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Voluntad de Estado: La sociedad ya no aguanta más
Voluntad, según la definición aparecida en Wikipedia, «es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Propiedad que se expresa de forma consciente en el ser humano y en otros animales para realizar algo con intención de un resultado».
La definición se refiere a una decisión donde debe producirse un cambio de actitud, y esto se puede equiparar a lo establecido en la primera ley de Newton, donde expresa que “todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él”
O bien, para el caso que nos ocupa, se podría aplicar la 3era ley, la cual expresa “con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria” En este caso la fuerza que necesitamos es la voluntad de Estado y una fuerza con mucha astucia e inteligencia.
Con la voluntad de tener una patria libre de toda potencia extranjera, Juan Pablo Duarte y un grupo de patriotas fundaron la sociedad secreta “La Trinitaria”.
Con la voluntad de salir de la tiranía, un grupo de hombres decididos ajusticiaron al tirano Rafael Leónidas Trujillo.
Con la voluntad expresa y personal el Dr. Balaguer se impuso y construyó carreteras, presas y avenidas; aún con la oposición de sectores.
Con la voluntad del gobierno, el presidente Antonio Guzmán al tomar la presidencia en 1978, dispuso de la libertad de los presos políticos, muchos de los cuales permanecían desde hacía tiempo detrás de las rejas.
Con la voluntad del gobierno, el Dr. Leonel Fernández construyó túneles, elevados y autopistas; también aún con la oposición de algunos sectores.
Al igual con similar voluntad, el presidente Lic. Danilo Medina aplicó el 4% para la educación, escuchando el grito de la población, iniciando la revolución educativa con la construcción de miles de aulas y la disposición de tandas extendidas; además dándole oportunidades nunca vista a profesionales de las Ingenierías, Arquitectura y Agrimensura.
Con voluntad férrea, también ha creado los programas de alfabetización “Quisqueya aprende contigo”.
La delincuencia se manifiesta de diferentes maneras y tienen diferentes variables y situaciones que sabemos que no es tan fácil. La delincuencia si se le deja coger cuerpo, como así ha sido, y no se le pone atención se vuelve una cultura y las culturas se arraigan en algunos sectores de la población.
Pero con la voluntad del gobierno y del Estado mismo se puede detener la delincuencia y la inseguridad que pende en los hogares, comercios y las calles de nuestro país. Con esa misma voluntad se puede mantener a raya los motoristas que tienen es zozobra a la ciudadanía, o bien puede implementar un sistema de monitoreo constante. El casco protector de los motoristas, aparte de protegerlos, sirve también para esconder su identidad, es una situación que se debe analizar con profundidad.
Ya que parece casi imposible por razones sociales, que transite una sola persona en un motor, pero si es urgente la identificación con letras grandes y lumínica en el casco protector y en el chaleco, los cuales deben usarlo tanto el conductor como el pasajero. No importa cuánto cueste. Mucho más cuesta la intranquilidad y la vida de las personas.
En estos momentos hay un grito de desesperación, que el gobierno tiene y debe escuchar. Con la voluntad de Estado se puede imponer el cumplimiento de todas las leyes, incluyendo la ley de tránsito, una de las más burlada, de esa manera se impone el desorden imperante en el tránsito.
Sin el cumplimiento de la ley no hay estado organizado y donde no hay organización no hay patria, todo se va a la deriva. Con la voluntad de Estado se pueden crear planes para proteger una vez y por toda a la ciudadanía.
Hay huesos duro de roer, pero es una responsabilidad de las autoridades desgastarlo de manera paulatina, sino no los pueden hacer, entonces deben romperlo de un solo mandarriazo.
La sociedad ya no aguanta más.
jpm
