Caamaño sí es cuestionable
Tenemos que reflexionar para ser justos, llegar a la realidad, a la verdad. Los plazos para la búsqueda de la verdad no vencen, no importa que hayan pasado 50 años o mas, o menos. Lo saludable para el país es que flote la verdad, y todos los considerados prohombres o héroes están abiertos al escrutinio de todos, nadie puede impedir que cada cual busque la verdad. Para los que ven a Caamaño como un héroe nacional, casi casi padre de la patria, que responden a quienes osan criticar el accionar del Coronel con frases como estas: “quieren destruir los símbolos patrios, es una bajeza humana, digan lo que digan no lo rebajaran de su dimensión de héroe nacional, nada que digan puede hacerle daño”, les digo que no pertenezco a ningún movimiento que tenga la finalidad de destruir ese símbolo patrio, tampoco nadie me está pagando, a lo sumo soy “un tonto útil”. Se ha creado un avispero por las declaraciones de un grupo de izquierdistas, con su derecho y diría también con su obligación, en relación al coronel Caamaño Deñó : mujeriego, déspota, desalmado, disoluto…etc., pero no solo este grupo de personas ha criticado fuertemente al llamado coronel de abril; Montes Arache decía: “no era suficientemente inteligente, no era un oficial brillante, ni estaba preparado para la posición que le echaron encima los políticos que lo nombraron presidente.” Quienes expresan estas opiniones son sus compañeros de armas, que si ellos no lo conocían en su accionar de lucha, ¿quién lo iba a conocer? Según los caamañistas todo aquel que ha criticado a Caamaño o que no le ha seguido en sus propósitos, o quien sirva de justificación para sus fracasos, no es mas que un traidor, en esta categoría entrarían Juan Bosch y Fidel Castro. Quieren minimizar o borrar el accionar de Caamaño en los hechos anteriores y posteriores a la revolución de abril de 1965, algo así como decirnos que solo analicemos los cuatro meses de la guerra, pero como eso no es posible ya que estos hechos son historia y están sujeto a los análisis necesarios para su evaluación, y en vista de su importancia y gravedad empezaremos con su ingreso en 1949 a la Marina de Guerra, durante la terrible dictadura trujillista, la dictadura mas sangrienta de todos los tiempos en América Latina, donde se graduó de Alférez y avanzó rápido en el escalafón militar hasta el rango de Mayor; llegó a ser de tanta confianza de Trujillo que éste lo nombró edecán de su hija Angelita en sus viajes a EEUU. Sus defensores alegan que no mató a nadie y que nadie se querelló de él después de la muerte de Trujillo; pero había otra opción, claro muy riesgosa, que era hacer oposición al sanguinario régimen de Trujillo, mil veces mas opresor y violador de la constitución que el Triunvirato que él combatió, como hicieron un grupo de jóvenes, por lo que fueron perseguidos, hechos presos, torturados y asesinados. En 1962 es nombrado jefe de los cascos blancos, el principal aparato represor con que contaba la policía, donde se distinguió por la beligerancia contra los estudiantes de izquierda; fue tan brutal la represión que un tiempo después hubo de cambiarle el nombre por cascos negros para mejorar la imagen de la policía. Ese mismo año 1962 el gobierno de entonces ordena al coronel Caamaño, comandante de las fuerzas anti disturbios (cascos blancos), trasladarse al paraje Palma Sola con un contingente policíaco militar y destruir el movimiento que bajo la prédica del oliborismo reunía creyentes en el dios Liborio y habían establecido un santuario. Al llegar las tropas al mando de Caamaño abrieron fuego contra los lugareños que solo estaban armados de palos y piedras matando a cientos de hombres, mujeres y niños; durante la matanza se le atribuye al coronel Caamaño la muerte de un lugareño que le imploró: “ay, no me mates”. Se ha instituido como la masacre de Palma Sola. En el año 1964 encabezó un complot para la destitución del jefe de la policía general