OPINION: El discurso de Medina y fin del plazo
Algunas reacciones deletéreas al discurso del miércoles del presidente Danilo Medina parecen estudiadas de antemano y poco sinceras. Parecería que se prepararon esas declaciones a partir del anuncio del día en que hablaría el Presidente.
“Va a hablar, qué voy a responder”, debieron sazonar algunos críticos y otros que respaldan al jefe del Estado en toda su acción de gobierno pensaron todo lo contrario.
La mayoría de las reacciones expresadas por críticos del discurso adolecen de críticas equilibradas. Y decimos esto porque no los podemos suponer “ignorantes consabidos” del procerso político que vive el país. Porque no solamente los habitantes que ven televisión, oyen emisoras o leen los diarios sabían y opinaban previamente de lo que diría el jefe del Estado. Y Danilo Medina dijo en su discurso lo que todo el mundo sabía que diría.
Y personas tan “especiales” que emiten opiniones de “sorpresa” por lo dicho por DaniloÖNi siquiera en la insania se dejan escuchar sinceros.
De lo que sí podemos quejarnos de Danilo no es de lo que dijo, sino de lo que no dijo y, al mismo tiempo, admitir que las razones valederas del paso del jefe del Estado obedecen al hecho de que ciertas inconductas no podrían volver a la administración pública.
Hay quienes hasta pierden la compostura para afirmar que “trajeron a Quirino” y otras cosas por el estilo. Esos olvidan que en las elecciones del 2004 también trajeron a un “malviviente” con acusaciones ético-morales sobre la vida del entonces candidato de la oposición. Nadie le hizo caso a esas injurias.
Nunca hubo sometimiento a funcionario alguno del primer gobierno de Leonel Fernández por ningún caso de malversación, y que el incidente del procurador general tratando de interrogarle, sirvió al contrario como catapulta de su nueva elección. En ese momento la gente no estaba angustiada por esos temas, sino por el alza de la entonces ascendente prima del dólar y el incierto futuro de los ahorros de los ciudadanos del país. Esos son temas extirpados de la vida nacional.
Ahora lo que ha tomado primacía es el juicio del senador Félix Bautista y del ex-titular de Obras Públicas ingeniero Víctor Díaz Rúa, pero aún es más chocante que el celoso Comité Ejecutivo Nacional el “alto sanedrín” de ese partido no ha dicho “esta boca es mía” ante el enjuiciamiento de dos miembros suyos con acusaciones tan graves y apuntar uno que los acusados son, nada más y nada menos, tesorero de la entidad. rectora del PLD.
¿Es que los llamados analistas invitados a programas de televisión o que dan declaraciones están tendenciados o no se atreven a decir lo que se supone que deben decir? Se supone que deben tratar esos temas con profundidad y el equilibrio que demandan las circunstancias?.
Fue Bosch, citando a José Martí, el Apostol Cubano de la Libertad, quien dijo que en una discusión “hay cosas que se ven y otras que no se ven”, agregando que en ocasiones las que no se ven son más importantes que las que ven.
Para mí todo está claro, todo se ve. A menos que usted, por sus propias razones, no quiera verlas.
El plazo
La época que se acaba de cerrar es histórico en la historia de la Migración, debe ser recordada como la del Plazo. Es un término que aunque implicará desesperanza y dolor para algunas personas, no se puede comparar con el término “El Corte”, ordenado por Trujillo en el 1937. La significación humana de esta época, contrasta con el horror de lo que hizo la tiranía trujllista contra pacíficos trabajadores emigrantes de ese país.
Antes como ahora es nuestra responsabilidad aunque algunos quisieran no asumirla, y dejarla toda en las sanguinarias manos de la tiranía. Ahora a la migración se le ve con cierto sentido de piedad, legalidad y rectitud.
Si se parte de aquel adagio que reza que sólo por su mejoría usted “su casa dejaría”, se entendería la Migración en los términos actuales. Hasta el papa Francisco ha emitido mensajes de condolencias a favor de esos infelices que ahora inquietan a Europa, a Brasil y a Norteamérica.
Algunos abogados fundamentalistas nacionales leen sus barajas de otra manera, y denuncian al migrante como un ”concienzudo y meditado plan” de Francia, Canadá y Europa para unificar la población de la Isla Hispaniola.
¿Por qué esos “distinguidos juristas” que han hecho de esos juicios el “life motif” de su carrera política no se han tomado el tiempo para “investigar” esos aviesos propósitos y presentarlos ante el pueblo. No lo hacen porque no lo pueden hacer. Porque carecen de fundamentos sus denuncias.
Lo que sí debe hacer el país es “plantarse en sus dos pies” y enfrentar a la ONU, Amnistía Internacional y al gobernador de Nueva York, con el criterio de que los pobres deben vivirÖ “qué hacen ustedes para alimentarles y educarles” en su propio hogar para que no tengan la necesidad de emigrar?.
Porque si emigran es por razones económicas, sociales y culturales, ya que nadie deja su hogar para salir a “inventar”ÖDejémonos de “inventar” y enfrentemos la migración con seriedad. Solo así le quitaremos el discurso nefasto a los demagogos sempiternos.
La regularización ha sido un excelente paso en el que debemos persistir. Aunque aún persistan quienes aplaudan soluciones trujillistas, la verdad es que ahora somos una sociedad cristiana, humana y solidaria. El crimen, la represión y el abuso no es una opción aplicable en estos días.
Lo que necesitan las autoriddes es un sincero respaldo de los distintos sectores de la sociedad dominicana. Sin tapujos.