Bolsonaro desenmascaró a la Cuba «humanitaria»

Si hay algo que debo reconocer en la Bestia de Birán -entiéndase- Fidel Hipólito Alejandro Castro Ruz, es que tuvo  una mente sumamente proterva, maligna y capaz de engendrar por sí misma, toda una gama de maldades, intenciones aviesas y proclives a las más variadas de las ideas diabólicas que  pueda concebir un ser humano.

Su mayor objetivo en su vida era complacer al máximo su ilimitada egolatría, obtener el poder para plasmar  sus reales intenciones políticas y establecer  en la patria de José Martí,  el proyecto malvado que engendró en sus pensamientos. En su mente cultivó las ideas del nacional-socialismo tras identificarse con la lectura del libro «Mein Kampf» (Mi lucha) escrito por el demente Adolfo Hitler Polzl  y luego,  tomó un giro más radical con los textos del marxismo-leninismo en su juventud y época universitaria.

Aquel que se auto nombró  cuando engaño al pueblo cubano como «El novio de la Patria»,  por suerte y aunque muy tarde para los cubanos y en cierta medida para la propia humanidad, ya no existe en el mundo de los vivos, pero su maléfico legado aún oprime y perturba la suerte de un pueblo que ha sido esclavizado durante 60 años, como lo ha sido la que una vez fue llamada «La Perlas de las Antillas».

Como he manifestado en varios de mis artículos anteriores, en Cuba nada se hace al azar sino que todo obedece a un plan político e ideológico ideado, concebido y engendrado para apuntalar la dictadura fascista,  brindarle todos los recursos económicos al régimen (entiéndase la familia Castro) y como buenos discípulos de Joseph  Goebbels,  siempre  creando  una propaganda tenaz en base a falsedades y mentiras  con el objetivo de  elevar la imagen de un  gobierno y un sistema político anacrónico, fracasado, criminal, brutal y esclavista como ha sido la tiranía castrista.

Cuba: Trata de personas y esclavitud de los médicos 

 Qué es la trata de personas?  La podemos definir como un delito que consiste en el secuestro, el traslado o la acogida de seres humanos por medio de las amenazas, la violencia u otro mecanismos como la estafa o el abuso  de una posición dominante. Establecido el concepto, paso al  desarrollo  del tema.

Estoy seguro que los amables lectores habrán leído o escuchado hablar de las famosas «Misiones Médicas de Cuba» esparcidas por diversos países y sobre todo, en naciones  africanas, del Tercer Mundo o que forman parte de estas raras y nuevas alianzas de gobiernos izquierdistas como la Unión de Naciones Suramericanas  (UNASUR) o la Alternativa Bolivariana para la Amérca Latina (ALBA) que se popularizaron a partir de la década de los noventa con la llegada de Hugo Rafael Chávez Frías al poder.

Las «Misiones Médicas de Cuba» según la propaganda castrista y  defendida  por los gobiernos izquierditas de la América Latina  y por generosos  articulistas con rasgos de loros o papagayos del régimen castrista, -como es el caso del Dr. Miguel Espaillat Grullón-,   «Son una muestra de la generosidad y solidaridad de Cuba hacia los demás pueblos»,  algo que se ha evidenciado hasta la saciedad, que dichas misiones no son más que una trata de profesionales médicos de la isla, que son explotados por el régimen, enviados a lejanos países en recónditos lugares y que sus salarios son esquilmados por la tiranía cubana que se quedan con la mayor parte del mismo.

En  efecto, la exportación de los médicos cubanos por parte de la tiranía se ha convertido en una fuente de ingreso para el gobierno ya que, se calcula que unos 38,000 médicos cubanos laboran en unas 70 naciones y, sobre todo, en Venezuela, Brasil, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y otras naciones de la América Central. La mayoría de eso profesionales están concentrados en Venezuela y Brasil.

