Trump y Milei: la paradoja ideológica de una alianza estratégica
Después de una pausa en la lectura del libro “Derrota Mundial: Supracapitalismo y Marxismo en Pareja Globalizadora”, que trata alianzas tan extrañas de grandes bancos norteamericanos financiando al marxismo desde Carlos Marx con los Rothschild hasta los Carnegie, Morgan y Rockefeller a los hermanos Lenin.
Que ironía todos judíos.
Esta lectura muy analítica y reflexiva nos permite entender esa complejidad existente en los sistemas sociales que nos llevan a descubrir que en la muerte de los zares, más que un asunto ideológico, estuvo presente la venganza de Lenin por la muerte de su hermano Alejandro Ilitch Ulianov cuando falló en su intento de asesinar al zar Alejandro III y fue ahorcado.
Al decidir terminar mi lectura mientras lo hacía me llegó la información del golpe de Estado a Bashar Al Assad y entonces me encontré en la dubitativa situación de si empezaba a escribir un artículo explicando la implicación de la CIA y el Mossad, y los recursos financieros dado a través del “Tymber Sycamore”, no solo a los moderados por distintas Ong’s, sino a todos los grupos para derrocar a Bashar, debilitar a Rusia y que perdiera un puerto estratégico militar, en un momento en que no puede descuidar su guerra con Ucrania y sus aliados Hamas e Irán uno casi extinguido y el otro sin recursos y en pánico.
Entonces opté por terminar este artículo ya empezado, dado que hay una paradoja ideológica, de intereses y alianzas que si la estudiamos conforme la filosófica política y la hermenéutica teológica no entenderíamos cómo algo así sucede.
Ahora bien, tenemos que saber que ocultamente una cosa nos lleva a la otra, y que prefiero hacer un artículo bien explicativo sobre Siria y su origen desde el linaje de Noé y rastrear toda esa maraña de alianzas e intereses y los enunciados proféticos muchos traído por las greña hoy.
Yendo en lo particular al asunto de este artículo sobre Donald Trump y Javier Milei que nos presenta una relación emergente entre Argentina y Estados Unidos, que ha generado una controversia significativa entre analistas políticos.
A simple vista, la alianza entre ambos presidentes parece contradictoria: mientras Milei propone una reducción radical del Estado, Trump ha adoptado enfoques más flexibles y, en ocasiones, intervencionistas en ciertas políticas económicas y sociales.
No obstante, esta aparente paradoja se explica a través de una alianza estratégica que va más allá de las diferencias ideológicas y se basa en intereses compartidos y objetivos comunes.
Hay que conocer la geopolítica y los recursos geoestratégicos energéticos de los países. Para poder desarrollar algunos postulados del por qué de ciertas cosas.
Por tanto vamos a ver los puntos que hacen posible esta alianza, profundizando en los aspectos claves que la permiten con ideas cada uno muy diferentes sobre el papel del Estado Moderno en la regulación de la economía, la finanza pública con respecto a los impuestos y las relaciones internacionales.
Observemos.
El desafío al Orden Establecido del Globalismo: Ambos comparten un rechazo firme al sistema político tradicional y las instituciones que consideran responsables de mantener el statu quo.
Trump, con su lema “America First”, y Milei, con su crítica al “Foro de São Paulo” y su rechazo a influencias externas como las de organismos internacionales, se alinean en una lucha por la soberanía nacional y la autonomía frente a lo que perciben como un control excesivo de actores ( organizaciones supranacionales) globales.
Enfoque pro mercado
Aunque las posturas sobre el mercado de ambos varían, existe una convergencia en cuanto a la importancia de las políticas económicas favorables al libre mercado.
Milei, como libertario, aboga por la eliminación de las barreras al comercio y la menor intervención del Estado en la economía, mientras que Trump, aunque con un enfoque más proteccionista, también promueve la desregulación y la reducción de impuestos, especialmente para fomentar el crecimiento económico.
Coincidencia en valores conservadores
En el terreno cultural, Milei y Trump coinciden en su oposición a lo que consideran avances excesivos del progresismo.
Ambos defienden valores tradicionales, rechazando ciertas demandas de grupos como el feminismo radical o las políticas de identidad.
