OPINION: Hipólito en dembó (en «perreo») pero contra la marcha

 

El pasado jueves 12, ya tenía listo para enviar a publicar un artículo titulado: «Trump: ¿nos traerá la paz o más guerras?»; pero ante la decisión de Mejía de no ir a la marcha contra la corrupción y la impunidad programada a realizarse el próximo 22 por todas las organizaciones populares y el pueblo mismo en masa, consideré de lugar escribir sobre esa decisión y postergar para la semana próxima u otra ocasión, la entrega del aludido artículo sobre Trump, la paz y la guerra.  En consecuencia, abordo ese tema de inmediato.

 

En el periódico digital 7 dias.com.do, aparece una publicación con el título:»Hipólito Mejía y César Sánchez harán aclaraciones sobre su gobierno y Odebrecht»

 

De esa publicación transcribo el párrafo siguiente:

«Yo (Hipólito Mejía) mantengo la posición, en mi caso personal (de no ir a esa marcha).  Tú nunca has visto a un presidente caminando en caminata y tirando piedras.  No, no, no, yo no soy hombre de eso, todo lo contrario, yo soy un hombre de paz, yo soy un hombre de armonía y de tranquilidad, entonces, a mí nadie me va a montar en cosas que a mí no me lucen”.

Fuente: https://www.7dias.com.do/portada/2017/01/10/i223284_hipolito-mejia-cesar-sanchez-haran-aclaraciones-sobre-gobierno-odebrecht.html#.WHZg2Iylw_4

 

Es decir, Hipólito no va a esa marcha, donde lo mejor del pueblo está haciendo grandes esfuerzos para que la misma sea un éxito multitudinario, mientras el gobierno pone su mayor empeño para que la misma fracase.  De esta posición de Hipólito se puede deducir sin pensarlo mucho, que él se ha sumado al empeño del gobierno que busca el aborto de esta protesta del pueblo.

 

Pero también se puede inferir, de la contradicción de sus actos, su doble moral, pues en días pasados estaba bailando dembó («muy bacano y relambio») como todos vimos en las redes, perreando con una joven, para que ahora venga como esa, de que a su edad y como expresidente no le luce ir a esa marcha, que él con toda la mala fe del mundo, tratando de retorcer la naturaleza cívica de la misma, la ha catalogado explícitamente, como una acción de ir a tirar piedras.

 

Entonces, ¿a él sí le luce la conducta de viejebo de bailar «perreo», pero no le luce ir a una marcha junto a un pueblo que pide a gritos el cese de la corrupción y la impunidad?  ! Que simpático y celebre es este hombre!, como diría un banilejo.

 

En este contexto, tampoco podemos pasar por alto, su autocalificación de que es un hombre de paz, de armonía y de tranquilidad.  Crasa definición ésta, que lo contradice con su turbulento pasado forrado de escenas grotescamente violentas y salvajes.  Son muchos los videos de él que podemos ver en «you tube», comportándose como un déspota, como troglodita de las cavernas más primitivas y oscuras, para que ahora nos venga con ese cuento de que es un hombre de paz, armonía y tranquilidad.  La imposición de su intento de reelección en el 2004, no fue un acto de paz, armonía y tranquilidad, sino un acto vil y violento y de corrupción rampante al coger el dinero del Estado para semejante empresa.  ¿O es que él juega al olvido, o a que todos somos estúpidos?

 

La pena de todo esto es, que todavía a esta altura de juego con tantas demostraciones de lo que en realidad es Mejía, aún queden tontos que crean en las palabras y acciones de éste hombre, que ha sido no más, un Caballo de Troya, una Quinta Columna, tanto en las filas del extinto glorioso PRD, como ahora en el PRM.

 

Todavía hay ilusos que lo defienden, y nos enrostran las embestidas que acometemos contra este Jano (personaje hipócrita con dos rostros), aunque mejor le sienta lo de bicéfalo (personaje con dos cabezas), señalándonos que actuamos con odio y envidia de la mala contra su líder.  ! Dios mío cuanta estulticia!  Actúan cegados y embrutecidos o como embrujados (encantados, hechizados, idiotizados), sin capacidad para pensar por ellos mismos, como los millones de alemanes que por idolatrar al psicópata de Hitler, se infligieron a ellos mismos y al mundo, la más grande catástrofe guerrera que civilización alguna haya conocido.