Los médicos cubanos que se insertan en esas  misiones, alejados de sus familiares y cumpliendo determinados años de servicios en condiciones difíciles, lo hacen para poder ganar algo más que los miserables pagos que ganan si se quedan en Cuba y así poder sostener precariamente a sus familiares en la isla.

Si hacemos una comparación salarial, podemos decir que un campesino mexicano, indocumentado y sin grado académico, percibe en la ciudad de New York trabajando en cualquier bodega o supermercado un estipendio mucho mayor  en dólares que lo que gana en Cuba un médico ya que éstos apenas perciben un sueldo aproximado de unos 50 dólares al mes en la «Isla de la Felicidad» o el «Paraíso Libre»  de Fidel Castro.  En Cuba como en casi todas las profesiones y/o negocios,  no se puede ejercer nada a nivel privado,  porque  no existe el libre albedrío entre sus gobernados y sólo el Estado dispone de la vida de los ciudadanos y de todo cuanto se puede hacer en la isla.

La estafa del gobierno de Cuba consiste en que a un médico cubano se les paga un salario en dólares en el país receptor de los servicios y del monto total el gobierno cubano le descuenta un 70% del mismo, una parte se les da para su sostenimiento  y el resto, se le deposita en una cuenta en el Banco Central de Cuba el cual se le entrega para cuando finalice su contrato. Por otra parte,  se les prohíbe traer a sus familiares, como una manera de chantaje  para asegurar su regreso a la isla y evitar su deserción.  Si un médico lo hace, corre el riesgo de no poder regresar a la isla y no ver a sus familiares durante ocho años.

Muchos se creen que en Cuba se regalan las cosas y que la educación es «gratuita», pero eso es lo que dicen y lo que promueven  sus acólitos para desvirtuar la realidad. Ya Fidel Castro lo había dicho: «Dentro de la revolución todo, fuera de ella nada». Los estudiantes que dizque tiene la educación «asegurada» en Cuba y se gradúan, tienen sólo dos opciones:  trabajar para el Estado por un mísero salario o  -como es el caso de los médicos-  ponerse en la lista de una de esas «Misiones Médicas» dizque «humanitarias» para poder sobrevivir. Es el precio que se paga por vivir en un régimen de mentiras, sin libertades y en donde todos son unos peones del Estado en el ajedrez político de una tiranía sin parangón en la América latina.

Bolsonaro: la pesadilla actual de Cuba

Aunque el  recién presidente electo del Brasil,  Jair  Messias Bolsonaro Bonturi tomará posesión de su cargo el próximo 1ro. de enero del 2019, su voz  cuenta en la nación y en los que aún llevan el control estatal. Esto se acaba de demostrar cuando recientemente él se pronunció en torno a las «Misiones Médicas de Cuba» que se encuentra en Brasil, conocidas allá como «Mais Medicos»  (Más Médicos).  El mandatario electo se pronunció en ese sentido y dijo que esas misiones de Cuba en la Nación brasileña, sólo podían continuar en su mandato bajo tres condiciones:

a) Los médicos cubanos tenían que hacer una reválida de sus títulos en Brasil,

b) El pago total de los salarios a los galenos y no al gobierno de Cuba y,

c)  Que se les permita a los doctores traer a sus familiares al Brasil.

Como era de esperarse, la tiranía cubana como  buen gobierno comunista, es muy sensible a los cuestionamientos morales y políticos que se le formulan y, en ese tenor, se sintió «ofendida y lastimada» por esas condiciones de Bolsonaro para permitirle su labor en Brasil y decidió dar «por terminada» sus labores en el coloso del Sur aunque sin precisar la fecha de salida.

Como podemos ver y deducir, a la tiranía cubana le importa un comino el Juramento Hipocrático que deben profesar sus médicos, siempre y cuando el mismo no choque con sus intereses económicos y su política esclavista y de represión. Con esa decisión de Jair Bolsonaro, éste le acaba de quitar la careta de  que sus tan cacareadas misiones eran «humanitarias y en solidaridad con los pueblos del mundo». Al negarse a plegarse a esas condiciones exigidas por el próximo presidente, Cuba reconoce que usa a sus médicos como trata de personas a las cuales les roba gran parte de su salario y utiliza a los familiares de éstos como rehenes en la isla. Un acto de por sí criminal, cobarde, fascista, abusivo y degradante para  todo ser humano y más aún, para un profesional médico.

