Sociedad del miedo
SANTO DOMINGO, República Dominicano.- Una mujer de 60 años fue muerta a golpes por su pareja de 34, a la que según
los vecinos suplicaba que no la golpeara. La juventud y la fuerza de su agresor imposibilitaban a la
víctima defenderse. Cuando la Policía llegó ya era tarde.
A un hombre de 82 años tres ladrones lo
mataron a pedradas. Una señora que acudió a visitarlo vio a los homicidas
salir, sospechó de esos extraños y avisó a los lugareños.
Rato más tarde, el hijo encontró el
macabro espectáculo. Su padre masacrado y el cuerpo oculto bajo una puerta y
pedazos de block. Todo para robarle una estufa y una lavadora.
En ambos casos, personas se enteraron de
que algo anormal ocurría, sin embargo no intervinieron y esperaron a que fueran
las autoridades o los familiares los que llegaran a resolver la situación.
En la primera agresión, es seguro que si
los vecinos hubiesen mediado, el victimario estuviera igual de preso que ahora,
pero la mujer estaría viva. Esa es la gran diferencia.
En la otra situación, ¿Quién descarta que
socorrido a tiempo el anciano pudiera salvarse?.
El temor ainvolucrarse en situaciones
violentas, mas si a quienes afectan es a terceros, hace que la gente pierda la capacidad de
solidarizarse con la desgracia ajena.
Por esa misma razón, ante un accidente
de tránsito o un asalto en la calle, nadie quiere acercarse a los afectados y
los que ayudan rehúsan dar sus nombres e insisten en que no tienen ninguna
responsabilidad en ese hecho.
No se trata siquiera de que nos hayamos
vuelto malos o indiferentes al dolor de otros. Es que el celo excesivo de
protegernos, de cuidarnos de los que destruyen la tranquilidad nos hace
cobardes.
Esta es una sociedad permeada por el
miedo, al punto de que todos los que nos rodean son culpables de dañarnos, hasta
prueba en contrario y si andamos esquivos para evitar el peligro ¿Cómo vamos a
ir a donde está, aunque eso implique salvar la vida a otro ser humano?.