Belisario Peguero. Al fracasar este complot entra en contacto con el teniente coronel Rafael Tomas Hernández Rodríguez quien lo involucra en el movimiento Enriquillo que perseguía el derrocamiento de Triunvirato y la reposición del gobierno de Bosch. Este movimiento estaba formado por militares balagueristas-trujillistas y gente del PRD que jamás pensaron en organizar una revolución para derrotar el Triunvirato, se sobre entendía que se trataba de un simple golpe de estado. La revolución no empieza el 24 de abril de 1965, sino inmediatamente después del golpe de estado a Bosch y la imposición en el poder de un Triunvirato, junto a una férrea oposición desde el primer día del dirigente político revolucionario Manuel Aurelio Tavarez Justo, Héroe Nacional, (quien durante toda su vida tuvo una coherente oposición a las dictaduras y gobiernos de factos. Fue opositor al régimen de Trujillo, perseguido, apresado y torturado junto a varios de sus compañeros en la temible “cárcel La 40”), que desata una lucha contra el recién instalado Triunvirato lo que lo obligó a vivir en la clandestinidad, y el 28 de noviembre de 1963 se alzó en armas en la montañas de Las Manaclas. Fue ejecutado después de negociar su entrega al ejército. Esto motiva la renuncia del presidente del Triunvirato Emilio de las Santos y provoca la indignación popular. Ahora las condiciones estaban dadas para que un grupo de militares iniciaran labores conspirativas para restablecer la constitucionalidad y el retorno de Bosch. Para que la acción de los militares se convierta en revolución, entra en juego la parte política, que la aporta el PRD de Bosch con la voz diaria de Peña Gómez de agitación por Tribuna Democrática los días previos al 24 de abril y el anuncio, este mismo día, de que el gobierno había sido derrocado, exhortando a la población a salir a la calle y miles de personas acogieron el llamado inundando la Avenida Duarte, tomando también Radio Santo Domingo por un tiempo y desde sus micrófonos siguieron exhortando a salir a las calles y tomar las armas. La palabra, y no la ametralladora, fue el arma más utilizada en las primeras horas del levantamiento militar el 24 de abril de 1965, que dio al traste con el Triunvirato. En estas condiciones y por las circunstancias en que se desenvolvían los hechos y principalmente la renuncia del presidente José Rafael Molina Ureña, y ante el temor de que el movimiento constitucionalista quedara acéfalo Juan Bosch nombra “de dedo” a Caamaño como Presidente de la República, quien después de momentos de indecisión acepta. Después el Congreso lo ratificó por instrucciones del mismo Bosch. Caamaño tenía una participación secundaria aunque importante en los primeros días de la revuelta, pero prácticamente nula en la organización que derrocó al triunvirato. Este no era su proyecto, su idea, y como dice el escritor español Noel Larasó: “ser capaz de morir por una idea no es grandeza. La grandeza es tener la idea”. La parte política del gobierno de Caamaño la manejaba Juan Bosch y de hecho designó varios de sus estrategas políticos en el gabinete de gobierno. La estrategia de la guerra era dirigida por Montes Arache, comandante de los hombres rana, quien estaba siempre en el campo de batalla. Los hombres rana fueron el primer grupo de esa calidad en América Latina manejaban cualquier tipo de armas y tenían la virtud de combatir cada uno con cinco hombres a la vez. Los hombres rana eran la columna vertebral de la revolución de abril que defendieron la integridad y la soberanía de la nación, fueron con Montes Arache a la cabeza, los protagonistas de las hazañas mas increíbles de aquella revolución, fueron la clave en la defensa de la Zona Colonial contra los ataques de los americanos y en la retirada de las tropas de Wessin en el puente Duarte. Los defensores del héroe Caamaño no se van a los hechos a “los números fríos”, le atribuyen un valor sentimental, espiritual o anímico, creando