El desafío del país en los temas de salud

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EL AUTOR es cirujano ortopedista y traumatólogo. Reside en Santo Domingo.

«Doctor, que sistema más injusto, mi madre murió presa, en la UCI del centro médico, por no tener medio millón de pesos». Entre sollozos, continua diciendo: «luego de ellos haber cobrado cerca de un millón por vía del seguro,  perdió la posibilidad de la asistencia en la UCI de un hospital por la exigencia de la diferencia económica para autorizar el traslado».

Crónica como la descrita  ocurren a diario, en los que las personas al agotar la cobertura de la ARS privada en los centros médicos son encerradas hasta que cubran la diferencia, impidiéndole la posibilidad de buscar opciones costo accesible y de buena calidad.

Corre la tercera semana del mes de enero y es muy probable que el año este viejo, pues, han quedado atrás los sueños y proyecciones de cambios hechos el primer día del año 2016.  La realidad nos salta burlona, sarcástica, como si nos estuviera retando para avanzar en la realización de nuestros sueños de cambios para la modificación de la realidad social que mantiene el trasfondo de inequidad por la que enferman y mueren las personas en nuestro país.

Esta reflexión asalta el pensamiento al revisar “Los 10 Temas de Salud en las Américas del 2015”, pues, de los mismos se puede deducir que las naciones tienen parecidos problemas sanitarios y cuáles son los desafíos en salud para el año 2016. Quizás de esta manera, al final del año, no quede el sabor amargo de que por entretenerse en problemas temporales, se hayan perdido oportunidades para abordar las transformaciones necesarias que eviten que tanta personas mueran por razones que no deben fallecer a partir de los recursos disponibles.

Es lógico pensar que si existen temas comunes, es porque siendo naciones diferentes tienen factores que las unifican.  Lo primero en destacar es el inicio tardío del proceso de urbanización, a partir del final de la primera mitad del pasado siglo y, además, el avance desigual que ha tenido el proceso entre los países, al extremo de que no sea completado en la mayoría de los mismos.  La rapidez y el descontrol de la urbanización de las ciudades latinas es la razón por la que muchas no cuentan con los elementos determinantes para garantizar la seguridad sanitaria de las personas.

El concierto de naciones latinoamericanas alberga tasas de pobreza que van desde menos de un 25% hasta niveles al 40%, por lo que las expectativas de vida van desde más de 75 años hasta menos de 65 años.  Estás poblaciones se encuentran en espacios con diferentes nivel de desarrollo de las redes de servicios de agua dentro del domicilio, eliminación de desechos, canalización de aguas cloacales, aire limpio en el domicilio y energía; la cobertura de las redes van desde un 100% hasta países donde la mezcla entre artículos de consumo con el desecho humano es el problema central.

A esto se agrega la gran concentración personas en zonas geográficas de alto riesgo ecológico ubicadas en las orillas de los ríos y cañadas o en las laderas de las montañas por lo que se exponen a las consecuencias en la salud de los desbordamientos de aguas y deslizamientos de tierras. Asimismo, estás personas al ser desarraigadas  de su hábitat han perdido el contacto las redes de protección social, teniendo que cohabitar en un espacio donde dominan redes violentas conformadas alrededor la económica del tráfico de estupefaciente.

Por ello el perfil epidemiológico de las urbes está caracterizado por poblaciones que mueren por enfermedades infecciosas, desnutrición y todas las causas atribuibles a la violencia urbana típica del subdesarrollo; agregando las patologías no transmisible del desarrollo como depresión, estrés, enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.  De ahí, no es de sorprendernos la existencia de 10 temas comunes de salud reseñado por la Organización Panamericana de la Salud durante el año 2015.

Latinoamérica exhibe con orgullo el ser la primera región del mundo en eliminar la rubeola congénita, además de tener el primer país del mundo, Cuba, declarado por la OMS libre de transmisión vertical de VIH y Sífilis, garantizando, de esta manera, el derecho a la salud desde el nacimiento.  En los demás temas, como país, tenemos grandes desafíos en el 2016, como: el fortalecimiento de la capacidad de detección del virus del Zika y control del mosquito; erradicar la muerte materna por hemorragias antes o después del parto; implementación y promoción de políticas que promuevan la elección de alimentos saludables para evitar la propagación de la obesidad y sus consecuencias.

Otros temas son: implementación de políticas que disminuyan el consumo de alcohol;  promover el consumo de alimentos seguros para prevenir más de 50 enfermedades provocadas por la contaminación de los mismos; elevar el nivel de seguridad de los hospitales para que puedan dar respuesta en caso de desastres producidos por fenómenos naturales y fortalecer la capacidad del sector salud para cumplir con el objetivo 3, referido a la salud de la nueva agenda global, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La cobertura universal de los servicios de salud queda de último no por ser menos importante, sino, porque si para América es un reto para el país es un desafío.

 

Ya no tiene  obstáculo jurídico el avance hacia un sistema en el que todas las personas reciban los servicios que necesitan sin caer en dificultad financiera.

 

Solo así se podrá evitar el agravamiento o, peor aún, la muerte por causas evitables en el hospital y que una joven profesional no tenga que expresar el pesar por el dolor de no poder hacer todo lo necesario para que su madre se salve o tenga una muerte con dignidad.

 

jpm

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