Las 40 medallas logradas en Lima apuntalaron el deporte dominicano
Santo Domingo, 25 dic.- El décimo puesto alcanzado en el medallero de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 fue, sin duda alguna, el punto más sobresaliente a destacar del deporte en la República Dominicana en el año a punto de finalizar.
Ni el vaticinio más optimista predijo que los deportistas caribeños sumarían en la cita suramericana 10 medallas de oro, 13 de plata y 17 de bronce, sobre todo tras la discreta participación en Toronto 2015, cuando se despidieron con apenas tres oros y un total de 24 medallas, para ocupar el décimo tercer lugar.
Los dominicanos superaron en la tabla de posiciones a Ecuador y Venezuela, así como a un disminuido Puerto Rico, que aún atraviesa las secuelas causadas por el devastador huracán María de 2017.
10 VECES SE ESCUCHÓ EL HIMNO NACIONAL
La levantadora de pesas Beatriz Pirón (-49 kilogramos) fue la primera atleta dominicana en colgarse un oro en Lima, añadiendo a esto dos récords panamericanos, en arranque (83 kilos) y en total (193 kilogramos).
Robert Pigozzi, en esquí náutico; Audry Nin Reyes (gimnasia); los judocas Wander Mateo, Ana Rosa y Estefanía Soriano; las karatecas Tanya Rodríguez, Pamela Rodríguez y el equipo femenino de kata (formas) agregaron otros ocho oros, mientras que las «Reinas del Caribe» subieron por primera vez a lo más alto del podio en Juegos Panamericanos.
Detalle al margen, la karateca dominicana María Dimitrova perdió la medalla de oro individual en kata, pues los jueces consideraron que no escribió correctamente el nombre de la ejecución que realizaría.
PRIMER CAMPEONATO EN 50 AÑOS
En febrero pasado se produjo un hecho casi «milagroso», pues el equipo de las Estrellas Orientales del béisbol profesional dominicano, obtuvo su cuarto título de liga tras una espera de 51 años.
El conjunto con sede en San Pedro de Macorís (este), dio término así a una especie de karma que le impedía ceñirse la corona, a pesar de que en varios campeonatos (a partir de 1968) estuvo a ley de una victoria para romper esa mala racha.
Sin embargo, fue en la temporada otoño-invernal 2018-2019 cuando ocurriría el «milagro verde», color que identifica a la novena, gracias a que todo le salió bien a las Estrellas.
El electrizante parador en corto novato Fernando Tatis Jr, hijo del dirigente, además del jardinero Junior Lake y el cerrador José Rafael ‘Jumbo’ Díaz, figuraron entre los ejes principales de un campeonato que hasta los aficionados de los demás equipos deseaban que las Estrellas conquistaran.
REINARON CON ALGO DE SUSTO
El sexteto nacional femenino de voleibol tuvo muy buenos resultados en 2019, pues además de su primer oro en Juegos Panamericanos, conquistaron el torneo Norceca y ocuparon el séptimo lugar en la Copa del Mundo, que reunió en Japón a los 12 mejores equipos del planeta.
No obstante, la selección pasó un gran susto en agosto pasado con la lesión que sufriera en su brazo izquierdo la estelar líbero Brenda Castillo en un accidente de tránsito.
La jugadora volvió a entrenar en noviembre y se espera que esté recuperada para el Preolímpico que disputará su equipo en Santo Domingo contra México, Canadá y Puerto Rico en búsqueda de cumplir en Tokio 2020 su tercera participación en Juegos Olímpicos.
EL BALONCESTO HIZO RUIDO EN CHINA
La selección masculina de baloncesto también hizo un guiño al año 2019 cuando aterrizó en China para competir en su tercer Mundial, y donde se dio el «lujo» de derrotar a Alemania y alcanzar la segunda fase para situarse entre los mejores 16 del mundo.
Guiados por el técnico argentino Néstor ‘Che’ García, los dominicanos asestaron una inesperada derrota a los germanos (68-70), a pesar de que compitieron sin los estelares jugadores de la NBA Al Horford y Karl-Anthony Towns, este último de madre dominicana y quien de adolescente se enfundó en la casaca tricolor. Tampoco estuvo con el equipo el alero Ángel Delgado.
EL ADIÓS DEL MEJOR
Víctor Estrella Burgos, el mejor tenista dominicano de todos los tiempos, no pudo contener las lágrimas al anunciar su adiós a las canchas el pasado octubre en un torneo que se disputó en Santo Domingo.
De baja estatura y salido de un país donde el tenis no es precisamente uno de los deportes más populares, ‘Vitico’, como es llamado cariñosamente, es el único dominicano en jugar en los cuatro Grand Slam del circuito mundial de tenis; todo esto después de cumplir los 33 años.
Tres veces consecutivas ganó el Ecuador Open (2015, 2016, 2017), derrotando en la final al español Feliciano López, al brasileño Thomaz Bellucci y al italiano Paolo Lorenzi. A mediados de 2015 llegó a ocupar el puesto 43 del mundo del ránking de la ATP.
Durante más de 12 años fue la primera raqueta de su país, alcanzando grandes triunfos en Copa Davis y es multimedallista en Juegos Centroamericanos y del Caribe, además de un bronce en los Panamericanos de Guadalajara 2011.
«Muchos me han catalogado como un guerrero y eso gusta mucho. En cada torneo que he estado, me he sentido muy querido y mucha gente venía a mis partidos porque me conocían de otros torneos. Eso es lo más gratificante que hay en la vida de un tenista», dijo ‘Vitico’ a pocos días de decir adiós.
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