Clamor por Haití: la única solución está en el concierto de naciones

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EL AUTORI es periodista. Reside en Santo Domingo.

Como llanero solitario, el presidente Luis Abinader empleó parte de su discurso ante la Septuagésima Sexta Asamblea General de la Naciones Unidas para llamar a la comunidad internacional a mirar hacia Haití, que a la sempiterna crisis económica y social que le acompaña desde la revolución que la convirtió en la segunda república independiente de América y en la primera negra en el mundo, agravada por el terremoto del 2010, añadió este año una nueva catástrofe sísmica y el asesinato de su presidente en el lecho conyugal.

El conclave de los estadistas mundiales inició matizado por las azarosas coincidencias de imágenes de guardias fronterizos estadunidenses persiguiendo sobre caballos a latigazos a  haitianos que intentaban penetrar a territorio estadounidense desde la frontera con México, reacción brutal frente al acontecimiento que República Dominicana ha tenido que vivir frecuentemente sin hacer otra cosa que reclamar el derecho soberano de aplicar sus regulaciones migratorias.

Nadie quiere a los desesperados haitianos huyendo despavoridos hacia su territorio,  sin embargo, no se quiere entender que los dominicanos que se quitan el pan de la boca para compartirlo con sus vecinos, que gastan más del 30% de su presupuesto de Salud en servicio a los habitantes del país con el que comparte, por azares del destino, la Isla Hispaniola, que tienen a sus hospitales de maternidad convertidos en el paritorio de las parturientas haitianas, quieran poner orden para que el colapso del Estado haitiano no arrastre hacia el  mismo abismo al Estado dominicano.

Después del fracaso de la intervención de la ONU, con la MINUSTAH y de la MINUJUSTH, la comunidad internacional, solo acompaña a Haití de palabra, a diferencia de República Dominicana que es la segunda víctima de la inestabilidad política y económica que padece la patria de Toussaint Louverture.

En su discurso ante la ONU, el presidente Abinader advirtió que esa inestabilidad en Haití, pudiera contagiar a toda la región, y que no se subsana con simples pronunciamientos de solidaridad, que require acompañamiento, porque de otra forma un país cuyo territorio está bajo el control de bandas criminales no tiene posibilidad de reencontrarse por sí solo con la democracia que cree la institucionalidad imprescindible para la ejecución de un programa de desarrollo.

¿Quién sino la República Dominicana para clamar por solución a la crisis haitiana, que es parte de la problemática económica y social que afecta a los dominicanos más vulnerables?

Clamar porque la única solución está en el concierto de naciones, sobre todo en aquellas como Estados Unidos y Francia, que no pueden mirar para otro lado, olvidándose  de su deuda histórica con ese país.

Que no crean como lo han pretendido que todo el peso de la problemática debe seguir sobre los hombros de los dominicanos, que pudiendo menos aportan más que nadie, porque como dijo el presidente Abinader, no hay ni habrá una solución dominicana para la situación haitiana, aunque los hijos de Duarte saben que les corresponde ser parte activa de todo lo que se haga para mejorar las condiciones de vida y de gobernanza del pueblo haitiano.

El presidente Biden sabe que carece de futuro electoral mostrarse débil frente a las caravanas de extranjeros que busquen penetrar a territorio de   Estados Unidos, pero sino diseña con el concurso de otras grandes economías, un programa de acompañamiento para construir democracia y desarrollo en Haití, la repulsión de las acciones represivas estarán llamadas a reservarle un puesto infame en la historia.

JPM

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Alberto Roque, Sto Dgo
Alberto Roque, Sto Dgo
2 Años hace

Después de ver las declaraciones del actual director de la DGM respecto a la realidad de esa institución hay que entender la traición que ha imperado en la frontera durante los últimos 20 años.
Se confirma que la existencia de mafias que negocian el trasiego de haitianos desde motoconcho hasta camiones autobuses etcétera. En pocas palabras un negociazo civicomilitar.
Una situación de alta traición de consecuencias imprevisibles.

Justicierodigital
Justicierodigital
2 Años hace

Ee.uu es el gran diseñador y constructor de democracia? Como aquí en 1916 y 1965? Como en Afganistán e Irak? Como en tantos otros ejemplos de destrucción y muerte de democracias! Demócratas?
Falaz argumento, distinguido.