San Cristóbal: hacia un ordenamiento municipal sin traumas

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El autor es profesor universitario. Reside en San Cristóbal

POR LUIS CASILLA

SAN CRISTOBAL.- Luego de seis años de estancamientos y caídas de las conquistas logradas en alcaldías pasadas, se hace necesario que la actual gestión municipal se aboque a la puesta en práctica de un Plan para el Ordenamiento Integral del municipio de San Cristóbal, pero con base científica y sin traumas de ningún tipo.

 

Este plan debe tener un enfoque participativo, y sin pretender capitalizar sus acciones por las ventajas que propicia el control político o ante una búsqueda de popularidad a destiempo y ficticia. Hay que cuidarse de la sobrestimación y el falso ego cuando de trabajar en colectivo se refiere.

 

El Plan de Ordenamiento debe partir de criterios ecológicos, demográficos, económicos – productivos;  de los valores de usos de los espacios físicos, terrestre y aéreo, lo mismo que de un adecentamiento de las edificaciones municipales y la recuperación de los bienes de esta alcaldía.

 

Nelson Guillén, alcalde de San Cristóbal.
Nelson Guillén, alcalde de San Cristóbal.

Se hace urgente la necesaria implementación y eficientización de una política de pago de los arbitrios municipales, contabilizando hasta el último centavo recibido cada día por este renglón y su posterior inversión en forma pulcra y digna como debe ser.

 

Este dinero tiene que incluirse en el presupuesto del cabildo de tal manera que éste cumpla su rol como instrumento para el desarrollo integrar de los munícipes de San Cristóbal y su periferia.

 

Para la viabilizarían del Plan de Ordenamiento hay que dejar atrás la improvisación, el inmediatismo, espontaneismos, el ventajismo, la corrupción, así como la mala política de excluir a los que no piensan igual a los que están en el gobierno municipal, entre otras malas actitudes sociales. –

 

El paso más acertado seria propiciar la realización de un estudio diagnóstico de las necesidades, en donde se identifiquen las principales áreas que dentro del municipio de San Cristóbal deben ser objetos de estudios y análisis para su ordenamiento, adecuación y modernización.

 

En este diagnóstico deben identificarse las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de las diferentes variables bajos estudios, de tal manera que al ser objeto de modificaciones no implique en modo alguno un retroceso en la dinámica de su comportamiento como base fundamental del desarrollo socio-económico de este entorno municipal.

 

Vale señalar que el modelo de desarrollo de este entorno poblacional data de finales de la década del cuarenta, periodo en cual las necesidades respondían a una población que no excedía los veinte mil habitantes.

 

Este es el mismo modelo que predomina hoy en un municipio y sus periferias con una población que excede los 350,000 habitantes y cuando ya han transcurridos casi cien años.

 

Es urgente la aplicación de un diagnóstico con base científica que busque descongestionar y desarrabalizar el núcleo central del municipio de San Cristóbal

 

Para que este diagnóstico parta de base científica y objetiva y los resultados de los planes de ordenamiento sean sustentables se hace necesario la contratación de una institución con experiencia en este tipo de trabajo.

 

El ayuntamiento debe auxiliarse de la Oficina Senatorial Provincial, organizaciones no gubernamentales locales, los afectados, juntas de vecinos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, UASD, Ministerio de Medio Ambiente, Obras Públicas, AECI, USAID, JICA, Unión Europeas, lo mismo que la posible colaboración de algunos gobiernos vecinos de Sudamérica, entre otras instituciones.

 

No es bueno continuar con la metodología de sólo reunirse el síndico, sus funcionarios, algunos regidores y los motoconchistas, los lava autos de la avenida Libertad, los dueños de clínicas, los mercaderes, entre otros, a manera de ejemplo.

 

En ocasiones los sectores convocados para resolverles sus problemas, por razones de intereses bien marcados no tienen las soluciones más idóneas a las problemáticas, y entonces en vez de hallarse una salida que perdure en el tiempo y sea satisfactoria en lo económico, ecológico y social (sustentable), lo que se hace es crear conflictos mayores.

