Unidad monolítica

Hace poco más de dos semanas el exministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, renunció a su posición en el gobierno para buscar la candidatura por el PLD. De súbito, su proyecto alzó vuelo colocándose en los más altos niveles de popularidad entre los aspirantes. Pero ocurre que dentro del grupo de los seis, nombre con que se conoce a los primeros precandidatos danilistas que salieron al ruedo, lo de Gonzalo ha causado cierto escozor. Algunos aluden desigualdad en la competitividad y esto ha desatado una serie de reacciones en los medios, que evidencian heridas.

Las reacciones han ido bajando de tono en los últimos días y la reelección de Radhamés Camacho, como presidente de la cámara baja envía una señal de cohesión en torno a los objetivos perseguidos por el danilismo, pero en los “pre», el disgusto ha hechado raíz.

El danilismo necesita unidad monolítica y mucho tacto para poder enfrentar con éxito dos obstáculos: el primero; vencer a Leonel en las primarias, el segundo; evitar una segunda vuelta que a todas luces y como dice la canción, “huele a peligro”. Pues podría ser causa de una aglutinación de la oposición que sacaría el PLD del poder. Esto ocasionaría serios traumas judiciales, por la sed de poder de un sector político que en el 2020 cumpliría dieciséis años fuera del poder.

El danilismo dividido pierde y en consecuencia, el PLD iría a unas elecciones con Leonel Fernández como candidato, el cual; con la combinación de una alta tasa de rechazo y miles de danilistas en contra, haría del 2020 un objetivo incierto para los morados. Pero mirando un escenario donde El expresidente Fernández ganase la contienda, tendría ocho largos años. Tiempo suficiente para erradicar al danilismo de la faz de Quisqueya.

Visto esto; es mandatario que el danilismo cierre filas sin farfullar, detrás del que resulte favorecido por la esperada encuesta y antes de que cante el gallo, anuncie con fanfarria incluida y sin recelos, que Irán por más, asumiendo el viejo refrán que dice: “cuando te toca; aunque te quites y cuando no te toca; aunque te pongas».

La correlación de fuerza, es un fenómeno que bien podría ser ponderado por sociólogos y/o politólogos con certeza. Esta, suele señalar en que dirección se mueven las cosas. Con a penas semanas de la real precampaña, ya hay indicios de al menos dos favoritos entre los aspirantes danilistas.

El PLD recién supera una crisis que hace más o menos dos meses, convirtió al congreso en un muladar. Esto llamó la atención mundial y puso al país, que ya enfrentaba una férrea campaña internacional de descrédito contra el turismo; en una situación engorrosa.

Ni el PLD, ni el gobierno, ni el danilismo, soportarían un grado mayor de virulencia que corroa la tranquilidad social. Es por ello que urge la mesura, y al igual que Danilo sacrificó un posible tercer mandato; los precandidatos pongan el interés general por encima de lo particular, y hagan viable este importante proceso de las primarias en el PLD.

Janjanvive@gmail.com

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