En ese desierto (Navassa o Lanavaz)
Por MAXIMO CAMINERO
Los seres humanos (llamados terrícolas), a pesar de vivir en un mundo poblado por todas partes, en verdad, estamos solos. Tan solos cual sea el alcance de nuestra mente.
La vida del artista es un buen ejemplo a tomar. Si existen personas en el mundo que generan una gran cantidad de pensamientos, “ellos”, son uno de estos. Claro que hay muchos otros dedicados a solucionar problemas. Los científicos por ejemplo. Otros, a encontrar las razones de nuestra existencia (religiosos de todos los ámbitos), filósofos, pensadores y en un modo más romántico…los poetas y músicos. Cuando el cantautor inglés Bob Dylan, recibió en el 1996 el nobel de literatura, los espantados no solo fueron los escritores sino todo el mundo, ya que a nadie nunca se le había ocurrido que las letras de las canciones….era literatura. Yo celebré el asunto y hasta me enfrasqué en una que otra discusioncilla con verdaderos escritores. Yo Que soy un simple andador de fragmentos mal escritos y disparatados. Pensar en la vida secreta del creador, no es un asunto raro. Todos de cierta manera reconocemos que los artistas “son medio locos”….. y que viven en un mundo “ajeno y extraño” sino, de que otra forma podríamos disfrutar de sus ocurrencias y locuras?. De qué otra manera podría “intentar” describirse lo indescriptible?. Cuando el hombre envejece, se va a la vez quedando solo. No sólo porque “sus amigos” van desapareciendo, sino porque su mente se va distrayendo menos y “forzadamente” nos vemos obligados a mirar adentro….a nuestro interior. A ese otro ser que siempre nos ha acompañado. Es aquí cuando observamos por “primera vez” ese gran desierto que tenemos al frente. La soledad del anciano y la del artista de cierta manera se encuentran en medio de “ese desierto” es aquí cuando el anciano, sin procurarlo, alcanza el grado de creador. Su mente vuela hacia ese mundo desconocido de donde el creador saca sus locuras. Se da cuenta que los locos no estaban tan locos y si más cercanos a la realidad irreal de un mundo breve y hasta en cierto grado, absurdo. La isla de Lanavaz o Navassa como la rebautizaron los gringos, está ubicada 60 km al suroeste de Haití. Pertenece al territorio haitiano pero, en estos momentos y desde el 1857 los norteamericanos “la ocupan”. Esta isla (visitada ocasionalmente, ya que está deshabitada) me evoca ese lugar en donde los ancianos y artistas se ubican en un momento en que su mente se conecta, a esa soledad exquisita. Desde lo alto del faro obsoleto de Lanavaz, se visualiza un horizonte de 360 grados en donde no queda más que soñar lo que hay detrás de estos. Las noches son silencios de olas de mar que llegan de acuerdo al susurro de los vientos. No hay más luz que la de millones de estrellas. Que iluminan los apenas 5 km de tierra porosa y rica en fosfato, procedente del guano (estiércol de aves). Aunque nunca he estado en “Navassa”, confieso que he soñado en poseerla. Como si la soledad fuera lo más seguro para los seres humanos. Como si refugiándome en ella estaría libre mi mente para distraerme en otras cosas, en otros sueños. Como si pudiese escapar con todo y mi cuerpo de esta dimensión terrenal a otra, soñada e inalcanzable para todos esos científicos, poetas, monjes y demás empeñados en definir nuestro fin y propósito en el Universo. Try everything!. La canción de Sia Kate (bien vale otro nobel) que canta Shakira en la cinta de dibujos animados “Zootopia”. No solo la música es un canto a la esperanza, sino sus letras. Resumen en esta estrofa posiblemente toda la idea que he tratado de comunicar: “No me rendiré, no desistiré De eso se trata esta vida, de andar y caminar y saltar libre e indiferentemente hacia las críticas de los demás. Probarlo todo y morder el polvo, sentir el lodo en nuestra cara y tener la satisfacción del manantial y sus aguas cristalinas para volver a mostrar el rostro dispuesto. “vi a un recién nacido rodeado de lobos salvajes “A hard rain’s a gonna fall” escrita en 1963 por Dylan, nos presenta una descripción de un mundo que actuó, actúa y actuará por siempre como un estercolero. Si no aprendemos a ser ancianos antes de tiempo. Si no alcanzamos la luz! Qué brilla “en ese desierto”. Qué iluminan las estrellas de La Navasse!. Salud!
JPM
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