Metro Nueva York y campus harán simulacros contra el ébola

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NUEVA YORK.- El Estado de Nueva York, convencido de que en algún momento tendrá que afrontar un caso de ébola por ser el que mayor número de viajeros extranjeros recibe de todo el país, ha dado una vuelta de tuerca en las medidas de prevención de la enfermedad.
El gobernador Andrew Cuomo ha ordenado que se realicen simulacros inesperados de respuesta rápida a casos de contagio en centros de transporte masivos, como el Metro de la ciudad de Nueva York, y en los campus universitarios del Estado.
Estos simulacros, que ya se venían realizando en centros médicos con falsos enfermos, tienen comoobjetivo preparar a personal poco o nada familiarizado con enfermedades infecciosas que requieren protocolos extremos de seguridad y aislamiento
Cuomo ha designado ocho hospitales para que habiliten unidades de aislamiento para tratar los casos que puedan producirse. Cuatro de ellos están en la ciudad de Nueva York (Mount Sinai, New York Presbyterian, Bellevue y Montefiore) y el resto en otros lugares del Estado (North Shore/LIJ Health System en el condado de Nassau, Upstate University Hospital en Siracusa, University of RochesterMedical en la ciudad del mismo nombre y Stony Brook University Hospital en Long Island).
“Estamos operando bajo el convencimiento de que de una manera u otra tendremos que enfrentarnos al ébola”, declaró Cuomo.
En cualquier caso, matizó, “la ansiedad es mayor que las posibilidades reales de un contagio peligroso en Nueva York”.
“Vamos a realizar ejercicios suponiendo que una persona enferma en un vagón de metro con síntomas que le hacen candidato de padecer ébola. ¿Cómo transportar a esa persona desde el Metro hasta una ambulancia y después a un hospital? De ese se trata, pero sin anuncio previo”, explicó el gobernador, que no ofreció detalles sobre cómo se harían los simulacros ni con qué frecuencia.
Destacó, eso sí, el mérito de los trabajadores del suburbano. “No es para esto para lo que firmaron sus contratos, de ahí su coraje”, alabó.
Además de los simulacros, los trabajadores del Metro de Nueva York y de otros lugares de transporte masivo de viajeros, como ferrys, estaciones de tren y todos los aeropuertos del Estado, no sólo los internacionales, dispondrán del equipo médico y de protección necesario para afrontar cualquier eventualidad.
Thomas Prendergast, consejero delegado de la MTA, explicó que los simulacros permitirán practicar los protocolos para manejar materiales supuestamente infectados y para transportar al propio enfermo desde un lugar muy transitado hasta uno de los hospitales de referencia.
Las autoridades no opinaron sobre la posibilidad de que, dada la familiaridad de los ciudadanos con las imágenes de personal sanitario equipado con vestimentas de alta seguridad, un ejercicio simuladopudiera desatar el pánico en el suburbano.
Cuomo señaló que unas dosis de ansiedad pueden ser saludables, “pero tenemos que ser muy cuidadosos con los que decimos y cómo lo decimos, porque el pánico no sirve para nada”.
Todos los hospitales del Estado, incluso los que no han sido señalados como de referencia, están siendo adiestrados paraidentificar casos de ébola y responder correctamente a esta eventualidad.
El próximo día 21, el Departamento de Salud del Estado celebrará una sesión formativa especial en Nueva York para los trabajadores sanitarios, que incluirá demostraciones sobre el manejo de los equipos de protección.
Las nuevas medidas de prevención han coincidido con la muerte de un pasajero nigeriano a bordo de un avión procedente de Lagos, la capital de Nigeria, y con destino a Nueva York.
Aunque se descartó que el fallecido padeciera ébola, la noticia volvió a suscitar peticiones de restricción de vuelos procedentes de África Occidental. Hasta el pasado jueves, 133 personas procedentes de esa zona del planeta habían sidollevadas al hospital Bellevue de Nueva York desde el aeropuerto Kennedy ante la sospecha de que pudieran estar contagiadas con el virus. Ninguna de ellas dio positivo en los exámenes practicados.
En su última reunión de gabinete al máximo nivel, el presidente Barack Obama afirmó que no tenía ninguna objeción política a un restricción a las llegadas de vuelos procedentes de África Occidental,salvo el hecho de que los expertos consideran que es una medida inútil que perjudicaría la lucha contra la enfermedad sobre el terreno.
Se calcula que 150 pasajeros diarios de media llegan a Estados Unidos procedentes de los tres países más afectados (Guinea, Sierra Leona y Liberia). De ellos, el 40% aterriza en Nueva York y el 20%, en Washington.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio,tiene prevista lanzar una gran campaña para intentar rebajar la ansiedad de la población y evitar cualquier conato de pánico. Asimismo, las autoridades municipales están en contacto con representantes de la comunidad africana de Nueva York, que han denunciado sentirse estigmatizados por las medidas preventivas.
La oficina del gobernador para la seguridad pública, así como el Departamento de Policía de Nueva York y la asociación de sheriffs del Estado están coordinándose para que todos los agentes conozcan los protocolos de actuación ante casos de contagio.

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