Las elecciones y el ánimo social
Cada cuatro años este país, por el amor de Dios, no puede estar sometido a una permanente tensión social cada vez que se acerque la celebración de unas elecciones nacionales.
Es inaceptable que un colectivo reducido representado en la oposición política, sociedad civil y ciertos sectores que siempre han operado en las tinieblas se empeñen en llevar intranquilidad a un pueblo que lo que necesita es paz y trabajo.
Un liderazgo político y social que con frecuencia vive alardeando de la madurez democrática de más de 50 años que ha alcanzado el país, no puede estar llevando a esta sociedad a un estado de zozobra tan peligroso.
Es inconcebible que, a días de celebrarse las próximas elecciones del 15 mayo en la República Dominicana el comentario y las habladurías más insistentes por donde quiera que uno se mueva sean los cuestionamientos a la organización del proceso electoral venidero de parte de los citados sectores.
Por un lado, a último momento se escucha, se ve y se lee; por los diferentes medios de comunicación al candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader; oponerse a que el conteo de los votos de estas elecciones se haga como se había convenido anteriormente de manera electrónica.
Por otro lado, escuchamos también las voces de los que se hacen llamar representantes de la sociedad civil, dígase “Participación Ciudadana”, que no es más que un agente del The establishment Norteamericano en tiempo de globalización, exigir a la junta Central Electoral (JCE) no sólo hacer el conteo manual de los votos, sino establecer porcentajes. Este es el colmo de los colmos.
Y yo pienso, me pregunto y digo desde mi zona de confort: ¿ cuál es la mano que está moviendo esos hilos ¿Que se persigue con esto?, ¿por qué todos esos alegatos a tan poco tiempo de celebrarse el certamen electoral?, ¿por qué tantas voces coincidentes?. Realmente yo no lo sé, pero lo cierto es que el ánimo social dominicano está trastornado y esto es muy peligroso.
Hay tiempo para que los sectores arriba mencionados retomen el camino de la legalidad, sensatez y racionalidad política. Y las autoridades responsables de conducir este proceso eleccionario del 15 de mayo no hacer otra cosa que agarrarse de lo que establecen la Constitución y la Ley Electoral Dominicana.Cero presión.
jpm