos.
Considerando ademas, que la realidad económica y social de la humanidad a través de todos los tiempos y desde la prehistoria ha estado condicionada por la tecnología disponible, hace surgir la inquietud por entender entonces las razones por las cuales los beneficios de la tecnología no ha llegado a todos y gran parte de la población muere por no disponer de las condiciones de satisfacción de sus necesidades mínimas. En nuestro caso, hoy en día tenemos comunidades, que carecen de servicios como son: Electricidad, agua potable, alcantarillado sanitario, Hospitales, Escuelas y sobre todo, personas que no poseen un techo digno.
En respuesta al cuestionamiento anterior conviene ir aclarando que en el logro de un mejoramiento de la calidad de vida, a través de un buen nexo entre la realidad económica y la aplicación de la tecnología, está condicionado mayormente a la intervención de otros involucrados además de los científicos e ingenieros. Es una responsabilidad compartida por toda la sociedad que hoy día está cada vez más globalizada y se articula a través de sus »políticas y gobiernos». De este modo es la administración que hacen los pueblos de este trinomio “Ciencia, Tecnología e Innovación”, lo que permite el desarrollo de los países.
Según la Organización de las Naciones Unidas, el manejo inadecuado de los fondos públicos, por parte de políticos y funcionarios corruptos, las distorsiones del mercado, por parte de sectores metalizados y la situación de una política de derechos intelectuales injusta, conspiran para que los beneficios tecnológicos creados y desarrollados durante siglos por nosotros los ingenieros y científicos no lleguen a los países en vías de desarrollo logrando de esta manera un desmejoramiento de las vidas de sus habitantes.
La ingeniería como profesión ha sido mal empleada y sub-utilizada en muchos aspectos, puesto que ya no se considera como una profesión de carácter puramente técnico y científico, si no que se ve en muchos de los casos como un medio de lucro, es por eso que hoy en día vemos una proliferación de empresas constructoras de carpetas, cuyos propietarios son profesionales de otras áreas muy lejanas a la ingeniería.
Otro aspecto importante es el abandono de las autoridades a que se disponga un buen uso de la practica de ingeniería para el uso sostenible y como aporte técnico-científico en provecho de la humanidad, así como el abandono por parte de las agremiaciones como el »codia» que ha sido indiferente al velar por el bien común de los ingenieros y asesorar a dicho estado en materia de ingeniería.
Una muestra de este abandono es la germinación de obras ilegales realizadas por personas no especializada y sin ningún tipo de formación, noción y conocimiento de las ingenierías, es por eso que cada día vemos personas sin ningún concepto de ingeniería como: Abogados, Médicos, Periodistas, Militares, Conserjes, limpiabotas, Etc., como intermediarios en un contratos de obras con sectores que ya mencionamos ‘’El Estado’’, capitalizando y subordinando a profesionales reales de la ingeniería.

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