OPINION: Rezonificación de Inwood
A pesar de las recientes ediciones hechas por la Ciudad a la propuesta, sigo preocupado porque el plan de rezonificación perjudicará a Inwood y provocará un desplazamiento generalizado de los residentes actuales de la comunidad.
Tal como está redactado actualmente, el plan no garantiza que la ‘la zona comercial U’ no sea afectada por los proyectos urbanísticos, ni que las viviendas asequibles existentes estarán protegidas, ni proporciona una cantidad adecuada de nuevas unidades de vivienda asequible para ser construidas dentro de la comunidad.
Además, los $200 millones de nuevas inversiones tecnológicas y educativas -que se han cotejado imprudentemente como un esfuerzo para compensar el efecto negativo que la rezonificación produciría en Inwood- no alcanzan los incentivos que otras comunidades han recibido durante el proceso de rezonificación.
Aún más imprudente es la alusión de que estos nuevos apartamentos asequibles e instalaciones comunitarias avanzadas beneficiarán principalmente a los residentes actuales de Inwood. Si se aprueba y se permite que este plan de rezonificación avance, los residentes actuales de Inwood perderán y no se beneficiarán realmente de una preferencia local basada en la comunidad cuando soliciten nuevas unidades asequibles en el área. La propuesta de rezonificación recorta cerca de 12,000 apartamentos en nuestra comunidad y pondría a los residentes de Inwood que residen desde hace mucho en una posición de desventaja ante los nuevos solicitantes.
Cuando insté de la ciudad de Nueva York a crear 5,000 nuevos apartamentos asequibles para garantizar que los residentes de Washington Heights e Inwood recibieran una parte justa de las 300,000 unidades nuevas de vivienda que prometió, la Ciudad guardó silencio y optó por ignorar la solicitud. Ahora nos encontramos a nosotros mismos, nuestra ciudad y residentes entre nosotros en una situación que ya no podemos permitirnos ignorar.
La semana pasada, sostuve un foro comunitario con residentes de Inwood y escuché quejas de inquilinos hostigados y amenazados por propietarios excesivamente celosos que aprovechaban esta propuesta de rezonificación y la oportunidad de aumentar sus alquileres a tasas de mercado y desplazar a familias vulnerables.
Durante el foro sobre la rezonificación, se me unieron la presidenta de Manhattan Gale Brewer, contralor de la Ciudad de Nueva York Scott Stringer, la senadora estatal Marisol Alcantara, la asambleísta Carmen de la Rosa, miembros de la Junta Comunitaria #12 y residentes de Inwood en expresar su oposición al plan actual. Esta es una democracia y las necesidades de la mayoría de la gente y nuestras voces deben contar. Los residentes de Inwood no deberían ser arrestados cuando expresen sus preocupaciones sobre el impacto negativo que este desarrollo urbanístico tendría en ellos y sus medios de sustento.
Esta propuesta de rezonificación no es buena para nuestra comunidad. La diversidad de familias y pequeñas empresas familiares crean el tejido de lo que somos, y cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de garantizar que estas familias y empresas puedan permitirse permanecer y prosperar en el vecindario. La asequibilidad de nuestro vecindario y la asequibilidad general de la vivienda es realmente el alma de la estabilidad, para individuos, familias y pequeñas empresas. Con salarios bajos, las familias de ingresos medios y bajos no pueden permitirse vivir en los vecindarios que conocieron durante toda su vida, y se verán obligados a mudarse, dejando las residencias que están muy cerca de sus trabajos, escuelas, vecinos familiares y todo lo demás que define su comunidad.
Este plan tendría un impacto severo y negativo en los residentes de Inwood, y no podemos permitir que siga adelante. Me mantengo firmemente opuesto a esta propuesta, ya que aumenta los alquileres y desplaza a las familias y pequeñas empresas de Inwood, y realmente exagera el valor que aportaría a Inwood y a nuestra comunidad.
Las comunidades exitosas toman una posición en apoyo de sus residentes. Estamos indignados y no podemos simplemente permitir que las personas y las empresas simplemente sobrevivan en nuestra ciudad, sino que debemos poner en marcha esfuerzos que las ayuden a ellas y a sus familias a prosperar. Recomiendo encarecidamente a los funcionarios y representantes locales de la ciudad de Nueva York que implementen una moratoria de 7 años hasta que la comunidad, los funcionarios electos y los expertos tengan la oportunidad de seguir analizando el impacto significativo que este plan tendría en nuestra comunidad. Volvamos a la mesa de trabajo y presentemos una propuesta que realmente refleje los deseos de la comunidad.