Iniciativas positivas de inclusión social de la Digepep
El pasado martes, participé junto a otros colegas, en el acto mediante el cual Domingo Contreras ofreció una memoria de lo que ha hecho la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep) en los últimos 365 días. A pesar de la aprensión con que se suele tomar la retorica oficial, me resultaron reconfortantes las informaciones ofrecidas allí.
Se trata de un conjunto de acciones dirigidas a mejorar las condiciones de existencia de dominicanos que subsisten en medio de precariedades, carentes de bienes y servicios elementales. Agravando sus estrecheces, la ignorancia incide sobre ellos para restarles calidad de vida y acostumbrarlos a convivir con la negación de sus derechos.
Justamente, la referencia a los derechos de los ciudadanos que malviven en las citadas condiciones fue el colofón del discurso del licenciado Contreras al referirse a los bienes y atenciones recibidos mediantes los programas especiales de la Presidencia: “Nuestras tareas son alivios a sus males, y son derechos que tienen las personas”, proclamó.
Como yo, otros periodistas presentes creían que se celebraba allí el primer año de la Digepep, y que esa institución nació con la designación de su actual titular. Pero no es así. También supimos ese día que la Digepep ha coordinado la integración a sus planes de 250 organizaciones sociales, 22 gubernamentales y 1,800 líderes comunitarios.
De este modo se ha logrado desarrollar iniciativas de inclusión social, contando, por ejemplo, con 13,986 núcleos de alfabetización registrados y validados, a través de los cuales se tienen inscritas 101,627 personas que muy pronto aprenderán a leer y escribir. Para esto se cuenta con 10,465 voluntarios capacitados como alfabetizadores.
El informe Contreras indica que actualmente hay 10,956 núcleos de aprendizaje funcionando y que en los mismos hay 142 instituciones públicas involucradas. Es decir, la voluntad de una institución de tercera categoría en el ordenamiento burocrático estatal, logra incorporar a un trabajo digno a un amplio número de entidades.
Entre los diversos planes de la Digepep, que incluyen salud, arte, artesanía, reciclaje de basura, estamos destacando la alfabetización de adultos, que alberga la ambiciosa meta de que en 2018 República Dominicana quede libre de analfabetismo. Se han declarado cinco municipios sin este flagelo. Otros cuarenta y tres lo estarían pronto.
Un artículo no será suficiente para comentar el Informe Contreras. Habremos de concluir señalando que el plan Quisqueya Aprende Contigo Identificó 6,756 empleados públicos que no saben leer ni escribir y que ahora hay 78,054 personas en proceso de alfabetización. Es una vía de reducir la pobreza. El esfuerzo parece justificado.
jpm