Temistocles Montas inscribió a Eligio Jaquez en el PRD
Aunque usted no lo crea, fue el Ing. Temístocles Montás que inscribió a Eligio Jáquez en el otrora poderoso Partido Revolucionario Dominicano (PRD). El hecho increíble sucedió en el mes de marzo del año 1967, hace ahora más de medio siglo. Para la ocasión, Temo Montás era figura destacada del partido blanco en San Cristóbal, su pueblo natal. Todo ocurrió después que Eligio se inscribiera a estudiar agronomía en el Politécnico Loyola. Con el transcurrir del tiempo las dos figuras han descollado como altos dirigentes de la política, aunque ubicados en parcelas diferentes.
Antes de salir de su lar nativo, Cayetano Germosén, provincia Espaillat, Jáquez aprendió a tocar bombardino y al final fue ingresado en la banda municipal de su pueblo, donde le fijaron un salario de $3.00 pesos mensuales. Graduado de Perito Agrónomo, en 1971, su tío Jorge Cruz le brindó una generosa acogida en su hogar de la calle María Montes, en Villas Agrícolas, detrás de la escuela España y próximo donde estaba la planta de gas de Huáscar Rodríguez. En esos días la Dirección General de Estadísticas enuncio el reclutamiento de jóvenes para participar en el Censo Nacional, y el nóvel agrónomo salió favorecido con una plaza de compilador de datos, con sueldo de $75.00 mensuales.
A tono con su intensa vocación gremialista Jáquez se unió a su compañero de estudios y amigo entrañable, Julio Cesar de Jesús Contreras, que vivía con sus padres en Cristo Rey. Ambos anunciaron la formación de una Asociación de Agrónomos Desempleados (AAD), y en su primera acción acudieron al periódico El Nacional, donde expusieron su condición de desempleados, precisamente en momentos que el país tenía déficit de técnicos agropecuarios. Para sorpresa de los peritos el vespertino de la Av. San Martín, le dispensó amplia cobertura a su queja, con un titular de primera página “Agrónomos emigrarán por falta de empleo”. Días después Jáquez y De Jesús fueron llamados por la administración del Banco Agrícola y nombrados como tasadores en las gerencias de San Francisco de Macorís y el Distrito Nacional, respectivamente.
A mediados de 1975 Eligio era figura destacada de la Asociación de Profesionales Agropecuarios (ANPA), delegación Nordeste, con un intenso trabajo gremialista que causó preocupación en las altas esferas gubernamentales. Derivado de esa situación, desde Palacio impartieron instrucciones para que los técnicos “cabeza caliente” sean cancelados de sus respectivos puestos. La mayor responsabilidad fue cargada al Secretario de Agricultura, Meme Viñas, donde laboraba la mayor cantidad de técnicos desafectos al Gobierno. Aunque cercanos colaboradores del Secretario recomendaron la suspensión de los técnicos, Meme no cayó en gancho y llamó a su despacho al autor de estas líneas (Encargado de Prensa) y a Raúl Pineda (Encargado de Oficialía Mayor), y textualmente nos recomendó: “ Chichí y Pineda, busquen una salida discreta este caso. y traten que los muchachos no pierdan su empleo”. Fue así como Eligio y Víctor Hidalgo Zapata fueron a parar a la regional agropecuaria de Higuey; Radhamés Rodríguez, a la estación cacaotalera de Mata Larga, San Francisco de Macorís, De Jesús Contreras, fue enviado a Limón del Yuna y Félix María García, a la zona de Villa Vásquez.
Pero lean esta coincidencia: Cuando Eligio llega a Higuey fijo residencia al lado de mi casa materna, en la calle Colón casi esquina Mella, del sector El Tamarindo, en la casa de huésped de Cacao Bulé, con quien el joven profesional entabló estrechos vínculos que se mantuvieron hasta la desaparición de la dama higüeyana.
A fines del año 1979, en el gobierno de Antonio Guzmán, fue designado Director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), en sustitución del Ing. Frank Rodríguez. Como Eligio no era “muy experto” en la ciudad capital, el Secretario de Agricultura, Hipólito Mejía, recomendó que yo y el periodista fallecido Junio Lora, brindáramos todo apoyo logístico al nuevo funcionario. Eligio, que desde tiempos atrás mantenía relaciones con Junio, le ofreció la dirección de las Relaciones Publicas del IAD, oferta que con el gesto de grandeza y solidaridad que siempre le caracterizó, Junio rechazó la oferta con estas palabras:
“El hombre tuyo es Chichi, que ha manejado las relaciones publicas del sector agropecuario… Yo no tengo vocación de burócrata”. Ahí nació mi amistad con Eligio Jáquez, un ciudadano ejemplar, sencillo, humilde y luchador permanente de los principios democráaticos. ))