Clientelismo, corrupción y pobreza
Meses atrás me encontraba en una comunidad rural, entre las provincias más pobres del país y de momento comencé a ver un desfile de yipetas que por las apariencias se veía que eran costosas, y pude mirar que, por la reacción de los moradores, no era común ver ese tipo de vehículos.
En principio me surgió la interrogante sobre qué podían estar buscando, hasta que recordé que ya estábamos en campaña electoral.
Tuve razón. Se dirigían a una actividad política; de lejos escuchaba a quien aparentemente era el candidato a diputado, con una notable disonancia e incapacidad para articular de manera adecuada las ideas, decir “ni u ni fa».
Los allí presentes aplaudían esas palabras, como si se tratase de los años 90s cuando en el país existía una profunda crisis en términos de educación.
Solo de esa forma se podía explicar los aplausos y sentarse a escuchar una persona que no tenga la capacidad de articular un discurso de propuestas que digan qué hacer de llegar a la posición que aspira.
¿En la Era de la 4ta revolución industrial o tecnológica? ¿En el siglo XXI? Eran las dudas que me surgieron. Motivado por la curiosidad, y un cierto nivel de desconcierto, me aproximo un poco a la manifestación y observo personas solicitándole dádivas a quien no solo en ese momento era candidato, sino que también ocupaba una función pública importante.
Esa experiencia me condujo a reflexionar al respecto, y plantearme la siguiente interrogante: ¿cómo avanza un país en esas condiciones? Lamentablemente esa es nuestra realidad, para una persona alcanzar un puesto electivo debe gastar una importante cantidad de dinero, porque la población no vota por propuestas, sino más bien por las “dádivas” que los candidatos entregan en los tiempos de campaña.
Esta es una de las causas principales de la corrupción de países como el nuestro: los funcionarios o ministros interesados en mantener o llegar a un cargo electivo deben valerse de los fondos públicos para costear los gastos de campaña. A su vez esto produce pobreza, porque el dinero en lugar de destinarse a la mejoría de la calidad de vida de los ciudadanos, se utilizan para gastarlos en los procesos electorales o enriquecerse.
Mientras tanto, aquella comunidad permanece en condiciones precarias, sin esperanzas de mejora, escuchando una persona que no presenta soluciones que puedan mejorar las condiciones en las que viven.
La solución a estos males que nos afectan tales como el clientelismo y la corrupción, es la educación; le permite a los ciudadanos tener discernimiento, esto ayuda a distinguir el trigo de la cizaña, a tomar decisiones partiendo de las ideas, y no de lo que puedan dar el día de las elecciones.
La degradación de la política ha permitido que sujetos sin preparación puedan ganar elecciones, y por ello aumenta la pobreza en nuestros pueblos, mientras estas personalidades se enriquecen ellos, a sus familiares y cercanos colaboradores.
jpm-am
excelente arti****, es bueno saber que todavía existen jóvenes que piensan
sr. feliz, esa felicidad tuya de sonreir y de apellido se te borrara cuando los fanaticos de los partidos que nos han gobernado te respondan culpando a los demas de la corrupcion.esa es su unica defensa,vota en la casilla 32 por el dr.roque espaillat para un verdadero cambio.
parece un cuento de ficción, se sienta y escribe lo que le sale, sin entender que los lectores saben de donde son los cantantes, en los tiempo del antiguo pld hoy un pedazo los funcionarios que entraron en chancleta si se movían en jeepetas, fueron los gobiernos mas corruptos, leonel llego al extremos de regalar nuestros oro 97-3, danilo junto a su sagrada familia se llevaron el dinero del erario, el pais conoce los corruptos pld/fp, lo peor.
excelente artí****, es nuestra realidad. y la juventud que es la que está llamada a hacer los cambios. está en hooka y drogas. lamentablemente es lo qué tenemos como sociedad.