Proyecto de ley: empleos con beneficios
El plan en agenda del Congreso es dar beneficios al empleador que registre sus empleados en blanco con prevención del fraude laboral, tendiente a endurecer las sanciones contra los empleadores que tengan trabajadores en negro o informales, así como reducir los aportes patronales a las empresas pequeñas de hasta 30 empleados. CONEP dice que hay muchos informales y los trabajadores dicen que solo los emplean los empresarios fuera de los libros, por abajo y sin derechos, y aceptan lo que sea. Entonces Congreso debe actuar y trazar la línea. Mire esto. El empleo en negro se sitúa en algo más del 33% de quienes trabajan en RD y no ha mostrado progresos durante la mayor parte de los períodos gubernamentales del PLD. Estamos hablando de aproximadamente 1,5 millones de trabajadores que no reciben aportes jubilatorios, no cotizan, ni tienen cobertura de salud y de riesgos del trabajo. Se trata de una situación que afecta en mayor porcentaje a la población joven. Hay que sumar a este problema la importante cantidad de jóvenes que no cursan estudios ni trabajan. Los llamados «ni-ni» constituyen hoy alrededor de 750.000 personas de 18 a 24 años de edad. A ese número hay que sumar a quienes realizan trabajos precarios que ni siquiera les garantizan un salario mínimo, con lo cual aquel número se eleva a alrededor de un millón de jóvenes. Es por eso que proponemos la creación del Registro Público de Empleadores con Sanciones Laborales (Repsal), en el cual quedarán registradas y visibles en la web, aquellas empresas o personas que resulten sancionadas por falta de inscripción del empleador, ausencia de registración de trabajadores, u obstrucción a la labor de los responsables de Inspectoría de ministerio Trabajo. En tanto que las empresas figuren en ese registro, no podrán acceder a los programas de fomento, beneficios o subsidios oficiales, ni celebrar contratos con el Estado nacional. Tampoco, acceder a líneas de créditos de bancos de Estado y entidades públicos. Es necesario señalar que el problema del trabajo no registrado no se resolverá con la simple persecución de los empleadores en negro por parte de los inspectores del trabajo, independientemente de la necesidad de que existan controles eficaces. Creo, que la reducción de los aportes patronales en las pequeñas y medianas empresas puede ser un elemento positivo, pero debería enmarcarse en una política laboral mucho más amplia, que contemple un rediseño de la estructura de impuestos al trabajo, que hoy por hoy coarta la posibilidad de nuevas inversiones productivas en sectores dependientes de la mano de obra intensiva. Ninguna política económica que apunte a la llegada de nuevas inversiones y al pleno empleo puede desconocer, en el mundo de hoy, la necesidad de reducir la presión de los impuestos al trabajo y de avanzar hacia su gradual eliminación, además de simplificar los mecanismos de contratación de trabajadores y de profundizar las políticas de capacitación con INFOTEP.