Revelación (microrelato)
POR LUIS MUÑOZ
Mientras más me acerco a la frontera de la mayoría, más intensa siento la soledad. Aunque me digas que allí es donde debo estar, más solo me encuentro al pensar.
Hoy salí en busca de refugio, de fortaleza espiritual, y llegué a una pequeña capilla. Mientras rezaba el Padre Nuestro, noté que Cristo estaba solo; el escultor logró una figuración perfecta que ya no hallaba ojos que lo miraran y pidieran clemencia.
Ha estado muchas veces colgado de la misma madera de su crucifixión, abandonado por falta de conciencia, “no por la fe que le expresan en la misa”.
La mente de la población se ha convertido en una máquina repetidora de costumbres inciertas e insensibles; pero repiten mil veces la palabra «amor» y no son fieles a los mandamientos divinos.
Me retiro al parque que, a distancia, parecía una gran masa humana, casi familiar, pero al acercarme, veo a cada familia compuesta por dos, máximo tres personas, disfrutando solos. Otros, en total soledad tirando migas a las aves, veo que ocupaban un área diseñada para una docena, hoy hablando en solitario.
Salgo del parque y me dirijo a mi café bar. Pido un mojito y le digo «chin chin» a un contemporáneo que vi a mi izquierda; él también me responde con un «chin chin». Al chocar nuestros vasos, pienso para mí: somos dos solitarios tomando un trago.
Termino mi bebida, salgo del bar y no veo un alma en la calle; las calles están desiertas, está nevando y no puedo percibir nada. Llego a mi cama, donde la cubierta y la almohada esperaban fielmente, quizás lo más confiable que tengo. Al decidir cubrirme con la manta, volví a un sueño en solitario.
Desperté de una pesadilla y, de inmediato, fui a la cocina. Agarré mi cafetera italiana y preparé un buen café Santo Domingo. Me siento frente a mi taza llena de café, miro mi libreta de dibujo y escribí: «Los sueños son revelaciones en un estado inconsciente; estoy solo conmigo mismo, porque así puedo perfectamente escuchar la voz que proveniente de mi interior.».
jpm-am
Volar tan lejos,a encontrarte solito.Arma tus maletas,y regresa a la Duarte con París.