En toda nación, menos en las que no tienen dignidad ni decoro, a cualquier profesional que vaya a ejercer en un país distinto al suyo, es propio exigirle una reválida de su título profesional y más aún, en una profesión tan sagrada y delicada como es la medicina. Qué se cree la tiranía castrista, que sus médicos son extraterrestres o superiores a los demás? En los Estados Unidos y en casi toda Europa, eso es por Ley que todo médico debe validar su título para ejercer dicha profesión allí.

Porqué la nación en donde esos profesionales ejercer sus labores,  tiene que pagarle al gobierno cubano y no a los que se fajan en sitios remotos, con sacrificios y penurias a curar enfermedades? Porqué un gobierno tienen que lucrarse de sus trabajos y abnegación? Acaso la tiranía de Cuba no se jacta de vanagloriarse  de su educación «gratuita» para su pueblo?  Estas son las cosas de las que el izquierdista y «ciudadano estadounidense»  Dr. Miguel Espaillat Grullón calla y no dice en sus kilométricos artículos defendiendo a la tiranía en la isla de José Martí y escribiendo en contra de la nación que él mismo escogió para vivir.

Si algo tienen de característico los gobiernos comunistas, es que llevan a la ruina a las naciones en donde se establecen, debido a que destruyen todo el aparato reproductivo de riqueza del país, se apropian y eliminan las empresas privadas, ahuyentan las inversiones locales y extranjeras y el resultado ya lo conocemos: Venezuela en ruina, Cuba sesenta años en atraso, Corea del Norte con un pueblo languideciendo de hambre y necesidades, mientras sus exiguos recursos van para las armas. Por eso, Rusia y China reaccionaron a darse cuenta que Lenín y Mao habían tomado el camino equivocado.

Mucho antes de que  Jair Bolsonaro asumiera ese papel decoroso y digno de un mandatario electo que se respeta y valora a la nación que va a encabezar,  yo había escrito un artículo sobre esa labor inmoral de la tiranía de Cuba, el cual fue publicado originalmente en este diario «AlMomento.net» y reproducido a su vez,  por la prensa cubana en el exilio en Miami  y otros medios de comunicación.  (Ver artículo): https://almomento.net/cuba-y-sus-esclavos-de-las-batas-blancas/.

Era obvio que la respuesta de Cuba ante esta hipocresía que explayaba por el mundo como una acción «solidaria» entre las naciones,  no podía ser otra que el cinismo, el descaro,  la desverguenza y la hipocresía al omitir las verdaderas y los justos requerimientos de Jair Bolsonaro  al  responder de la siguiente manera a través de su Ministerio de Salud cuando dijeron:   «No es aceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruísmo  de los colaboradores cubanos». El «altruísmo a que hacía referencia dicho Ministerio de Saludo de Cuba y que no indica la nota, de seguro eran los más de US$10 mil millones anuales que ingresaban al  régimen del terror y a las arcas de la familia Castro con el trabajo de los médicos esclavos de un gobierno déspota, abusador y ladrón. (Ver referencia):https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/medicos-cuba-retira-medicos-brasil-criticas-jair-bolsonaro-noticia-577527

Como dice el viejo dicho: «Entre bomberos no se pisan la manguera»  y Cuba estaba a sus anchas recaudando una millonada con el trabajo de los doctores en condiciones de esclavos que envían a Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia y otras naciones. Pero,  al cambiar el panorama político en muchos países de la región y en el caso de Brasil, las cosas se les están poniendo color de hormiga brava a la tiranía. Cuántas verdades contiene la frase que dijera Sir Wisnton Leonard Spencer Churchill cuando dijo:

«El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia. Su virtud inherente es la distribución de la miseria»

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