 

Si la alcaldía, a manera de ejemplo entiende como razonable que los lava autos de la avenida libertad no pueden mantener esa actividad en dicho lugar, medida muy aplaudida por el grueso de la población.

La disposición tiene que ir acompañada por la parte social, pues el grueso de esos jóvenes son ciudadanos muy pobres que residen en los barrios marginales contiguos.

 

Lo más idóneos es que antes del desalojo el ayuntamiento en alianza con el IDECCOP y otras instituciones a manera de propuesta, se aboquen a la conformación de una cooperativa que aglutine a estos muchachos, se identifique un lugar idóneo para continuar con su trabajo, y el ayuntamiento reciba un gravamen diario y se mantengan las ofertas de este muy demandado servicio de lavado automovilísticos.

 

Así estos jóvenes no quedarían desempleados por un ordenamiento mal conducido, y el municipio no se tiraría más problemas sociales de los que padece en la actualidad.  La idea es que se ordene, pero con equidad y sin desesperación.

 

No es saludable ni aconsejable la improvisación ni la fiebre por publicidad y promoción. Superar seis años de ausencia total de dirección y agudización del desorden no puede en modo alguno subsanarse con medidas paliativas, festinadas y no del todo consensuadas solo para buscar publicidad.

 

Las soluciones a las problemáticas del desorden municipal tienen que ser sustentables en lo económico, social, político, medio ambiental; lo mismo que en el tiempo y el espacio. Es necesario ir más allá del simple cambio de fichas dentro de un tablero totalmente anarquizado.

 

Es necesario valorar que este municipio goza de un gran dinamismo económico, si se quiere de los más activos del país. Esto es gracias a la economía informal ya que en este municipio no existen más de dos empresas que puedan emplear por si solas a más de 400 obreros. Significa que hay que preservar a los mercaderes, chiriperos, hechas días y los que trabajan en el día a día para sustentarse.

 

Dadas las excelentes relaciones que posee el actual alcalde con el gobierno central. Esta fortaleza constituye un punto focal para unificar criterios, encaminar esfuerzos y acciones, priorizar iniciativas y necesidades, y concitar el apoyo en lo económico, logístico, político, entre otros aspectos, como prerrequisitos para la puesta en práctica de un ambicioso plan de ordenamiento del municipio de San Cristóbal y su periferia.

Se está, sin lugar a duda,en la mejor oportunidad para que este municipio salga de la anarquía y el atraso de sus asentamientos demográficos como forma de adecuarse a los estándares de una sociedad moderna.

 

Abocarse a la ejecución de planes aislados de “ordenamiento” en este municipio es lo mismo que prolongar el desorden que predomina en la actualidad.

 

No es aconsejable aplicar la política que consiste en caerle a piñazos a los sectores más desprotegidos y debilitados; lo más lógico sería atacar primero  los males que crean las mayores anarquías, entiéndase transportistas, bares, motoristas, camioneros, granceros, los usurpadores de los espacios de usos  público en general.No apadrinar a nadie por enyabaduras políticas sería una buena forma de impregnarle la seriedad a los planes de ordenamiento que deben ponerse en práctica en este municipio.

 

Nos permitimos sugerir la creación de una oficina para el desarrollo provincial de San Cristóbal con la participación de los 12 diputados, todos los síndicos de los grandes municipios, los encargados de distritos municipales; sector industrial, comerciantes, el senador de la provincia, el gobernador, delegaciones de juntas de vecinos, delegaciones de las ongs, y otras organizaciones de la sociedad civil.

 

Esta institución debe ser funcional, no una entelequia.Con estructura colegiada, sin que nadie pretenda erigirse protagonista de la acción. En Santiago, Puerto Plata y otras provincias existe este importante mecanismo para el desarrollo y han funcionados en forma ejemplar.

 

El propósito general del consejo provincial para el desarrollo de la provincia de San Cristóbal sería: Planificar y Orientar políticas para el desarrollo socio-económico, demográfico, ecológico, y otras índoles, para la conquista de un desarrollo sostenible, atendiendo a los aspectos integrales y sectoriales de la provincia cuna de la constitución. Que Dios os Bendiga a todos los Sancristobalense.

jpm/of-am

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