La impunidad con que operan los sindicatos de transporte
POR BENJAMIN MORALES MELENDEZ
La desgracia todavía estaba en su punto álgido cuando el secretario general del Sindicato de Choferes del Transporte Turístico del Este, Tomasito Reyes, lanzó la amenaza de que paralizarían el transporte turístico en la zona si le retiran la licencia al chofer Franklin Nin Pérez, quien volcó un bus repleto de extranjeros, en un incidente que provocó la muerte a cuatro personas e hirió a varias decenas.
Allí el hombre defendió a toda costa a su colega y afirmó que el chofer ha sido condenado mediáticamente por el Estado. Está claro que los sindicatos tienen todo el derecho de defender a sus integrantes, eso no se discute, pero de ahí a querer afectar toda una industria por una persona que debe responder por sus actos hay un gran trecho y su posición deja mucho que desear.
Esa reacción, sin embargo, no es fruto del azar o la casualidad. A mí no deja de sorprenderme la impunidad con la cual operan los sindicatos de transporte en este país.
Estos grupos ni se acercan a lo que debe ser un sindicato y se manejan más como negocios con ribetes de delincuentes que hay que comenzar a atajar si se quiere que la República Dominicana evolucione como sociedad.
No es solo por la muerte de turistas en un bus que se volcó, es por lo que se ve día a día en las calles. Los guagüeros andan al garete y sin ley, pasando por arriba de quien la parezca sin el mínimo grado de prudencia. Entonces están los motoristas, que te golpean el vehículo de la manera más salvaje y no respetan las leyes de tránsito, pero nadie les mete mano porque el sindicato la arma fea. Y a ellos se suman los patanistas, tremendo patanes faltos de civismo y repletos de agresividad tras el volante.
Tenemos que hacer algo. Felicito a Hugo Beras, director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), por atreverse a decir algo y enfrentarse a estos personajes, que más que sindicalistas son empresarios del transporte ocultos tras un manto falso de proletarios.
El desorden en el transporte y en las calles es el reflejo de una sociedad caótica. No queremos eso para este país, porque los que en él vivimos merecemos algo mejor.
jpm-am
excelente tu arti****, que retrata algo inusual para un pais digno de mejor suerte.hay que romper con todos esos anarquistas, difrazados de choferes.
las mafias del transporte se comportan como tal y los partidos hasta los llevan al congreso al igual que los riferos.