Reforma” de la educación en RD: El Maestro (3)

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El autor es educador. Reside en Orlando, Florida

POR HUGO GIL

   Uno de los factores más determinantes a la hora de asumir la tarea de la reestructuración del sistema educativo dominicano es el análisis crítico del rol del maestro. Tradicionalmente el maestro ha desempeñado un rol protagónico dentro del sistema.

Él ha sido el eje central en torno al cual giran y pendulan todos los otros elementos que componen el andamiaje de la educación.    Básicamente el papel del maestro ha consistido en “enseñar”, esto es, transmitir valores y conocimientos.

   Para desempeñar esta función se ve como fundamental el hecho de que el maestro tenga que capacitarse y adquirir un bagaje de conocimientos que luego tratará de transmitir al alumno de la manera más eficaz posible. Visto de esta manera, el problema de la educación quedaría reducido a la manera como el maestro desempeña esta labor. 

Si la educación no estaba dando buenos resultados, entonces habría que redirigir los esfuerzos a actualizar al maestro en su función de transmisor de conocimientos, proveerle de sólidos y abundantes datos en todas las áreas del saber y problema resuelto. Él se encargará de hacerlo llegar al alumno. Los valores los transmitirá en forma libre, basado en los que recibió de manera aleatoria de algún lado.

   En esta manera primitiva y simplista de enfocar el problema educativo el maestro viene a ser como una especie de traductor o intérprete de los datos plasmados en los libros de texto y materiales de referencia. Se asume que el cerebro del alumno no está suficientemente desarrollado para buscar por sí mismo el conocimiento y por tanto los resultados educativos dependen fundamentalmente de que el maestro sea una persona capacitada o especializada en la materia. Una especie de archivo de datos.

   Bajo esta óptica, si la educación falla, la culpa está en el alumno, quien carece de la capacidad necesaria para retener los conocimientos que el maestro le transmite, lo cual debe demostrar en las tareas y exámenes a los que son sometidos. Po eso hay que reprobarlo a través de los exámenes y hacerlo repetir la materia a ver si el próximo año logra demostrar mejor capacidad de retención de conocimientos. Como no habrá ninguna variación, se supone que así podrá completar lo que le faltaba.

   Mientras quien escribe este análisis enseñaba en el departamento de Filosofía y Letras de la PUCAMAIMA, había un profesor, cuyo nombre no doy por razones obvias, que se enorgullecía del alto porcentaje de alumnos que reprobaban su materia. “El cien es para el autor del libro, el noventa y cinco es para mí y del noventa para abajo es de los alumnos”, decía mientras se ufanaba de sus ínfulas de experto en la materia.

 Naturalmente, este profesor era el terror de los nuevos estudiantes, quienes pocas semanas después de iniciar su curso iban desesperados a las oficinas de registro a retirar la materia. Era un profesor muy famoso en este sentido.

 Esta anécdota es una ilustración de cuán injusto es un sistema educativo basado en el maestro como centro del sistema. Si hay fallas en la educación dominicana, la culpa naturalmente no es del alumno. Quizás tampoco sea del maestro. El problema hay que verlo en un análisis de todos los engranajes del sistema educativo, incluyendo principalmente la política y la filosofía educativas.

 El maestro es más bien una víctima, al igual que el alumno, de un sistema terriblemente atrasado y disfuncional en el que ambos son simplemente unos peones en el tablero de un ajedrez cuyas reglas de juego han permanecido completamente indescifrables a través de los años.

   Si continuamos viendo de esta manera el rol del maestro dentro del sistema, indefectiblemente la profesión de maestro será una de las tantas profesiones encaminadas a desaparecer bajo el empuje incontenible de la tecnología. Es indudable que Google, YouTube, y la inteligencia artificial ya superan con amplias ventajas al maestro en su rol de transmisor de conocimientos.

 Los alumnos mismos muy pronto serán los que tengan que enseñar al maestro, dadas sus mayores destrezas y habilidades para manejar las plataformas digitales. No habrá esperanzas para la profesión de maestro en este sentido.

   ¿Cuál sería la salida a esta realidad tan amenazante para el maestro? Analizar y replantear su rol a la luz de una concepción dinámica y actualizada de un sistema educativo que opere a tono con los adelantos tecnológicos de nuestra época y los tiempos que nos depara el futuro. 

Estamos abocados a trabajar con la urgencia necesaria en diseñar un sistema educativo que opere más a tono con los desafíos de la época actual y futura. Sigmund Freud, creador de psicoanálisis decía: “Hay tres causas perdidas: la política, la educación y el psicoanálisis”. Estoy de acuerdo con él en dos de las tres menciones.

Desde mi punto de vista, la educación todavía ofrece un manantial de esperanzas, si tomamos con la responsabilidad debida la tarea de reestructurarla para que funcione a tono con las demandas de los tiempos.

jpm-am

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Clara Guerra
Clara Guerra
8 meses hace

Poco puede hacer el maestro si los estudiantes no quieren o no tienen aptitudes para el estudio. Aquí en RD poca gente lee por el placer de aprender. No sé puede construir la casa por la ventana.

Cutupú
Cutupú
8 meses hace

Un estudiante que dedique de noche 2 horas al celular, se levanta a las seis de la mañana, de 7 y media a 8 llega a la escuela, allí permanece (mal comido) hasta las 4 de la tarde, sale a pié a su casa y llega cerca de las 5, no es verdad que va seguir estudiando en su casa, ni se le puede pedir (porque la escuela lo ha explotado). Cada vez tendremos mas malos estudiantes, porque pocos aguantan eso, lo mismo los profesores. Eso No tiene sentido.

Tomas Rivera
Tomas Rivera
8 meses hace

Agradecido por tan interesante articulo. Quisiera poder expresar mi opinion en torno a diversos topicos traidos por el autor, mas, solo en cuanto al maestro/a y su papel debo aclarar que su trabajo es mucho mas que transmitir conocimiento; mas bien es ayudar al estudiante a procesarlo y dentro de la diversidad de opciones es****r la mas beneficiosas al proceso de desarrollo sano y sostenible.