OPINION: Los estímulos monetarios y fiscales

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EL AUTOR es administrador financiero, contralor general de la República. Reside en Santo Domingo.

La República Dominicana y muchos países del resto del mundo han tenido que enfrentar situaciones de graves crisis financieras y económicas por haberse expuesto a riesgos financieros, económicos y a fenómenos de salubridad y de la fuerza de la naturaleza.

En ese sentido, se recuerda el caso vivido en la República Dominicana de la quiebra de los bancos: Baninter, Mercantil y Bancrédito, los que por un fraude financiero descomunal el gobierno se ha  visto obligado a través del Banco Central de asumir el alto riesgo cuasi fiscal generado por dicha quiebra bancaria.

Lo anterior se llevó a cabo evitando en el año 2003 una gran crisis sistémica que hubiese dado al traste con el sistema financiero dominicano, pero gracias a la visión y la valentía de las autoridades de turno se evitó no sólo dicha crisis sino también una gran crisis social de consecuencias inconmensurables.

Así se conoce, como parte de la historia económica y financiera reciente, la gran crisis financiera o suprime generada en los Estados Unidos por  la  burbuja inmobiliaria de 2008 la que tuvo como origen la flexibilización de préstamos hipotecarios a favor de personas y empresas que no califican para los mismos lo que generó una falta de liquidez de muchas empresas las que en su momento fueron socorridas por facilidades otorgadas por el Federal Reserve Bank of New York (Fed), (Banco Central de los Estado Unidos) para evitar que cayeran en quiebra muchas de éstas  y con ellas la economía norteamericana en su totalidad.

Fueron muchas las deudas emitidas por distintas empresas las que fueron compradas por la  Fed a los fines de estimular la economía. Crisis que se conoce en los anales históricos como la gran recesión de 2008.

Antes que dichos acontecimientos financieros que la historia registra la de mayor alcance es la conocida como la Gran Depresión del año 1929 y que fue enfrentada exitosamente por el gobierno de Franklin Delano Roosevelt con un programa de estímulos financieros de largo alcance a los fines de reactivar la economía de entonces y resucitaba a Jhon Maynard Keynes.

Dieciocho años después de haberse originado la gran recesión del año 2008, la República Dominicana y el resto del mundo se vieron ante una crisis de salubridad (Covid-19) nunca antes vista la que tuvo su origen en la provincia China de Wuhan a finales de 2019, la cual ha tenido secuelas casi catastróficas en casi todo el mundo en el  orden de la salud, la economía y en  lo social.

La nación dominicana como los demás países que se han visto expuestos a tan descomunal pandemia ha tenido que recurrir a las flexibilizaciones fiscales y monetarias con el propósito de evitar una hecatombe en dichos sectores.

Es por ello que, siguiendo las recetas económicas y financieras de situaciones similares o casi iguales, tanto el Banco Central como la Hacienda dominicanas han tenido que poner a prueba la imaginación más que la inteligencia para mantener al país a flote económicamente.

Aun enfrentando la pandemia aunque con menos rigor que en sus orígenes el país todavía se encuentra convaleciente debido a tan terrible enfermedad, al extremo de que es ahora cuando se advierte una mejoría a nivel del año 2019 del sector turismo.

Así también, las exportaciones de Zonas Francas y la de la industria local de forma significativa, la demanda interna y externa se reactivan, las inversiones a paso firme experimentan un repunte lo que da lugar a estimar que el Producto Interno Bruto (PIB) finalizará en este año 2021 con un crecimiento del orden del 7%,  siendo conservador.

Pues bien, ante esta situación y con una población vacunada en casi un 48%  con las dos dosis de las marcas que han llegado al país aún se recomienda mantener las flexibilizaciones fiscales y monetarias que impone la situación.

Es por ello que el Banco Central de la República Dominicana así como la Hacienda Pública dominicana aún mantienen dichos programas de estímulos y flexibilizaciones.

El Banco Central sugiere mantener tanto los estímulos monetarios y fiscales como mecanismos para garantizar la sostenibilidad del crecimiento, hasta tanto se logre vacunar a la mayor parte de la población y contener los riesgos de la pandemia.

“De esta manera, con el compromiso de la política monetaria con la estabilidad de precios y el interés del gobierno en relanzar las inversiones a través del esquema de alianzas público-privada, la recuperación de la economía dominicana deberá seguir avanzando de manera firme en los próximos meses, esta vez ante un entorno externo más favorable”, dice el BCRD en un análisis publicado en su sección “Página Abierta”.

El análisis, realizado por la Asesoría Económica del Banco Central y titulado “Más allá de la inflación transitoria; la economía dominicana ante un entorno externo más favorable”, destaca que en adición a los avances en la vacunación y su influencia positiva en la recuperación económica, República Dominicana es reconocida como uno de los países que ha hecho su tarea implementando políticas que han contribuido a enfrentar la crisis sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica.

“Esto, junto a los fuertes fundamentos de la economía, ha redundado en un mejor trato por parte de las calificadoras de riesgos en comparación con otras economías de la región y en la confianza de los inversionistas en el desempeño económico”, sostiene la entidad emisora.

Refiere que en su reciente visita al país para la consulta de Artículo IV, la misión del Fondo Monetario Internacional emitió una nota de prensa donde afirma que “República Dominicana está preparada para una fuerte recuperación económica en el 2021, respaldada por las respuestas de políticas, el repunte mundial y la rápida campaña de vacunación”.

Sin lugar a dudas, la respuesta de política económica dominicana, junto a la mejoría que se observa en el contexto internacional ha contribuido a sentar las bases para una recuperación sostenida, la cual, cabe decir, no está exenta de riesgos, siendo los elementos de mayor incertidumbre las nuevas variantes del coronavirus que han surgido, así como la efectiva contención de la pandemia.

El análisis plantea, en otro aspecto, que el fortalecimiento del peso dominicano también ha sido posible por la sólida posición de reservas internacionales del Banco.

“De hecho, aun en medio de las condiciones adversas de la pandemia, las reservas internacionales se encuentran en un nivel histórico con más de US$12,500 millones, equivalentes a un 14.3 % del PIB y a 7.6 meses de importaciones, superando en un 74.2 % al nivel observado en igual periodo del año anterior”, enfatiza.

“En ese sentido, República Dominicana debe resultar gananciosa del entorno externo más favorable, ya que ha enfrentado la crisis sanitaria con mayor éxito que otros países de la región a la vez que presenta notables avances en su plan de vacunación.

En la actualidad, se han vacunado más de 5,200,000 dominicanos, lo que indica que alrededor del 48 % de la población total ha recibido al menos una dosis de la vacuna”.

Ante tal panorama el Banco Central reitera mantener tanto los estímulos monetarios y fiscales como mecanismos para garantizar la sostenibilidad del crecimiento, hasta tanto se logre vacunar a la mayor parte de la población y contener los riesgos de la pandemia.

En ese orden es menester llegar hasta donde sea posible con la flexibilización de ambas políticas para coadyuvar con el arranque definitivo de la economía de la República Dominicana.

Sin lugar a dudas son muchos los malabares y las estrategias novedosas que tanto Hacienda como el Banco Central han tenido que poner en práctica para evitar el colapso de la economía y las finanzas dominicanas.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

JPM

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