Evo: el indio «socialista» con estilo burgués

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EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York

Cómo definimos la humildad en las personas? La humildad  en una virtud en el ente humano, que consiste en conocer y asimilar las propias debilidades y limitaciones y actuar de acuerdo a ese entendimiento.  Esta acepción proviene del vocablo latino «humilitas».

Es una cualidad propia de los individuos que no se sienten más importantes o mejores que los demás, indiferente a lo lejano que hayan llegado en el progreso de sus vidas. Como es obvio, esta virtud se constituye de por sí en uno de los valores morales del hombre.

En ese tenor y refiriéndose a la humildad, fue que el filósofo prusiano y autor de la célebre obra «Crítica a la razón pura» y precursor del idealismo alemán Immanuel Kant, dijo de la humildad: «Es la virtud central de la vida ya que brinda una perspectiva apropiada de la moral».

Lo contrario a la humildad se conoce como la soberbia, proveniente del latín «superbia»  y la definimos como el deseo desordenado de ser preferido a otros. Este anti valor lo podemos asociar al engreimiento, la altivez y la petulancia.  Es algo  que implica de manera sicológica la satisfacción excesiva por la contemplación propia menospreciando a los demás. Su comportamiento frente a la sociedad lo hace en forma arrogante.

Esta actitud negativa y muy reprochable en la interrelación social,  es algo inherente y que se da muy a menudo en muchos líderes del populismo izquierdista cuando alcanzan la cima del poder político y, por consiguiente, dan riendas sueltas a sus sentimientos  reprimidos, sus traumas sociales y sus ansias de vivir intensamente, lo que tanto han criticado a otros cuando eran unos desarropados y desconocidos.

Evo Morales y su llegada al poder

Juan Evo Morales Ayma ha sido el primer indígena en alcanzar la presidencia en Bolivia el 18 de diciembre de 2005. Para lograr ese objetivo, capitalizó un disgusto social, económico  y político, cuando en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro en el discurrir del año 1988 y con el apoyo del congreso, sacó adelante el proyecto de ley que restringía la producción de la hoja de coca.

Esos cultivos que están muy arraigados en los indígenas bolivianos, el gobierno trataba de sustituirlos  por otras siembras  al parecer menos rentables, aunado a la destrucción forzosa y sin compensación alguna por parte del Estado. Ello  generó las protestas del movimiento cocalero, los cuales entendían que el Ejecutivo estaba criminalizando sus labores de agricultores.

Esas luchas continuaron y abarcaron los sucesivos gobiernos de Jaime Paz Zamora (1989) llegando las mismas a su mayor clímax en el mandato de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993),  un ferviente defensor de los planes de erradicar totalmente el cultivo de la hoja de coca en toda Bolivia. A partir del 2003 y encabezando la boleta del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales estuvo al frente de diversas protestas, marchas y presiones políticas al gobierno, escalando posiciones en cada proceso electoral hasta alcanzar la victoria con el apoyo de los indígenas que son mayoría en la nación. A Gonzalo Sánchez, sus colaboradores lo habían abandonado y casi sin apoyo exterior huyó a Miami, asumiendo el mando su vicepresidente Carlos Mesa. Este a su vez, tiempo después renunció y fue así como en diciembre 2005 el «socialismo, el antiimperialismo, el anticapitalismo y el antineoliberalismo de Evo Morales llegó a la tierra de Juana Azurduy de Padilla.

Evo y su sendero al «socialismo» de lujo

Con la llegada de Evo Morales al Palacio  Quemado al asumir el poder el 22 de enero 2006, atrás quedaron muchas cosas de la vida simple y campesina del presidente socialista. Las llamas que pastoreaba, la canoa en que se trasladaba de un lugar a otro en el Lago Tititaca y la vida rústica y humilde que siempre conoció.

Al igual que los Castro en Cuba, los Ortega-Murillo en Nicaragua, los Chávez en Venezuela y posteriormente su vástago político nacido en Cúcuta y los Kirchner en Argentina, Evo Morale asumió desde el poder una doble vida que siempre asumen los socialistas izquierdistas. Una conducta hipócrita de cara al pueblo y otra en su vida privada, disfrutando al máximo del lujo, el confort, el poder político y  la riqueza que brinda ejercer un mandato. La mayoría de estos líderes populistas, ejercen gobiernos deshonestos y corruptos,  disfrutando ellos, sus familiares y funcionarios más cercanos una «bella vita» (buena vida) como dicen los italianos.

Si algo tienen en común los presidentes «socialistas» (entiéndase comunistas) y el camaleón, es  que cambian de color rápidamente y se adaptan a las circunstancias para confundir y de paso sobrevivir y adaptarse rápidamente al nuevo ambiente. En consecuencia, no basta  escribirlo pues eso podría interpretarse como fruto de mi férrea oposición a estos socialistas de pacotillas, mentirosos, hipócritas y resentidos sociales que, a la menor oportunidad de asumir los resortes del poder político en una nación, dan inicio a una vida ostentosa cual si fueran grandes empresarios capitalistas o herederos de una gran fortuna.  Un estilo de vida lujoso que ellos viven criticando y lo usan en sus discursos de barricadas cuando no son gobiernos sino agitadores profesionales. Veamos pues, la vida de burgués que hoy en día lleva el otrora campesino aymara que pastoreaba llamas en sandalias en las tierras de Isallavi, en Oruro, Bolivia y que se define como «socialista, indígena y cocalero».

