Gobernadores

 

 

Gobernoso es un adjetivo definido por el diccionario, como aquel aficionado a tener en orden su casa y Gobernador entre otras acepciones, es el representante del  Gobierno en un establecimiento público.

Con esas bases  sin dudas se advierte la importancia que tiene una posición como esa,  la de Gobernador en nuestro sistema de administración de la cosa pública, especialmente por la poca importancia que los dirigentes nacionales le otorgan a la misma, ya sea para representar al Poder Ejecutivo en las Provincias ya sean los Gobernadores de avenidas, edificios y plazas o parques.

Los Gobernadores Provinciales lucen ser anónimos incluso en sus propias Provincias, pues como representantes del Poder Ejecutivo, la ley No. 2661 de 1950, que les atribuye funciones es una especie de letra muerta, después de la desaparición del tirano.

Además,  las visitas sorpresas del Señor Presidente han opacado o minimizado esas funciones, pues el, prácticamente ha asumido las mismas.

Veamos: Los Gobernadores Provinciales, tienen las siguientes funciones: recomendar a los Ayuntamientos las medidas que estime oportunas para el progreso de los ciudadanos; preside las Juntas Supervisoras de Bienes Nacionales; observa el funcionamiento de las empresas de utilidad pública; velar en la Provincia por el cumplimiento de la Constitución, Decretos y Reglamentos; dirigiendo a todos los funcionarios que sean de carácter administrativo y de jurisdicción provincial, los requisitos que estime convenientes a tal fin; controla los individuos condenados a la vigilancia de la alta policía; coopera con el mantenimiento del orden público informado al Presidente de las perturbaciones o amenazas  a la paz pública; vela por el cumplimiento de las leyes sobre policía rural, pudiendo suspender a los Alcaldes Pedáneos que pudieren estar faltando a sus deberes; informar al Presidente sobre las condiciones de la Provincia y sus recomendaciones; inspecciona las oficinas municipales, especialmente las Tesorerías; es Supervisor de todas las actividades que se realicen en su jurisdicción, con facultad para visitar todas las oficinas públicas, las  obras públicas  y  requerir informes a todos ellos; vigila que los lugares de dominio público no sean invadidos; preside todos los actos oficiales, a menos que uno de sus superiores esté presente; vela por que no se aclimaten ni se celebren en su Provincia cultos, ceremonias y prácticas salvajes, contrarios a la moral y a las buenas costumbres, pudiendo  ordenar a la Policía prohibirlas; recibe las quejas y las tramita al Poder Ejecutivo; rinde una Memoria Anual, especialmente en lo referente a la agricultura, educación, extranjeros, islas, gremios, minas, los naturalizados y sus recomendaciones.

Pensemos si nuestros Gobernadores Provinciales asumen realmente esas funciones que les  asigna la ley, no que el Presidente de la República les encomiende o no funciones específicas.

Los Gobernadores son importantes y tienen mucho que hacer y pueden hacer mucho en sus Provincias, solo cumpliendo sus atribuciones  legales.

Pienso por otro lado la conveniencia de utilizar empleados o funcionarios supernumerarios y botellas, tanto en el Gobierno como en los Ayuntamientos, en funciones más definidas como Gobernadores de Edificios, avenidas, calles, puentes, parques, plazas y carreteras.

Imaginemos por ejemplo, el Gobernador del Malecón, con decenas de hombres y mujeres, manteniendo la limpieza de esa vía permanente,  durante 24 horas; el Gobernador  del Puente Duarte,  con su gente limpiando e impidiendo daños en su estructura y así hasta el infinito en todas las obras de dominio público.

Los Gobernadores de Propiedades Gubernamentales o Municipales  y Edificios, estarían facultados a lograr colaboraciones y ayudas de las empresas y ciudadanos que residan y operen en esas vías y hasta podrían promover patronatos de protección entre esas empresas y ciudadanos.

Pensemos en el Patronato de la Avenida Jiménez Moya, o de tramos de la Autopista Duarte: todas las empresas que operan en esa vía, y los residentes a las cuales les conviene una vía pulcra, con señalizaciones, rotulación y numeración, vigilancia, para evitar vendedores ambulantes que ensucian y demás condiciones del buen vivir, de seguro que colaborarán  y formarían grupos de preservación y mantenimiento del medio ambiente.

Seamos creativos y no dejemos las soluciones a los Gobernantes, y Gobernadores y seamos  Gobernosos.

jpm

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios