Nuestro pedazo de papel …..
Nuestro “pedazo de papel” se redactó 10 de noviembre del año 1844, después del trabucazo que simbolizó nuestra independencia de Haití, y así liberar a la gente oprimida. Su última promulgación se realizó en junio de 2015; modificada de manera antojadiza, pero sobretodo, colocando en bandeja de plata, cada corrección para que, un partido político en particular, tenga cierta exclusividad; y con determinación injusta de oprimir a la gente de a pie.
¿IRONIAS?
El pedazo de papel al que me refiero es a nuestra maltratada, violada y estrujada Constitución, que básicamente podemos definirla como la “Ley Fundamental” de la nación y que nos dirige a establecer esenciales derechos y obligaciones para los ciudadanos y gobernantes, y nadie está por encima de ella. Con 277 artículo y con 39 modificaciones nos coloca en la cima a nivel mundial, o sea somos líderes mundiales en modificarla.
¡ESO ES MUCHO DECIR!
El Dr. Joaquín Balaguer, uno de los mejores eruditos locales, es el autor de la frase en el país, quién en un tono fuera de contexto, calificó como un “pedazo de papel”. Dicha frase es autoría del jurista alemán Ferdinand Lasalle. En esa ocasión Lasalle, hacía señalamientos de que la Constitución se convertía en un “pedazo de papel”, cuando los actores de la política, líderes sociales, y el ciudadano común, la violan.
¡AQUI SE MODIFICA, SE VIOLA, SE ULTRAJA Y SE PISOTEA!
La Ley Suprema de una nación es la Constitución y todos estamos obligados a cumplir con sus reglamentos y funciones. A 175 años de haber nacido, la Constitución dominicana está en medio de un mar minados de tiburones y “no precisamente podridos”. En estos momentos, una gran parte de la clase política nacional insiste en modificarla, con el único propósito de mantener vivas las posibilidades de que Danilo Medina se pueda quedar en el poder.
Está claro que conseguir la modificación, es un primer paso para habilitar al Presidente de la República y presentarlo como candidato. Ahora bien, de ahí en adelante, las cosas no dependen del deseo particular de los funcionarios que están detrás de todo esto sino, de la voluntad política de la oposición y del pueblo votante.
¡UNA COSA PIENSA EL BURRO Y OTRA EL QUE LO APAREJA!
Pero pensemos en las motivaciones de estos funcionarios y amigos, para hacer una modificación constitucional que tiene el rechazo del 75% de la población. No hay que pensar mucho para darnos cuenta de que ellos solamente piensan en seguir enriqueciéndose, a costa de robarse el presupuesto nacional.
Y mientras esos funcionarios y amigos del Presidente disfrutan de una vida de lujos, privilegios y derroche, con los exorbitantes salarios que reciben, la gente común, los de a pie, no tienen servicios públicos de ningún tipo, ni salud, ni agua potable, ni transporte público, para sólo decir una parte de los problemas que padecemos todos.
Yo no voy a hablar de la inseguridad ciudadana, ni de la invasión haitiana, ni de las drogas, ni de que hay mas bancas de jugar que aulas de dar clases. Lo único que quiero es llamar la atención sobre un hecho que ya la gente ni lo recuerda, por el mucho tiempo que tiene sin verlo. Me refiero a una costumbre que había cuando yo era muy niño:
¡SEÑORES, HACE MAS DE CUARENTA AÑOS QUE LOS DOMINICANOS NO BEBEMOS AGUA DE LA LLAVE!
Todos los residentes de todos los municipios, de todos los pueblos y ciudades de nuestro país, estamos comprando agua en botellas para calmar la sed. Y en estas condiciones, usted se imagina que una banda de delincuentes sociales, esté buscando modificar la Constitución, para mantener este desastre por otros ocho años mas.
O, sabrá Dios si es para declarar a Danilo Medina como “Presidente Vitalicio” o talvez, y nadie se sorprenda, estos turpenes son capaces de modificar la Carta Magna para declarar el país nuestro como un reinado y, en consecuencia, ya no sería un presidente sino, un monarca:
¡DANILO PRIMERO, EMPERADOR DE QUISQUEYA!