Puntualización histórica sobre hebreo, judío, israelita o israelí (5 de 5)

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El autor es politólogo y teólogo. Reside en Nueva York

Tal como había prometido ampliaré un poco más sobre el Sionismo en esta última entrega de los  cinco artículos en que finalizaré no sin dejar clara mi apreciación sobre los  “judío” coincidiendo con lo planteado por el historiador Paul Jonhson.

Ahora sí, de lo que estoy  seguro es que los que se adhirieron al judaísmo rabínico no son completamente judíos o israelitas, dado que un 63% de todos los judíos son o Camitas o Jafetitas convertidos al Judaísmo.

Sin olvidar que a Moisés al salir de Egipto les acompañó miles de gente de distintas etnias que se hicieron israelitas por convicción religiosa y laxos matrimonial, también es  demostrable por estudios históricos y prueba de ADN, que por algunos aspectos de K son Semitas en vez de Jafetitas.

Vamos a citar: “Lo que haría sería revisar por completo la secuencia de ADN-Y. Lo que resulta interesante en los linajes K2 es que de los hombres del haplogrupo 117 K2 en el banco de datos de la Universidad de Arizona, un 15% son judíos”.

Además de esto, hay un número significativo de divisiones en el judaísmo que muestran que el judaísmo es una religión y no solo un único linaje de haplogrupo.” (Plan de participación y terminación del mandato Británico, internet; pdf)

Además: “la Asociación Nacional de la enfermad de Tay-Sachs en Delaware nos dice que dicha enfermedad afecta a los judíos ashkenazíes, pero no a los judíos semíticos”.( Geopolítica del Sionismo Global: de la Teoría Jazara a la praxis y Apartheid Financiera. Xavier Ortiz-Perez, pág: 538)

“La enfermedad Tay-Sachs es un trastorno genético causado por la falta de una enzima que resulta en la acumulación de una sustancia grasa en el sistema nervioso que afecta principalmente a los judíos ashkenazíes”.(ibidem)

¿Esto que prueba?

“Que efectivamente las personas semíticas nunca sufren la enferma de Tay-Sachs, solo los judíos ashkenazíes, probando que ellos no son semitas”.

Arthur Koestler, de origen judío ashkenazi e historiador sionista -que muchos dicen que los “suicidaron” (aunque suene paradójico) a él y a su esposa porque al parecer sabía de más sobre el sionismo-, y nos dice en su polémica obra: La Decimotercer Tribu: “que significaría entonces que los antepasados de estos judíos (ashkenazi) no procederían de las orillas del Jordán, sino del Cáucaso, donde se ha localizado la cuna de la raza aria; genéticamente estarían más emparentados con los hunos, con los magiares, que con la simiente de Abraham, de Isaac, de Jacob”.

Entonces siendo esto así, la palabra anti-semitismo carecería de sentido: únicamente testimoniaba un malentendido compartido a partes iguales por víctimas y verdugos.

A medida que emerge lentamente del pasado, la aventura del Impero Kazaro comienza a parecernos una farsa, la más cruel que la Historia haya nunca representado”.( pág: 570)

De hecho, se les dice judíos ashkenazíes debido a la zona geográfica, puesto que según el libro de Génesis, el personaje Askenaz es hijo de Gomer, el cual es a su vez hijo de Jafet, hijo de Noé; es decir Askenaz no es descendiente de Sem, del cual proceden los pueblos semíticos. De Jafet y sus hijos se dice que desciende Europa, por lógica los “judíos” askenazíes no son semitas.

(C.f.: Biblia)

Otra cuestión a destacar, hablando ahora sobre los judíos sefardíes, es que según el historiador israelí Shlomo Sand de la Universidad Hebrea de Tel Aviv en su libro: La Invención del Pueblo judío cita al investigador judío franco-israelí Andre Chouraqui que concluye: “los sefardíes son más bien descendientes de bereberes y cartagineses convertidos al judaísmo puesto que asegura; mientras que las comunidades cristianas de los bereberes sobrevivieron solamente hasta el siglo XII, el judaísmo en el Norte de África retuvo la lealtad de sus prosélitos hasta nuestros días, a mitad del siglo XX, se calcula que la mitad de los judíos de África del Norte son descendientes de conversos bereberes”.

Sand continua citando al lingüista y profesor Paul Wexler de la Universidad de Tel Aviv en su libro The Non-Jewish Origins of the Sephardic Jews el cual sostiene que: “Los judíos sefardíes son principalmente descendientes de los árabes, bereberes y europeos que se convirtieron al judaísmo en el periodo comprendido entre el auge de las primeras comunidades judías en Asia occidental.

Ampliando un poco más sobre el Sionismo: Históricamente Herzl, no inventó el término sionismo, este fue acuñado por vez primera por el austriaco Nathan Birnbaum, en 1890 en su diario Selbst Emanzipation (Autoemancipación). Y desde ese entonces todos los teóricos e ideólogos partidarios de esta idea de un Estado Israelí son conocidos como sionistas.

El Sionismo, es pues, una ideología política que busca la creación de un Estado Nacional Judío en Palestina(?), el antiguo hogar de los judíos, al que llaman “Tierra de Israel”.

Aunque el sionismo se originó en el oriente y centro de Europa a finales del siglo XIX, en muchos casos es la continuación del acoplamiento de lo que los judíos y su religión buscan a la histórica región de Palestina(?), en donde la colina de la antigua Jerusalén era llamada Sion.

La interrogante es por ser Palestina un territorio de invento Romano. No así su gente.

En resumen podemos o no estar de acuerdo con los Israelíes que gobiernan en Israel y aquellos de ciertos linajes que manejan la finanza mundial -aunque ya brevemente conocemos sus orígenes etnolingüísticos- y es que ellos han hecho posible la creencia en un solo Dios los “judíos” tienen este don.

A ellos: “Les debemos la idea de la igualdad ante la ley, tanto divina como humana; de la santidad de la vida y la dignidad de la persona humana; de la conciencia individual y, por lo tanto, de la redención personal; de la conciencia colectiva y, por lo tanto, de la responsabilidad social; de la paz como ideal abstracto y del amor como fundamento de la justicia, así como muchos otros aspectos que constituyen la dotación moral básica de la mente humana.

En la Antigüedad fueron los grandes innovadores de la religión y la moral”.

“En la Alta Edad Media europea eran todavía un pueblo avanzado que transmitía el conocimiento y la tecnología. Gradualmente fueron apartados de la vanguardia y se rezagaron, hasta que a fines del siglo XVIII se los vio como una retaguardia harapienta y oscurantista en la marcha de la humanidad civilizada”. (La Historia de los Judíos, Paul Johnson. Pág: 856-58)

Pero hoy de nuevo están en la cima de la tecnología, la finanza, la economía, la medicina.

Es indudable su elección divina.

jpm-am

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Karina
Karina
7 meses hace

🙌

antonio ro
antonio ro
7 meses hace

Y todavia quedan tarados que se creen que estos euro-asiaticos convertidos (y mata niños) son el pueblo de dios? con esas falacias tienen a millones idiotisados.

Angela
Angela
7 meses hace

🙏

Marialex
Marialex
7 meses hace

“Es indudable su elección divina”