Calculados ataques contra el magisterio
Todo parece indicar que un influyente sector de poder, busca desacreditar las instituciones que con trabajo, esfuerzos y sacrificios ha construido el magisterio dominicano en casi medio siglo de luchas y desde los cuales fomentan y sostienen principios de solidaridad, ayuda mutua y defensa del sector.
Los cuestionamientos a la Cooperativa Nacional de Maestros, Inc. (COOPNAMA) y a la Asociación Dominicana de Profesores, ADP, indican la existencia de una conspiración que une intereses empresariales y de políticos gubernamentales que tienen un objetivo construir la falsa imagen de que estas instituciones perjudican al maestro, cuando no es así.
El lanzamiento de honor, para activar toda una batería contra del magisterio y sus instituciones, fueron las acciones y denuncias del Ministro de Educación, quien asumiendo las facultades constitucionales del poder legislativo impuso regulaciones en la manera que los maestros deben usar sus salarios.
Las estridentes denuncias que indicaban la existencia de miles de maestros fuera de nómina a miles porque supuestamente no trabajaban, tenían como trasfondo arrinconar a los docentes, aunque el ministro ha reconocido que más del 95% de los suspendidos cumplen con su labor y que no son responsables de las fallas en el tramite de sus licencias médicas y jubilaciones.
El frente mediático que opera para desacreditar a la principal institución de economía solidaria del país, la COOPANAMA, sugiere que dicha institución maneja y consume dinero público, cuando todos sabemos que son fruto de trabajo honesto y aportado voluntariamente por los maestros.
El 11 de Octubre 2017, el periódico El Día, título en primera plana: “Descuentos superan presupuestos 14 ministerios. Coopnama recibe al mes RD$1,300 Millones. Las retenciones hechas a los empleados de Educación representan el 20 por ciento de la nómina del sistema educativo” destacando un artículo de Estarlin Taveras, sobre los aportes a la entidad.
Al destacar que el monto que percibe la Coopnama es superior al presupuesto de 14 Ministerios, se busca que los lectores infieran que se trata de dinero público asignado a la cooperativa, en detrimento de las instituciones listadas en el artículo, cuando lo cierto es que se trata de aportes y pagos que los maestros realizan de los salarios que ganan.
Al afirmar que: “Entre esos descuentos se encuentran deducciones a docentes que han contraído deudas superior al 90% de sus salarios, montos que religiosamente deben ser entregados por educación a la Coopnama”, se omite la normativa que obliga a las entidades, públicas y privadas, a retener y entregar a las cooperativas las sumas autorizadas por los servidores, y la ley n pone límite a dicho descuento.
Relevante es destacar la capacidad del magisterio dominicano para realizar aportes y pagos por RD$1,300 millones mensuales, usando 20% de sus ingresos, siendo loable que lo haga para una empresa de economía solidaria donde son dueños y por tanto beneficiarios tanto de los servicios como del excedente generado.
Debiera felicitarse la visión de los maestros para construir colectivamente ese esfuerzo mutualista que le ha servido por más de 45 años de manera eficiente y solidaria, cuando en el pasado ninguna institución bancaria le daba financiamiento, dado sus bajos ingresos, situación que los llevó a crear su propio espacio de ahorro y crédito, que tiene es la Coopnanma.
Gracias a la importancia constitucional que se confiere a la labor docente, se han mejorado los sueldos del sector abriéndose el apetito insaciable de la boa bancaria, que aplicando las practicas más perversas de que dispone el capitalismo, encuentra “voluntarios” para detractar una institución, que es un instrumento idóneo desarrollo sostenible.
Sobre cualquier diferencia que se tenga con dirección administrativa, hay que reconocer que Coopnama contribuye al incremento del ahorro nacional , ayuda a mejorar la calidad de vida de los docentes, aplica la democracia y garantiza la participación de sus socios en la toma de decisiones, teniendo estos el poder para cambiar lo que sea necesario en la misma.
Ojalá su dirección, las fuerzas que en Coopnama cohabitan y los asociados, tengan la madurez para saber a qué tipo de demonios enfrentan, tomando los correctivos para mejorar su desempeño, fortalecer su institucionalidad y bajar al mínimo rentable, la oferta de precios en sus productos y servicios, para que sus socios sientan más orgullo del que expresan por la misma.
JPM