Prudencia cayó en el vacío: basura, «benberria» y pleitos alteraron la paz
Cada fin de año las autoridades exhortan a la población a celebrar con mesura, a evitar ser parte de las estadísticas fatales pero qué va. Siempre habrá quien engrose la lista por imprudencia suya o ajena.
Nunca faltan los menores intoxicados, unos en la alegría de sus parientes o allegados son incluidos en la celebración y claro para festejar hay que beber y con frecuencia de a mucho. Otros autoincluidos la pasan mal, lejos de la vista de sus tutores, en la calle en parranda.

Los motoristas, feriado tras feriado, aumentan las muertes. En esta ocasión, todos los decesos los aportó ese renglón. Por el tipo de comportamiento que exhiben algunos, parece que tienen un dios aparte que los cuida, que les evita mayores desgracias, pues sus osadías son como aposta para fracasar.
Consejos van y vienen en todos los asuetos que conllevan traslado a otros pueblos y chercha a granel. Mas, es como si la gente entendiera que lo malo le pasará a otros.
Así, con alcohol, imprudencia en carreteras, estallido de fuegos artificiales por personas no autorizadas, los riesgos crecen como la verdolaga o como cualquier planta sembrada por mi madre y sus manos benditas. Solo que la suya sí es cosecha útil.
Es cierto que esta Nochebuena aunque hubo sucesos, la gente no abarrotó las vías como en las anteriores ni alargó la juerga hasta Navidad. Al contrario, asombró el silencio de los barrios de tradicionales festividades. Esto atribuido a la falta de dinero.
Sin embargo, esa energía, ese brío guardado salió desbocado el 31 de diciembre y alcanzó el 1 de enero. Entonces basura, bemberria y pleitos matizaron y alteraron la paz.
¿Es que no hay llamado que valga?
jpm-am

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Capsula de Nin
Por: José Díaz Nin
Tenemos el derecho a comer; pero no a exponer a los otros a vivir en la insalubridad, los ruidos o inhalación de aire contaminado que acaban, tarde o temprano con la salud física y mental.
Se observa en los barrios de todas las ciudades: negocios con bocinas de altos decibelios, Talleres de pintura, lavaderos de autos en las calles, mecánicos improvisados, vehículos inservibles estacionados,
Fué tal la «Bemberria»en que participó la marchanta, que la escribió con N.
Es evidente que fue un yerro, porque en el texto está bien ¿Fue un error lo suyo escribir fué, así con tilde?
es evidente que fue un yerro, porque en el texto está bien ¿fue un error lo suyo escribir fué, así con tilde?
Esas campañas es una perdida de tiempo y recursos, el imprudente es imprudente los 365 dias del año. El nivel de inconciencia es altísimo. Le falto hacer mención de los gatillos alegres y sus consecuencias
Me parece interesante el trabajo de Petra Saviñón, los artículos anteriores no lo pude leer, ahora he visto que el comportamiento de muchas personas es como si fuera su última oportunidad, de ahí la estridencia y la borrachera donde se pierde la razón, por eso la gran cantidad de fallecido y los menores intoxicado a borbotón, aunque las autoridades desplieguen campaña de concientización ésta caen en terreno árido, ya que se vive el momento.