Armando Houellemont y la seguridad privada en RD

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EL AUTOR es presidente de la Asociación Dominicana de Empresas de Seguridad. Reside en Santo Domingo.

La muerte inesperada el pasado 19 de febrero del Ingeniero Armando Houellemont, ha conmovido a todo el sector de la seguridad privada. A mí, que he sido su amigo por tantos años, me ha motivado, además, a dejar este testimonio escrito.
En mi primera gestión al frente del Consejo de Administración de  la Asociación  Dominicana de Empresas de Seguridad (Adesinc), y en el mismo acto de toma de posesión, tuve la iniciativa, secundada de manera unánime por todos sus miembros, de entregar una placa de reconocimiento a la labor del Ingeniero  Houellemont como precursor de la Seguridad privada en nuestro país; y hoy, durante ésta mi proyectada última gestión, después de tres períodos al frente de Adesinc, hago público este escrito, de manera simbólica, como otra placa de reconocimiento póstumo que habrá de perdurar en el tiempo.
¡Cuanto orgullo y cuánto dolor entremezclados!
La siguiente afirmación que haré tiene todo el peso de la autoridad que me dan  mis casi 40 años en el sector:  «La seguridad privada en la República Dominicana tiene consustancialmente implícito, en todo el sentido de la palabra, el sello indeleble  de Armando Hoellemont y de su Dominican Watchman National.
Sin restarle mérito a las dos franquicias extranjeras de seguridad privada que se instalaron primeramente en el país, con la aparición de  Dominican Watchman dirigida por Armando Houellemont, se logra demostrar que la Seguridad Privada no era sólo asunto de conocer las normas básicas de la actividad, si no, que se requería de un manejo diestro del personal con políticas ajustadas a la realidad dominicana.  Sus famosos wachimanes, también llamados los cotorros, hace más de cuarenta años, por su uniforme verde que rompieron con la tradición del simple sereno improvisado, comenzaron a utilizarse de manera indetenible en las empresas extranjeras y nacionales,  residencias, colegios, etc., demostrando al usuario que en materia de seguridad, hacer una inversión adicional,  se convertía de manera directa, en un ahorro representado en mayor protección, garantía, tranquilidad, responsabilidad etc.
Armando Houellemont siempre creyó en la seguridad privada  y jamás tuvo temor en invertir en este negocio, a pesar de los reveses y circunstancias adversas, logrando hacer de su empresa la más versátil en el país, comparada, en equipos y servicios, con las más grandes empresas del ramo en Latinoamérica y en otros países desarrollados.
En materia de operaciones el Ingeniero Houellemont vió la importancia que tenía el crear internamente un escalafón con rangos, de modo que hubiera una actitud y respeto similar a cualquier institución militar, ya que se manejaban armas y equipos, que no dejaban de constituir en sí mismos en una situación de riesgo, pero todo ello sin desconocer su condición fundamental de empresa privada con un pleno sometimiento a las leyes y a las autoridades competentes.
En materia administrativa, le imprimió a la empresa principios básicos de la administración científica, y la departamentalizó, dando avances insopechados en base a una encomiable administración  por objetivos y contratando para ello a profesionales diversos con los que no contaba ninguna otra empresa de esta actividad empresarial en el país.
Tanto en la parte operacional como en la administrativa desarrolló controles que fue reajustando a medida de que el sector crecía cuantitativa y cualitativamente, y a medida de que se producían acontecimientos novedosos,  con la finalidad de que el negocio contara siempre con políticas internas  cónsonas con su vulnerabilidad, riesgos y fortalezas.
Armando Houellemont, conjuntamente con el Contralmirante César Gil García (EPD); Víctor Tejada (EPD); Roberto Valentin, Roberto Pilarte, Ruperto Acosta; y un servidor, fue fundador de la Asociación Dominicana de Empresas de Seguridad, Inc.(Adesinc) en el año 1982, y a la que le dió apoyo absoluto  en todos los escenarios con la fuerza que imprimía sus acertadas proyecciones y sus firmes y avanzados criterios.
Armando Houellemont fue un gran visionario e innovador por excelencia, y hasta una semana antes de morir, trabajaba diariamente con una gran responsabilidad y entereza, personificando en su propio accionar, el slogan de su empresa «Gente Segura y Confiable».
Hoy en día todas las empresas que hacemos un trabajo profesional dentro del sector de la seguridad privada, le debemos algo de manera directa o indirecta al Ingeniero Houellemont, pues es innegable que el trilló un camino por el cual hoy transitamos con mucho más herramientas y de manera menos tortuosa.  Yo, que me honré de su amistad, y que forme  parte de esa historia, siendo un colaborador en sus negocios en la década de los 80, tengo como obligación decir, y me enaltece admitir, que una buena parte de lo que soy en en él área de la Seguridad Privada, se lo debo y se lo deberé mientras viva, a este portento de hombre.
¡Descansa en Paz querido Armando!
jpm
Armando Houellemont.
Armando Houellemont.
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N. Cerón.
N. Cerón.
8 Años hace

muy bien bismarck, te felicito por este articulo tan ilustrativo para entender los aportes del fenecido ing. houellmont,al sector que tu bien representas, y ademas revelas que tu tienes una importante virtud personal, el agradecimiento.