Higienizar las canciones género urbano

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En nuestro país heredamos una costumbre de actuar después que pasan las cosas, o como reza el
dicho popular de comprar candado después que nos roban.

Con esto me refiero a las reacciones de algunos
sectores, para que se tomen medidas en pro de mejorar las letras del supuesto
“género musical” llamado dembow, después que las emisoras que difunden esa
música han contaminado hasta la saciedad a nuestros niños, jóvenes y adolescentes,
con letras llenas de morbosidades, violencia y sexo.

Pero recurriendo a otro viejo refrán popular que dice que más vale tarde que nunca. y si las
autoridades del Ministerio de Cultura y la Comisión Nacional de Espectáculo
Publico no hacen nada, tendremos que empoderarnos nosotros, en pro de evitar
que nuestros hijos se sigan contaminando con esa chatarra.

Yo tengo algunos amigos en varias emisoras, que su
principal programación es el dembow y la
música urbana y cuando abordamos el tema, su repuesta es “que eso es lo que le
gusta a la juventud” y de acuerdo con ellos no se pueden obviar ese importante
segmento de la población dominicana.

A mí me parece que los programadores de las emisoras
que colocan esta música son verdaderos profesionales que manejan el idioma
español y no deben sonar temas que atenten contra la moral y las buenas
costumbres del pueblo dominicano.

Aunque entiendo que la colocación de música en
cualquier emisora, dentro de un sistema como el que vivimos en nuestro país, es
un asunto de hacer dinero, y cuando hay dinero de por medio, los seres humanos
importan muy poco.

No es que pretendamos ser más serio de la cuenta,
porque hay que recordar en la década de los ochenta y noventa sonaron muy
buenos merengues y salsa de doble sentido, pero una cosa es un tema de doble
sentido, con frases elegantes a escuchar algo que diga “ponme to eso palante” o
“te gusta mi chapa”.

Pero en las sociedades que funcionan, ahí es que entra el papel del Estado y sus
organismos que deben velar por la integridad moral, la pureza del idioma, las
costumbres y tradiciones del pueblo.

A pesar de la modificación de algunos de sus
artículos, todavía está vigente el reglamento 824 de la Ley 1951, con lo cual
se creó la Comisión Nacional de Espectáculo Publico y Radiofonía, que es el
organismo que tiene que jugar su papel con respecto a este tema.

Hay que tener
consciente de que la mayoría de los exponentes en la República
Dominicana del llamado dembow y música urbana, son jóvenes humildes de nuestros
barrios con muy baja formación académica, que tratan de alcanzar la fama y
conseguir mejorar su situación económica con estos ritmos.

Por eso deben los programadores de emisoras y las
autoridades intervenir para que se mejore la calidad de los temas que van ser
colocados al aire, ya que los mismos son escuchados por millones de niños y adolescentes
que están en la etapa de desarrollar su
personalidad, y es un deber del Estado velar por la sanidad y la formación de
los hombres y mujeres de la República Dominicana.

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