Esta perspectiva los vincula dentro de un marco común de conservadurismo.
Intereses geopolíticos y América Latina
Para Milei, acercarse a Estados Unidos implica un contrapeso frente a la creciente influencia de China en la región.
Para Trump, apoyar a Milei refuerza su proyecto de establecer una presencia sólida en América Latina, una región clave para los intereses geopolíticos de EE. UU.
Puntos de divergencia
El Estado y su rol en la economía: La diferencia más evidente entre ambos radica en sus visiones sobre el tamaño y la función del Estado. Milei promueve una agenda radical que busca reducir drásticamente la intervención estatal, eliminando, por ejemplo, el banco central y privatizando servicios clave.
Trump, por su parte, ha utilizado al Estado para impulsar políticas internas como las mejoras en infraestructura y la defensa, sin cuestionar su rol en la economía estadounidense.
Conforme sus retórica económica y política lo mismo que en aspectos migratorios siguen siendo iguales a su administración pasada.
Queda claro que los Estados como si fueran empresa, algo que debemos tener bien claro, buscan recursos y beneficios financieros. El idealismo dentro de las relaciones internacionales es subjetividad, dado que lo ético y moral se pierde.
Por ello estamos analizando dos posturas que cae dentro del pragmatismo o la “Real Politik».
Que la aplican todos los Estados cómo mecanismo de supervivencia en lo que es la “Razón de Estado”- Querer desconocer esto es un error dado que la política es la suma de la realidad, de manera que las actuaciones de estos dos presidentes se justifican.
Y vamos a observar por último su visiones sobre el comercio internacional:
Mientras que Trump ha adoptado un enfoque proteccionista, renegociando tratados y aplicando tarifas para proteger la industria nacional, Milei es un firme defensor del libre comercio y la apertura de mercados.
Esta diferencia podría generar tensiones en su relación, aunque ambos coinciden en la necesidad de una economía más competitiva.
La cuestión del gasto público: Trump ha aumentado el gasto público en ciertas áreas como defensa e infraestructura, mientras que Milei se opone firmemente a cualquier expansión del gasto estatal, considerando que el Estado debe reducirse para permitir el desarrollo de la economía privada.
Razones de la alianza
Más allá de sus diferencias ideológicas, la relación entre Milei y Trump se basa en una estrategia compartida.
Ambos coinciden en una lucha común contra enemigos políticos y económicos, como el socialismo y el avance del globalismo, así como en su defensa de la soberanía nacional frente a presiones externas.
Además, comparten una visión conservadora en cuanto a los valores culturales, lo que los une más allá de sus propuestas económicas.
Por otra parte, esta alianza responde también a intereses geopolíticos fundamentales:
Para Trump, apoyar a Milei implica fortalecer la posición de Estados Unidos en América Latina, un área estratégica para contrarrestar la influencia de China y Rusia.
Para Milei, la relación con Trump representa una vía para asegurar apoyo internacional en su esfuerzo por transformar Argentina y distanciarse de modelos económicos más intervencionistas.
Conclusión
En conclusión; La relación entre Milei y Trump no debe verse simplemente como una coincidencia de ideologías, sino como una alianza de intereses estratégicos que trasciende las diferencias doctrinales.
En el contexto de un mundo cada vez más polarizado y multipolar, las alianzas políticas tienden a formarse sobre la base de objetivos comunes y circunstancias geopolíticas, más que por la coincidencia en modelos económicos.
Esta alianza ejemplifica cómo, en la política global contemporánea, los intereses pragmáticos pueden superar las divergencias ideológicas para formar vínculos poderosos y duraderos.
¿Será esta colaboración un motor de cambio en América Latina o una táctica temporal basada en intereses transitorios?
Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que en la política actual, las alianzas son más flexibles que nunca, adaptándose a las realidades cambiantes del poder.
En un próximo artículo tal como escribí analizaré a Siria y estas alianzas estratégicas sin ideología.
Es de aquí que aunque me han dicho que soy en aspecto de las Relaciones Internacionales un decimonónico.
Siempre he creído en el pragmatismo y la Razón de Estado.
Así actúan las superpotencias. Y sus prácticas me dan la razón.