 

A estas alturas del juego, tener a Hipólito como uno de los nuestro y en consecuencia, pedir que no se le ataque, que no sigamos destruyéndonos entre nosotros mismos, que cada comentario negativo que hacemos contra él solo estamos favoreciendo al PLD, es el colmo de la ceguera.  ¡Pero Dios mío! ¿Es que aún no se dan cuenta, que Hipólito al igual que Miguel Vargas no es de los nuestros, que es un socio de Danilo y por ende del PLD?  ¿Por qué no han percibido de cómo la gente del PLD lo defienden y lo han elegido como el líder de la oposición?  ¿Por qué no han captado que hace tiempo Hipólito y un grupo que en su momento identificaremos, (porque él no está solo en esto) está del lado de Danilo y de intereses que nada tienen que ver con la democracia y soberanía de la nación?

 

¿Por qué no analizar la razones por las cuales bajo el liderazgo de Mejía nuestro glorioso PRD se descuartizó, y que al PRM, él lo está llevando por el mismo camino de la división y la derrota?

 

¿Por qué, los pocos hipolitistas que aún quedan, no se dedican a analizar la conducta antipueblo de Mejía? Y digo pocos, porque ya para Hipólito la pava no pone donde ponía.  Una convención, él la perdería 15 a cien.  Él lo sabe que es así.  Pero sabiéndolo ¿por qué insiste en aspiraciones presidenciales?  Sencillo, él está haciendo un trabajo para Danilo y el PLD.  Mientras Hipólito esté dentro de nuestras filas, no llegaremos al poder.  ¡Por Dios!  ¿Qué más pruebas necesitan los aún hipolitistas, para darse cuenta de que su líder (es evidente), no corresponde a los lineamientos del PRM, ni con ningún partido revolucionario, ni con su rol de opositor, pero que tampoco su perfil político, es para encabezar un proyecto de nación?

 

¡Por Dios! ¿Cuándo será que los a aún hipolitistas comprenderán, que su líder es una agente infiltrado y encubierto de la ultraderecha, pero ahora al descubierto y desenmascarado, que ha usado, engañado y burlado a todo un pueblo ingenuo y noble que creyó en él?  Ante la negación de Hipólito de no ir a la marcha y su apoyo a la depredación de Valle Nuevo, mas su cacareada amistad con todos los peledeistas que se han hecho millonarios saqueando a la república, ¿todavía ustedes no se convencen del engaño de este hombre?  ¿Todavía ustedes siguen creyendo que este Señor con tan avanzada edad, llegará a presidente en el 2020 para encabezar un proyecto de nación?  ¿Saben ustedes las características de un proyecto de nación?

 

He venido enfrentado a Hipólito desde que me di cuenta que era un infiltrado en las filas revolucionarias.  Sus actuaciones en el tiempo me han dado la razón, aunque todavía quedan algunos que pretenden que mis escritos (según ellos injuriosos contra su líder), están motivados por el odio.  Pero se da el caso, que aún nada de lo que yo he escrito para desenmascarar a ese «conductor de masas», ha podido ser desmentido en ninguno de sus puntos.  Entonces, ante los hechos, ¿es odio, calumnias, o verdades?   Lo hacen soslayando deliberadamente el hecho, de que con excepción de Marino Zapete, no hay en la república otro comunicador que me dispute, el enérgico combate que he sostenido y sostengo contra todos los corruptos de PLD y de otras parcelas políticas, que también han saqueado y enajenado a nuestra patria.

 

Felizmente ya llegó la época, en que ya no tendré que hablar, recordar y descubrir hechos, que per sé, incriminan a Mejía.  Cuando un expresidente anciano, llega al colmo de catalogar que le «luce el perreo» y por el contrario le desluce asistir a una marcha contra la corrupción y la impunidad, ya el pueblo tiene ante sí, lo incontrovertible, a menos que ese pueblo, no esté en la fase aterradoramente inconsciente de la Alemania nazi de Hitler, que le impidió distinguir entre lo bueno y lo malo, entre lo sano y lo enfermo, entre lo loco y lo cuerdo, entre lo humano e inhumano; porque ignorante y en tinieblas, se había casado con la irracionalidad, el suicidio colectivo, lo malévolo, lo perverso y con matar  la racionalidad en todas sus manifestaciones.

 

El que tenga oído que oiga…el que tenga ojos que vea…y el que no, que siga bailando el «perreo», pero que después no se lamente de los nefastos resultados.

 

Al lector dejo la palabra.

 

Posdata

¡Todos a la marcha, que nadie se quede en la casa!  Llegó la hora irrenunciable de combatir a la pandilla de corruptos, que están burlando, enajenando y depredando la patria.

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