Leonel divide al PLD y se radicaliza
El ex presidente Leonel Fernández se retrata de cuerpo entero al renunciar formalmente del PLD alineándose al PTD, formación política de izquierda radical marxista leninista, con lo que acaba de concretar lo que se veía venir: la división del partido en el que había militado durante 46 años, y con el que había gobernado durante tres períodos.
El Partido De Los Trabajadores Dominicanos, PTD, grupo comunista apéndice de la antigua Línea Roja del 14 de Junio y de Bandera Proletaria, anunció que ahora se denominará “La Fuerza Del Pueblo”, precisamente la nueva formación política que desde hace semanas promueve Leonel y de la cual anuncia que será su candidato.
Desde hace tiempo entre amigos advertía de la tendencia comunista del ex presidente, pero muchos no prestaban atención a esa advertencia y decían, no, porque él ha gobernado democráticamente, por eso no creo que sea comunista.
Sin embargo Leonel siempre ha estado dado a defender al castrismo siendo un apologista entusiasta y consuetudinario de Fidel Castro y Hugo Chávez; recuérdese que fue en sus gobiernos que ambos visitaron el país por él invitados, y fue en el primero, el 10 de abril de 1998 cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas con la dictadura comunista de la Habana.
Desde hace un tiempo, Leonel había arreciado su animadversión contra el régimen de Danilo, precisamente desde que el gobierno decidió romper con el régimen de Nicolás Maduro, lo que comenzó con el pago de la deuda de Petrocaribe, y terminó con el desconocimiento de su régimen y el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela; debido, entre otras premisas, a esos nuevos eventos.
Ya en el contexto de las primarias recien pasadas, Leonel tenía amarrado lo que iba a desatar a su tiempo si no fuera declarado ganador de ese proceso, o sea: si ganaba se quedaba en el PLD, y si perdía, como sucedió, pues destapaba la caja de pandoras que acaba de abrir.
Sin embargo, con esa decisión podría estar cavando su propia tumba política, al decidir atomizarse por si mismo uniéndose a un minúsculo grupo dominado por ideas desfasadas y harto fracasadas, demostrado repetidamente por la historia reciente, siendo el venezolano el ejemplo más reciente.
Al parecer Danilo Medina tuvo, como otros muchos ex militantes de la izquierda radical, la oportunidad para meditar y reflexionar sobre lo estúpido que sería seguir creyendo que con el socialismo se pueden solucionar los problemas que aquejan a la humanidad, cosa evidentemente inalcanzable por esa vía que solo ha llevado a quienes la han transitado a fracaso que todos hemos visto en la antigua URSS y todos sus satélites europeos, incluyendo el desastre cubano y el venezolano.
Es evidente que el capitalismo con su libre mercado y libertades individuales es lo que verdaderamente funciona sin afectar progresivamente la economía y la vida de los ciudadanos como sucede y ha sucedido al aplicar el modelo socialista.
De manera que las decisiones que está tomando Fernández son de las más descabelladas que ha tomado en su vida, por lo que le auguramos un rotundo fracaso en sus nuevos proyectos, pues en vez de crecer es posible que tienda a la atomización paulatina, reduciéndose a lo que hasta hoy ha sido el minúsculo grupo que es el PTD.
El feo espectáculo protagonizado últimamente por el ex presidente, al denunciar un supuesto fraude en las primarias, me parece que estaba planeado de antemano, esto con el fin de hacer el máximo daño al gobierno de Medina y a la Junta Central Electoral; él sabía que podía perder y por eso pudo haber solicitado a su esposa que le diera una mano, a pesar de que le negó su apoyo para que ella fuera la precandidata.
El único que sale ganando de la nueva coyuntura propiciada por Leonel es Luis Abinader y su PRM, quien de seguro ganará las elecciones venideras en una primera o segunda vuelta sin necesidad de buscar ningún tipo de alianzas, pues la coyuntura creada a quien real y exclusivamente favorece es a él. Que no cometa el error de pactar nada con Leonel, porque no necesita hacer eso para salir airoso en los próximos procesos electorales.
JPM