Construcción de identidades y valores en la vida cibernética
Breve se los digo: serás en tu vida digital exactamente lo que promueves a través de tus publicaciones y es esto que publicas, lo que determinará en el futuro no solo lo que la gente terminará percibiendo de ti, sino lo que estarás inculcando/promoviendo en la vida de los cercanos en la que influirás… ¿Un ejemplo?. Tus hijos.
¿Nos hemos preguntado alguna vez “Por qué hemos compartido tal o cual foto y/o publicado tal o cual comentario en alguna de nuestras redes sociales”? Algo me dice que, por lo regular, este es un cuestionamiento que no empleamos con frecuencia o que no tomamos en cuenta al momento de comunicar a través de nuestras redes sociales.
En el mundo de hoy es difícil que los recuerdos se pierdan. La generación pasada guarda en su memoria los recuerdos de todos aquellos sucesos que vivieron nuestros padres o abuelos, esos no influyeron en nuestras vidas, porque, no tuvimos oportunidad de vivirla con ellos, de eso, solo conocemos lo que nos contaron. Sin embargo, cuando nuestros hijos vayan creciendo, no seremos nosotros los que les estaremos contando los sucesos o experiencias de nuestras vidas, ese papel lo jugarán nuestras redes sociales, miremos a Facebook. A nosotros lo que nos corresponderá es dar explicaciones.
Apuesto a que olvidaste el cumpleaños de un amigo o un grato momento vivido en tu vida y ya Facebook te lo recordó.
¿Lo reflexionamos? Hoy, que ya somos mayores de edad, nos encanta la rumba, y con ella, vienen las fotos y selfies del coro en los bares, esos canes playeros con muy poca ropa, los cariñitos entre amigos, las poses provocativas, entre otros., pero, en algún momento pensamos en lo que estarían haciendo nuestros hijos en un futuro a partir de ese “ejemplo de vida” que hoy estamos dando. Evitar el “…pero tu…”, está en cada uno de nosotros, porque, como expresamos al inicio, somos lo que promovemos y ellos serán lo que fuimos.
Lo que compartimos hoy es tan delicado que puede llegar a impactar directamente hasta nuestra vida, causando problemas que, quizás al leer esta publicación ni siquiera pudieran causar ningún tipo de alerta, pero que podría hacernos pasar por un mal rato, si fuéramos víctima de ello.
Desde que incursionamos en las redes sociales, estamos expuesto a la pérdida del empleo, problemas con tu pareja, ciberacoso o cyberbullying, grooming, phishing, suplantación y/o robo de identidad, malware, sexting, fraudes, etc. Estas desafortunadas experiencias, ya han llevado a países como México a crear programas que buscan sensibilizar a los usuarios de redes sociales sobre su uso adecuado.
¿Abandonarlas es la solución? No, mejorar su uso sí. En una sociedad que está en constante proceso de construcción como la dominicana, es importante hacerlo. Construir identidades digitales, cimentadas en valores que puedan servir de ejemplo a presentes y futuras generaciones es compromiso de todo.
Este es el tiempo de promover aquellas vivencias que dejan productivos y positivos mensajes en nuestra gente, sembrando en el amor y valores sociales que nos ayuden a ser mejores y que no nos expongan a lamentables situaciones.
Yo, hasta aquí dejo mi reflexión. Ahora te toca a ti continuarla ¿Te animas?