leyendas sobre el valor personal, el predominio de la testosterona con episodios como el del puente Duarte donde “la sola presencia de Caamaño hizo retroceder las tropas de Wessin” o decir que se atrevió a desafiar a la primera potencia armada del mundo, y enfrentar al embajador americano cuando éste le dice que se rindan ante la gente de San Isidro y que Caamaño murmuró indignado “hijo de la gran puta, yo si se lo que voy a hacer” y se dispuso a abandonar de manera abrupta la reunión. Mientras salía de la oficina, el joven oficial miró al extranjero, que se había puesto de pie y le dij “ ¡le vamos a demostrar que hay dominicanos que tienen vergüenza y cuando es necesario morir lo hacen con honor” y una vez fuera de las instalaciones se desahogó con uno de sus compañeros de armas: “¡que mierderia, coño¡ ¿ustedes no se dieron cuenta de que este carajo lo que estaba era tratando de humillarme? ¡Mierda para él y su gobierno¡ Si quieren guerra, tendrán guerra, y verán como defendemos los dominicanos nuestra patria”. (Copiado de un artículo del Sr. Luis R. Decamps). Pero hay otros hechos pocos publicitados como el sucedido poco después de lo relatado inmediatamente antes; Montes Arache nos dice: “Caamaño decidió irse a la Embajada de El Salvador, se asiló como a las 6 o a las 7 de la noche y todavía hay una testigo viva, y al otro día cuando lo supe como a las 8 o 9 de la mañana fui a buscarlo a la Embajada de El Salvador” y añadió que “el embajador salvadoreño le dijo que él había cogido el derecho de asilo, luego firmó su descargo y salió y le dijo vete a Ciudad Nueva y dos días después fue designado Presidente de la República” Caamaño en la presidencia con Bosch manejando la parte política y Montes Arache la militar, se desarrolló la Revolución de Abril hasta que se firmó el Acta Institucional que dio fin a la guerra. El Coronel Caamaño sale a Londres como agrado militar. Realiza una serie de viajes para hacer contactos que finalmente lo llevaron a Cuba. Debemos ubicarnos en el ambiente político de la época que estaba dominado por un orden internacional denominado “Guerra Fría” donde la URSS estaba expandiendo sus dominios y era común en esta etapa que la Unión Soviética y sus países satélites entrenaran personas de otras naciones en la doctrina comunista y en la lucha guerrillera para la implementación de regímenes comunistas afines. Sin importar que se derrocase a gobiernos legítimamente constituidos. Luego de prepararse por años, no pudo organizar un movimiento que tuviera reales posibilidades de éxito, debido según sus defensores a traiciones, deserciones, delaciones, etc., y según otros analistas por su falta de liderazgo, poder de convencimiento y capacidad organizativa. El mismo Fidel Castro no estaba convencido del éxito de la expedición sino de todo lo contrario, es tanto así que casi nunca hablaba con Caamaño y en una oportunidad estuvo dos años sin recibirlo. En estas condiciones y solo con nueve hombres, sin apoyo político llega Caamaño a Playa Caracoles. La guerrilla no obtuvo respaldo de ningún sector. Fracasó. Este era un proyecto y una idea de Caamaño. Al Coronel Caamaño se le considera un héroe nacional por defender nuestra soberanía de los americanos, sin embargo esta fracasada expedición tenia la finalidad de instalar un régimen comunista en la República Dominicana y por tanto entregar nuestra soberanía a los propósitos rusos y cubanos. Sabemos que por su naturaleza, todos los totalitarismos generan políticas criminales, lo hacen todas las dictaduras y el comunismo que ha provocado tantos dramas humanos en todos los sitios donde ha estado en el poder es uno de los mas patéticos ejemplos de la intervención de una potencia como la URSS para suprimir todas las libertades sin elecciones libres, permaneciendo en el poder per secula seculorum o hasta que admitan su rotundo fracaso como hizo la URSS. No es obligatorio que Caamaño sea Héroe Nacional. tommymejiapou@hotmail.com