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Donald Trump, un mal necesario
Las personas que comentan mis opiniones en el periódico, por lo general me prodigan halagos y críticas, algunas de estas últimas son extremas, y hasta insultantes unas pocas; pero creo que casi siempre son válidas, aunque no justas. Ese es el precio de hablar en voz alta. No importa lo que digas, ni lo relevante que sea tu opinión, es seguro que tendrás divergencias y solidaridades al granel. Y qué bueno que así sea, porque en eso consiste la democracia.
Lo que pocas veces recibo son consejos reales; solo los amigos se toman el tiempo de sugerirme algo que pudiera ser de utilidad. Y de esos chicos que me demuestran cariño, hay uno que solo se identifica como “El mismo Travieso” y me regaló el título de este trabajo. Yo por mi parte me comprometí a justificar la certeza de su tan atrevida afirmación.
Hace unos siete meses declaré que estaba muy seguro de por quién no votaría en Noviembre. Hoy, a solo unos días del evento, sigo con la misma creencia: bajo ninguna circunstancia votaré por Hillary Clinton. Por guerrerista, irresponsable, hipócrita y cómplice de Wall Street y los desmanes que sus políticas han ocasionado en la economía de nosotros los trabajadores de este país; y digo “de este país” para reducir las consecuencias al ámbito local solamente.
Si esta mujer llegara a la Presidencia, el futuro de los que vivimos aquí se tornaría muy sombrío, porque en el orden económico ello implica un relanzamiento de las prácticas neoliberales del grupo que la gente común identifica como el “establishment”, o sea, los que controlan el “estado de cosas” y a los presidentes elegidos, desde que el último “hombre de Estado”, Ronald Reagan, ocupó la oficina oval.
Reagan, el actor, es el único que ha “actuado” siguiendo el guion escrito por los Padres Fundadores de esta Nación, desde la debacle de Vietnam para acá. Pero además, es el único presidente que ha “actuado” conforme a la máxima de que este es un país de migrantes, y firmó la Ley Simpson Mazzoli Act en 1986; muy diferente a Hillary y su socio Obama, que hablan mucho de nosotros, pero han deportado mas latinos que todos los otros gobiernos juntos.
Hillary Clinton proclama que quiere “fronteras abiertas” para los refugiados sirios que huyen del caos que ella misma promovió como Secretaria de Estado, algo que solo sirve para evidenciar su condición de villana, redomada e indolente. La moraleja, los demócratas han impulsado con sus acciones de guerra la mayor avalancha de migrantes hacia USA y Europa; mientras que los republicanos son los que han legalizado la mayor cantidad ciudadanos del mundo, llegados sin documentos a este país.
Si vemos el asunto desde el punto meramente económico, no hay mucho que dudar. Desde la apertura de Reagan, todos los presidentes han respondido a los lineamientos de Wall Street y ¿cuál ha sido el resultado?: la producción ligera se ha mudado a China y prácticamente compramos todo de ellos. Nos hemos empobrecido en extremo y cuando provocan el crack mobiliario, Obama respondió garantizando el bienestar de los cabecillas de las grandes corporaciones, pero con el dinero nuestro.
Estados Unidos pierde prestigio e influencia en el mundo. Cada vez somos mas vulnerables. Con los disturbios que Obama y la “dama de la guadaña” han provocado, especialmente después de su famosa “primavera árabe”, que no fue mas que un motivo para desestabilizar gobiernos ajenos -buenos y malos- el balance es mas que tenebroso: Yihad, grupos Fundamentalistas, Boko Haram, Estado Islámico etc…, y miles de ciudadanos caídos en atentados terroristas.
Evidentemente el problema no es de republicanos o demócratas, el asunto es que los cabecillas del sistema son controlados por el “establishment” y por primera vez hay un candidato que se opone abiertamente a ellos y todos -gobiernistas y opositores- se han alineado en su contra. Esperamos que los votantes actúen en contrario el día 8.
Trump es un candidato con deficiencias, todos lo sabemos, pero es -con creces- menos dañino que Hillary Clinton. Y tal y como dice mi amigo “El mismo Travieso” en su comentario, Donald Trump es solo un mal necesario, y hay que asumirlo así.
¡Vivimos, seguiremos disparando!