Por políticas de planeamiento urbano responsable
Las recientes inundaciones causadas por las lluvias en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana revela una vez mas el alto impacto que tiene el cambio climático, el calentamiento global y falta de política de planeamiento urbano responsable. En esta región, ningún país está exento de los desastres naturales. El pasado viernes 04 de noviembre nos tocó y se cayeron grandes nubarrones de lluvias, que de acuerdo con expertos, mas de tres meses de lluvias cayeron en tan solo tres horas corridas de lluvias, en un solo día.
Este año, los efectos cada vez más devastadores del cambio climático se han hecho evidentes con tifones en Bangladesh, inundaciones en Pakistán, olas de calor en Europa, incendios forestales en América del Norte y sequías en África. Si el calentamiento global continúa, los científicos predicen desastres más devastadores y una interrupción a largo plazo de los patrones climáticos que causarán más sufrimiento humano y trastornos económicos.
El pasado domingo 6 de noviembre de 2022 la comunidad internacional volverá a reunirse en una nueva cumbre climática: la COP27 de Egipto. Su objetivo principal será revisar la situación mundial y las medidas que se han llevado a cabo en todo el planeta para combatir la crisis del calentamiento global.
En un blog antes de la conferencia sobre el clima COP27 de la pasada semana, la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, hace un llamamiento a la acción en tres frentes para lograr un planeta más limpio con menos contaminación, economías más resilientes y personas más sanas. La buena noticia es que alrededor de 140 países, que representan el 91 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya han establecido o propuesto objetivos de cero emisiones netas para mediados de siglo.
Todo esto debe traer a la preocupación de las autoridades gubernamentales y al sector público para que aumenten las políticas de descontaminación ambiental, protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible familia -medio ambiente. Una buena medida es el reciclaje, recogida y evitar tirar basura a las calles, sabiendo que esta práctica además de contaminar obstruye el drenaje pluvial e impide que el agua pueda drenar, trayendo como consecuencia grandes inundaciones y causando pérdidas de vida y de propiedades.
La gran cantidad de aguas caídas sobre la ciudad de Santo Domingo no debe dejar culpables a las autoridades gubernamentales, sino que también lo estarían las personas desaprensivas que lanzan desechos sólidos a las calles, así como aquellos comerciantes y empresarios que no disponen de los medios necesarios para recolectar la basura y contaminan todo a sus alrededores. Así podemos mencionar las industrias, los mercados públicos, los transportistas, los buhoneros y las constructoras que esparcen escombros en las aceras y contenes.
Creemos que no es momento de buscar culpables sino más bien de buscar soluciones. Mucho se ha hablado de la ley de planeamiento urbano (que la misma ha estado a cargo de aplicarla los ayuntamientos). Se ve la falta de supervisión en las construcciones populares y en las megas construcciones. Vemos que se permiten en áreas aledañas a los ríos y cañadas, otras no dejan el espacio de ley de aceras y contenes, así como también los espacios entre viviendas y edificaciones.
El sistema de construcciones en nuestro país a pesar de que somos una media Isla, con 10,953,714 número de habitantes en 48,442 kilómetros cuadrados, es horizontal, lo que indica poco desarrollo y se ha demostrado que las construcciones orientadas de forma vertical eficientizar el uso del terreno y evita que ocurran hacinamientos por la aglomeración de viviendas horizontales construidas sin cumplir con los requisitos legales.
En los últimos años han proliferado las construcciones en terrenos de producción agrícola y como que esos terrenos por lo general son llanos, por donde corren las aguas que se deslizan desde las montañas, son causas de las grandes inundaciones y el desbordamiento de cañadas y ríos que han tapado sus causes para hacer tales construcciones y se ve la falta de supervisión de las autoridades de planeamiento urbano, por causas de populismo político, macuteo y confabulación no están poniendo remedio a esos males.
Es tiempo de que tomemos conciencia de que se debe aplicar una política de planeamiento urbana transparente, protegiendo las áreas verdes, protegiendo las tierras fértiles y productivas, cumplir con el sistema de reciclaje de desechos sólidos, multar a los que tiran basura en las calles, readecuar el sistema de drenaje pluvial y aplicar la ley a aquellos violadores que dañan y contaminan nuestras ciudades, campos y ríos.
of-am