Más cuidado con la frontera dominico-haitiana

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

Las Fuerzas Armadas de la República Dominicana están obligadas, ahora más que nunca, a reforzar la seguridad en la frontera Dominico-Haitiana, luego de los desbordamientos sociales con signos de violencia que se han registrado en los últimos meses en el vecino país de Haití.

Las protestas que iniciaron con grupos populares que reclaman la renuncia del presidente Jovenel Moïse, al parecer han encontrado el apoyo de otros sectores más poderosos, y por esa razón han doblegado al mandatario hasta el punto de que se ha visto en la obligación de tener que mostrar mayor apertura a las demandas sociales.

No obstante hay quienes han especulado que el interés de quienes promueven la desestabilización social del pueblo haitiano, es de forzar una oleada de los nacionales de ese país, hacia el territorio dominicano con el propósito de crear el mismo caos en suelo quisqueyano, situación que no podemos permitir bajo ninguna  circunstancia.

Hemos oído hablar desde tiempos remotos acerca de los propósitos de las grandes potencias de solucionar el problema de atraso y pobreza que padece el Estado haitiano, mediante la unificación de la Isla en una sola República, porque de esa manera se quitarían de encima el peso que representa para ellos la inmigración de los ciudadanos haitianos hacia sus territorios y la erogación de varios cientos de millones de dólares y euros en programas de ayudas sociales al vecino país.

Eso significaría que el nivel desarrollo económico, social, cultural y político, que hemos logrado los dominicanos en base a varios años de luchas democráticas y sacrificios, podrían  borrarse de un plumazo por salvar a un pueblo que como el haitiano no ha sido capaz de hacer el sacrificio necesario para superar las limitaciones ancestrales que le mantienen postrado como el país más pobre del hemisferio pese haber sido la primera nación en alcanzar su independencia colonial.

Ante esa posibilidad, nos toca a todos los dominicanos mantenernos alerta, porque cualquier situación de desestabilización social que ponga en peligro la estabilidad política y social de Haití pudiera ser aprovechada por los enemigos de República Dominicana para materializar sus deseos de unir la Isla, sin mayores dilaciones. Por esa razón las Fuerzas Armadas Dominicanas están en el deber de tomar las medidas que sean necesarias para mantener a raya a los haitianos que intenten penetrar a suelo dominicano.

Los cuerpos castrenses de nuestro país deben establecer cordones con soldados bien armados a todo lo largo y ancho de la Frontera Dominico-Haitiana, además de contar con drones y otros medios electrónicos sofisticados para detectar cualquier anomalía que se presente en la franja fronteriza, en medio de la turbulencia social que vive el vecino país.

De igual manera, las autoridades migratorias, deberían de ser más activas en el seguimiento a la creciente comunidad haitiana en la República Dominicana y tomar las medidas que pone a su disposición la Ley General de Migración, debido a las violaciones del estatus migratorio en que se encuentran muchos nacionales del vecino país y de otras nacionalidades que cometen actos delincuenciales con frecuencia en todo el territorio nacional.

En definitiva, la República Dominicana se encuentra en un momento muy preocupante de su existencia como nación, porque la misma se ve amenazada por la masiva migración de ciudadanos haitianos y de otras nacionalidades, que han desplazado  la mano de obra nativa de las plazas de trabajo de que dispone el pais, por el afán de lucro de  empresarios que se niegan a pagarle salarios justos a los dominicanos que cumplen con sus obligaciones tributarias al Estado dominicano.

agendasemanal@hotmail.com

jpm

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