El PLD y el 2016

Nunca antes en la historia de la República Dominicana y aún faltando 2 años para unas elecciones, se había tenido un pronóstico tan claro y tan seguro de lo que sucedería en unas elecciones como se ve que sucederá en las del 2016. El PLD tiene el triunfo de las elecciones del 2016 en el bolsillo y solo un gran milagro negativo podría hacer cambiar esas proyecciones. Pero con un liderazgo experimentado como el del PLD las probabilidades de errores son mínimas. De lo que se trata en estos momentos no es si las elecciones se podrán ganar o no, sino más bien de con quién se pueden ganar más fácil y a un menor costo económico. Ya quisieran otros países de América Latina tener un partido político y un liderazgo como el que posee la República Dominicana en el gobierno en este momento. El sueño de Duarte de lograr una República libre y democrática donde imperara la Justicia Social, y que más de un siglo después fuera retomado por Juan Bosch y el pequeño grupo de dirigentes que fundaron el PLD, está hoy más cerca de lograrse que nunca en la República Dominicana. Con una obra de gobierno ejemplar que acumula niveles de aprobación superiores al 90% de la población, con un partido unido y comprometido con su proyecto de nación y con liderazgo consiente del rol que le toca jugar en el presente, la República Dominicana avanza firme en el firmamento político nacional. Desde que se inició en actual proceso en el 1996 con la primera gestión de gobierno del PLD con Leonel Fernández a la cabeza, grandes nubarrones y tormentas se veían en el horizonte que amenazaban con abortar y hacer naufragar el incipiente proceso de democratización con progreso en la República Dominicana. Hoy a 18 años de iniciado el actual proceso podemos afirmar que el mismo se ve sólido y robusto como un árbol de 100 años de edad en un bosque virgen. El PLD ha encontrado la manera de imprimirle firmeza al más largo y fecundo reinado que algún grupo liberal-democrático haya instaurado en la República Dominicana. Nunca antes el futuro de la República Dominicana se había observado tan provisor como se observa ahora, debido a que se han juntado una serie de factores domésticos e internacionales que han servido de terreno fértil para que esta vez la democracia se establezca de manera permanente y genere soluciones reales a los agobiantes problemas que durante años han agobiado a la sociedad dominicana. El liderazgo que relevó a la vieja generación del período de la guerra fría ha sabido hacer los amarres que le han dado sostenibilidad y continuidad al proceso, creando un régimen de gobernabilidad democrática que le sirve de base y que le da garantías a la continuidad. Esta vez el proceso no se devolverá como ha sucedido otras veces en el pasado. Las fueras del mal están bajo control de las fuerzas del progreso en la República dominicana. Todas las encuestas le dan al PLD un lugar privilegiado en la preferencia del electorado para las elecciones del 2016. Sólo el PLD podría derrotar al PLD. Ese partido ha demostrado ser una fuerza constructiva que sólo conoce un camino que es el de la Unidad. La destrucción no tiene espacio en el PLD. El triunfo del 2016 esta asegurado y garantizado por la exitosa obra de gobierno del PLD con Danilo Medina, así como por la Unidad y la firmeza del PLD como partido. Así que las elecciones del 2016 no serán más que la crónica de unas elecciones cuyos resultados estaban ya anunciados desde el 2014.

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