Ley de partidos, un gancho para al PLD

Una vez pasadas las festividades de la semana mayor, la población vuelve como es natural a la cotidianidad y por vía de consecuencia a conectarse con sus problemas regulares. Uno de ellos, es el tema del conocimiento de la Ley de partidos políticos, la cual será objeto de debate en la opinión pública y son muchos lo que entienden que el Partido de la Liberación Dominicana es quien tiene parada su aprobación por el control que ejerce en ambas cámaras legislativas y no dejan de tener razón. La realidad es que el borrador tal y como está no puede aprobarse, pues de ser así, sería un golpe directo a la yugular del reinante partido morado y no porque le convenga el desorden que dicha ley pretende corregir, sino porque lo obligaría a celebrar primarias el mismo día y hora que el PRD y con padrón abierto. Un partido organizado como el fundado por Juan Bosch el 15 de diciembre del 1973, no puede bajo ninguna circunstancia aprobar una Ley que le obligue a organizarse como el partido que forzó su desprendimiento y justamente por su descomposición y desorden político institucional. De igual manera el país aún no está preparado para mediante ley traspasarle a la Junta Central Electoral (JCE) la vida interna de cada partido reconocido. Sería un desastre total dado las convulsiones que se viven a lo interno del pleno de ese alto organismo de elecciones y Registro Civil. La celebración de primarias simultaneas y el uso de un padrón abierto o general para todos los partido solo beneficiaría al Partido Revolucionario Dominicano y constituiría un verdadero disparate institucional, ya que ese hecho rompería con la organización estatutaria de los partidos quienes tienen derecho legítimo a organizarse a su conveniencia, pues en el juego democrático se trazan estrategias para ganar el poder. Nuestro país vive cometiendo errores legislativos a consecuencia del afán de ciertos sectores de la clase política y la sociedad civil con influencias de poder quienes por el hecho de tener dinero y viajar por el mundo desean vivir en su imaginación, un país con leyes modernas aunque estas no sean aplicables a la realidad social del pueblo. Como ejemplo de eso tenemos ahora el problema del Código Procesal Penal y también el del Menor, ambos aprobados con romanticismo y las consecuencias han sido nefastas…… Las cárceles nacionales llenas de menores que se burlan de la sociedad y criminales en las calles sin que la Policía Nacional pueda hacer otra cosa que ajusticiarlo tras varias reincidencias en alegados intercambios de disparos. El PLD como el partido de la clase media e intelectual de la República Dominicana tiene que jugar una vez más el papel histórico que le corresponde cada vez que el momento lo requiera y este es uno de ellos por lo tanto debe rechazar la aprobación de la Ley de partidos políticos o al menos condicionarla o adaptarla a la realidad social y política del momento tal como lo hizo durante la crisis pos electoral de 1994 cuando organizó el Pacto por la Democracia y las reformas constitucionales que a consecuencias del mismo se derivaron.

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