1.- a) En Suramérica el deporte rey es el fútbol y la mayoría de los habitantes de la región lo siguen y practican. Sin embargo, a Evo Morales se le ha despertado otro interés deportivo aparte del balompié : jugar golf. Como sabemos, este es un deporte elitista y que tiene poco arraigo en las masas populares. Pero, Evo lo juega ahora con asiduidad en su pueblo natal Orinoca, quizás imitando a Donald Trump el presidente de la nación más poderosa y capitalista del mundo que tanto «aborrece» el indio socialista. Acaso fue una traición del subconsciente de Morales,  al  querer imitar este los gustos y el estilo de vida exquisito de Donald Tump?

2.-b)  Transcurrido un lustro al mando del Estado boliviano, Evo Morales quiso estar a la altura de otros mandatarios y naciones de gran influencia en el mundo y, por esa razón, se compró con los dineros de los bolivianos, el avión Falcon 900 Ex Easy fabricado en principio para el equipo de fútbol del Manchester United de Inglaterra, por la friolera de US$38 millones de dólares. En dicho avión ha viajado a ver desde la tribuna,  las inauguraciones de los juegos de Sudáfrica, Brasil y Rusia, obviamente, costeado a todo dar por las arcas del Estado. !Puro estilo socialista!

3.- c) Transcurría el año 2014 y la paronia que es clásica en estos populistas de que los van a matar, conllevó a Evo ha adquirir para su flota de transporte presidencial y su escolta, un vehículo de la famosa y costosa marca «Lexus» blindado y cuatro vagonetas a un costo global de US$1 millón, claro está, a cargo de las arcas del Estado que él representa.

4.-d) Una condición muy típica en estos charlatanes del populismo izquierdista, es que desarrollan el culto a su personalidad, algo propio de personas que tienen escasos valores de sí mismo y quieren sobresalir frente a los demás. Evo Morales, al igual que Fidel Castro en Cuba y  Hugo Chávez en la paupérrima Venezuela Bolivariana, quiso enaltecer su ego. Fue así que, en su natal Orinoca una comunidad con apenas unos 700  habitantes, instaló  en el lugar de sus humildes raíces ancestrales, un moderno y costoso museo en 11 mil metros cuadrados de tres bloques en donde exhibe los 13 mil regalos que le han dado durante su gobierno. Con el pomposo nombre de «Museo de la Revolución Democrática y Cultural» fue construido a un costo de unos 7 millones de dólares y su mantenimiento le cuesta al Estado (no a Evo) unos 150 mil dólares anuales. Apenas es visitado por unas 30 personas diarias y los ingresos que generan están por debajo de los gastos operativos.

5.- e) En su locura de grandeza y de fomentar en Bolivia  un antes y un después -que lo representa él- Evo Morales construyó un moderno, lujoso y costoso  palacio de gobierno el pasado 9 de agosto 2018, ubicado en la Plaza Murillo de La Paz, consistente en un rascacielos vidriado de 29 pisos, con un helipuerto para que aterricen los dos helicóptero al servicio de Evo, en donde él reside en una suite de lujo con unos 1000 metros cuadrados que incluyen un gimnasio, una sala para masajes, un jacuzzi y un sauna para el socialista Evo. Su vestidor tiene 47 metros cuadrados y su habitación unos 61 metros. Las casas sociales que Evo entrega, suelen tener 61 metros cuadrados y acogen una familia completa, sin embargo, la suite del indio Evo por su extensión puede acoger una 17 casas populares. Son las «pequeñas» diferencias que hacen únicos en hipocresía política a estos «socialistas» charlatanes y oportunistas como nadie.

Esta obra costó unos 42 millones de dólares y resalta su contraste con el tipo de edificación de la zona, cuyo estilo es colonial y por demás, algo que estaba prohibido, lo mismo por su altura, porque rompe con la estética del casco viejo paceño. Pero, para estos mandamás socialistas, ellos están por encima de las leyes y lo que importa son sus decisiones para satisfacer su ego y su narcisismo político.

Un dato interesante a destacar en la conducta de Evo Morales y el derroche en que incurre para su placer y vanidad como todo un aburguesado, los dio el diputado boliviano Almícar Barral, citando datos de un documento de la convocatoria pública del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), en donde se establecía que la partida presupuestaria de gastos para la provisión de carne a la Casa Grande del Pueblo (donde el pueblo no come sino Evo, sus acólitos y funcionarios) era de unos 70 mil dólares anuales. Convierta amables lectores esa cantidad en pesos dominicanos y se dará una idea de lo bueno y sustancioso que almuerzan los «socialistas» en la «Casa Grande del Pueblo».

Así actúan en su vida íntima, estos hipócritas y falsos mesías de la política redentora, que se nutren de la ignorancia de sus seguidores para darle riendas suelta a  sus costosas y caras pretensiones  y vivir una vida llena de opulencia en base a sus engaños políticos.

Cuando conocemos la conducta cínica e hipócrita de estos oportunistas políticos de la llamada izquierda revolucionaria, nos viene a la mente la frase que dijera Louis Dumur, escritor, poeta y periodista francés, autor de la obra «El Neva» y el poema «Lasitud», cuando dijo: «La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos».

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