Presos preventivos: olla de presión
Deprimente y caótico resulta el escenario del sistema carcelario con 25,711 presos, incluyendo 15,310 preventivos, peligrosa olla de presión que urge impedir su estallido.
Listín Diario viene reseñando en varios estremecedores reportajes ese penoso escenario, el último el 30 de enero reciente, pormenorizando 10,401 cumplen condena, y 15,310 preventivos, que resulta una flagrante violación a los derechos individuales de la persona, sobre todo en un régimen de derecho, constitucional y democrático conforme es el nuestro.
La población carcelaria la componen 25,050 varones y 661 mujeres, recluidos en 31 centros masculinos, seis femeninos y cuatro mixtos, 10,156 hombres condenados y 245 mujeres, y preventivos 14,893 hombres y 416 mujeres.
La gráfica mostrada por Listín de ese día 30, muestra hombres semidesnudos y desnudos, una horrible promiscuidad, donde proliferan enfermos de tuberculosis, VIH, cáncer en etapa terminal, un tóxico cóctel exitoso de transmitir graves dolencias humanas.
No es reciente la denuncia sobre este lastimoso escenario imperante en los 41 centros penales, todos con el peligroso lastre descrito, sin que la PGR ni la SCJ dicten rápidas y precisas providencias para descarcelar la demografía carcelaria.
Conforme informe de Manuel Antonio Acosta Polanco, director de estadísticas de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPV), requirió al presidente de la SCJ, Luis Henry Molina, a PGR, Miriam Germán, al Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, “acudir en auxilio de privados libertad con enfermedades terminales para que vivan sus últimos días con dignidad”.
Por ese tramo sin demora, estos representantes de la sociedad ante presos preventivos, condenados, en condición de salud precaria y terminal, deben proceder, designando jueces que labores 24-30, alternados, incorporando cuantos jueces requiera el proceso de reducir lo más pronto posible y mayor número, la explosiva demografía que muestra el sistema carcelario, digno de mayor responsabilidad y sensibilidad humana de los llamados servidores del Estado y la sociedad.
No es cuestión de cada siete de enero Día del Poder Judicial el presidente de la SCJ despacharse con una perorata sin sustancia y divorciada de sus responsabilidades, idéntico la PGR, procediendo sin demora a superar esta lacra social, algunos con procesos de salud final.
Porque en justicia, sus protagonistas no debieran decantarse por huecas e intrascendentes palabrerías, recordando que los jueces hablan por sentencias, no por chiqui shows pretendiendo impresionar incautos.
Es honrando sus responsabilidades y sus togas la forma de servir a la sociedad y reducir con la providencia señalada, el hacinamiento carcelario, sobre todo los preventivos, excarcelar a quienes conforme a la pena de cada caso versus prisión cumplida, y ahorrar un posible rebencazo del monitoreo que periódicamente acostumbra publicar el Departamento de Justicia del imperio sobre derechos humanos.
Recordando el reciente contra Central Romana.
jpm-am
ese sistema es otro antro medieval de pura degradacion humana. desafortunadamente con el incremento exponencial de las acciones delincuenciales, los transgresores de la ley no encontraran mucho apoyo en la ciudadania sensata. estamos viviendo tiempos coyunturales en los que se cuestiona si sobrevivira el ciudadano decente o el delincuente……
si son criminales que cumplan sus penas en la carcel, si son asesinos o atracadores, para que arriegarse a poner en peligro la vida de las personas honestas y trabajadoras de republica dominicana.