La Sarcopenia en los adultos mayores
No es extraño encontrarnos con adultos mayores, sobre todo los obesos, en los que, cuando levantan un brazo la grasa pende hacia la parte inferior y arriba observa uno cómo la piel prácticamente se adhiere al hueso, sin que entre ambos medie alguna masa muscular. Igual sucede con el muslo, y a este nivel el fenómeno se observa con mayor objetividad.
Esta anomalía que se presenta más frecuentemente en los adultos mayores y ancianos recibe el nombre de Sarcopenia, y a la misma se le ha definido como “la pérdida progresiva de masa muscular que se da en el envejecimiento”. Hay que aclarar, sin embargo, que la masa muscular se pierde de forma gradual a partir de los 30 años y este proceso se acelera a partir de los 60 años; de modo que es una enfermedad progresiva.
El término sarcopenia deriva del griego: “sarx”, que significa carne y “penia”, deficiencia. Evans y Campbell la describieron en 1993. Posteriormente, en 1997, Rosemberg publicó esta terminología, definiendo el síndrome geriátrico, que también implica el síndrome de fragilidad, que padecen los ancianos.
Causa:
La aparición de esta anomalía tiene una relación estrecha con el tipo de vida que lleve el adulto mayor. Obviamente es más común en quienes llevan un estilo de vida sedentario o con muy poca actividad física. En cambio, es mucho menos frecuente en adultos que se ejercitan con regularidad, incluyendo dentro de su rutina el levantamiento de pesas en forma repetitiva, aunque no sean de mucho peso, de modo que ejercitarse con las mismas no requiera de esfuerzos extraordinarios.
Otra causa de aparición del padecimiento, además de la pérdida muscular relacionada con el envejecimiento es una inactividad física “forzada” debido a una enfermedad, discapacidad o incluso a una hospitalización prolongada. Esto es tan cierto, que no extraña observar cuánta dificultad tiene para levantarse alguien que estuvo postrado en una cama de hospital, y cómo se pierde la fuerza en una extremidad que estuvo inmovilizada por un aparato de yeso como tratamiento de una fractura.
Importancia:
La importancia de esta enfermedad asociada al proceso de envejecimiento radica en que con la disminución de la masa muscular, también disminuye la fuerza y la función muscular, lo cual impacta negativamente la funcionalidad y la salud del adulto mayor. Y más aún, afecta de manera directa la independencia del afectado, toda vez que el mismo requerirá de ayuda aun para actividades que requieran un esfuerzo físico pequeño.

Consecuencias:
Las personas que padecen esta enfermedad suelen presentar sensación de debilidad, siendo habitual la dificultad para levantarse de una silla, además tienen una velocidad lenta para caminar, para subir escaleras, para realizar las actividades básicas de la vida diaria.y con frecuencia sufren caídas También es frecuente que describan una pérdida de peso reciente sin causa justificada, además de la pérdida de masa muscular. Todas estas anomalías, a la larga pueden asociarse con consecuencias adversas, tales como caídas, fracturas, discapacidad física, aumento de ingresos hospitalarios, empeoramiento de la calidad de vida y mortalidad, frecuentemente asociada a traumatismos por caídas.
Diagnóstico:
No existe una única prueba para hacer el diagnóstico. El diagnóstico se basa en la medición de la masa y la fuerza muscular. Para esto, se solicita al paciente la realización de test físicos para medir la fuerza muscular y el rendimiento físico, así como pruebas de imagen con el fin de cuantificar la masa muscular. De manera visual se observa la pérdida de la masa muscular y las grandes dificultades para levantarse sin auxiliarse de los brazos.
Tratamiento
El tratamiento de la sarcopenia se basa fundamentalmente en el ejercicio físico y una dieta sana, con una adecuada ingesta de calorías y proteínas. Para ello, en algunos casos, debe considerarse la suplementación con proteínas de la misma.
En cuanto al ejercicio físico, en pacientes con sarcopenia, la prescripción de ejercicios de resistencia (levantamiento de pesas), se ha demostrado efectiva para mejorar la masa muscular, la fuerza, la función física, la resistencia y el equilibrio.
Me ha tocado ver en México cómo se divierten y ejercitan los ancianos con la práctica del baile en lugares públicos, auspiciado esto por las diferentes Delegaciones Zonales de la ciudad y con instructores que los orientan y dirigen. Esto les permite compartir, hacer amigos y sobre todo ejercitar los músculos de las extremidades inferiores. Con esta forma de vida activa se puede prevenir y retrasar la aparición y progresión de la sarcopenia.
jpm-am