Tiempo de crisis y seguridad policial
El mundo está pasando por una crisis económica sin precedentes causada por la pandemia del Covid.19 y la guerra de Rusia contra Ucrania y sea disparado una espiral inflacionaria, escasez de alimentos y desempleo que han agudizado la pobreza, donde millones de personas perdieron su empleo y hasta ahora ha sido imposible recuperarlo, la que República Dominicana no está exenta. Esta situación ha llevado la violencia a un punto preocupante en nuestro país y las autoridades están muy preocupadas por el aumento de dicho flagelo.
En tiempo de crisis económica y social los gobiernos tienen que abocarse a garantizar la gobernabilidad con el apoyo de la oposición y buscar consenso dentro de los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil enfrentando de manera conjunta esta etapa de conflictos y desesperación de la clase pobre que no tiene que comer y se está amparando en el microtráfico y la delincuencia de atracos y acoso a los ciudadanos en los diferentes barrios.
El vicedecano de la facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd), Antonio Ciriaco Cruz dijo que el impacto de la caída de la producción por la pandemia por el coronavirus (COVID-19) en República Dominicana ha hecho aumentar la tasa de desempleo ampliada a más de un 20% y la abierta hasta un 12% y resaltó que las bajas en los empleos se traducen en pérdidas de ingresos, lo que influiría en un crecimiento negativo de un -2%, lo que representaría pérdidas de más de 352,000 millones de pesos dominicanos, con lo cual más personas se irán a la pobreza.
La república dominicana había pasado por la crisis del 2003-2004 y la crisis del 2008-2009, en la primera crisis, el presidente Hipólito Mejía Domínguez se desempeñaba como presidente de la república (se registraron altas tasas de inflación debido a la crisis financiera que afectó el país, siendo el principal motivo de estas alzas, la fuerte depreciación de la tasa de cambio), era el gobernante y enfrentó de manera enérgica la inflación, la escasez de combustibles, la devaluación de la tasa de cambio del peso dominicano frente al dólar, que produjeron la quiebra de tres bancos de los más grandes del país (el fraude bancario por parte de BANITER o banco internacional), y de cientos de financieras. Las protestas se incrementaron y la pobreza subió como nunca, lo que trajo como consecuencia la derrota del PRD en el año 2004.
La segunda crisis (2008-2009) es la más parecida a la actual porque sus factores son externos. Las causas subyacentes a la crisis de 2008 fueron la inestabilidad financiera de los principales bancos de inversión, empresas de seguros y entidades hipotecarias, como consecuencia de la crisis de las hipotecas subprime surgida en Estados Unidos y que impactó a la república dominicana. Posteriormente, surgió el temor a una profunda recesión de carácter global. El presidente Leonel Fernández la manejó con mucha cautela ya que pudo mantener la estabilidad de tasa del dólar, se le inyectan recursos al sistema bancario a tasa preferencial, se llevaron a cabo reuniones con los partidos políticos de oposición y con los dirigentes de la sociedad civil y se integraron al plan de ayudas sociales a los dirigentes en rebeldía y eso logró sortear la crisis del 2008.
En la actualidad el presidente de la república Luis Abinader ha llevado acciones para enfrentar la delincuencia usando como único elemento, los servicios represivos y de seguridad del estado, sin tomar en consideración que esas acciones deben estar acompañadas con medidas económicas que favorezcan los jóvenes de los barrios pobres, que se levantan sin saber que van a comer y el único camino que le queda es robar, atracar y dedicarse a realizar acciones reñidas con la ley. “El problema de la Policía básica no es el de la represión, es en la disuasión del delito y eso tiene que ver con aspectos tan básicos como el patrullaje continuo”, manifestó Soto Jiménez, él piensa que al Estado se le ha desbordado el tema de la delincuencia, y piensa que no se puede cifrar la reforma solo en la Policía, sino también en la sociedad y otras instituciones. “Hay que plantear una reforma que incluya la PN, la Justicia… y hay que visualizar y continuar la reforma en ese sentido, en el tema correccional”, apuntó.
El aumento mundial de los precios del petróleo, el gas y los alimentos -primera parte de la crisis global ha significado a la economía dominicana un aumento sostenido en el déficit en cuenta corriente y en la inflación, a pesar de lo cual se ha preservado la estabilidad y el crecimiento; en la fase actual de desaceleración de la economía global y crisis financiera ha manifestado un impacto limitado sobre las economías de la región y la nuestra. De hecho, al atacar un solo componente de esta crisis social y económica, no se alcanzarán los resultados esperados por las autoridades.
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